VICKY EN SEMANA
“Que se coman todo su mundo de envidia, rabia y frustración”: Manuel Elkin Patarroyo a quienes critican su estudio sobre vacuna contra covid-19
El científico dio en Vicky en Semana todos los detalles de cómo será Colsarsprot, la que sería la primera vacuna colombiana contra esta enfermedad.
A medida que avanza el proceso de vacunación contra el coronavirus en países de todo el mundo, incluida Colombia, donde cada semana llegan miles de vacunas producidas por laboratorios como Sinovac, Johnson & Johnson y Pfizer, en el país se enciende la posibilidad de que se produzca una dosis propia, según dejó entrever el científico Manuel Elkin Patarroyo.
El científico colombiano indicó que la vacuna se llama COLSARSPROT, por Colombia Sars Protection, y que tiene “altísimos y buenos resultados”. Recalcó que todo al respecto saldrá “en una publicación científica”. Sin embargo, por ahora hay varias dudas y por ello Patarroyo explicó en detalle el proyecto de su vacuna en Vicky en Semana.
En principio, el científico explicó que el trabajo se ha venido realizando con su equipo “que es el Instituto de Inmunología de Colombia que somos alrededor de 60 científicos, todo lo personalizan alrededor de Manuel Elkin Patarroyo, mentira”.
En ese sentido, sostuvo que todo el proceso inició desde febrero del año pasado “cuando apareció la estructura química de la principal proteína del coronavirus, nos dimos cuenta que podíamos seguir la misma metodología que utilizamos para el desarrollo de la vacuna de la malaria, pero en esencia es utilizar la química, averiguar cómo están hechas las moléculas y luego fabricar los pedacitos que son relevantes, eso lo trabajamos durante 40 años, en el desarrollo de la vacuna de la malaria que es un problema 100 veces más complejo que el coronavirus”.
Tendencias
Asimismo, dijo que le pidió una audiencia al presidente Iván Duque y le planteó la posibilidad de que junto con su equipo podrían desarrollar la vacuna contra el coronavirus, a lo que el mandatario, según Elkin Patarroyo, le dijo: “adelante”. En ese momento “pedí ayuda para que nos dejaran trabajar con los micos porque a raíz de todas esas demandas absurdas, mentiras y falsedades no se nos había vuelto permitir trabajar con los micos por más de 11 años”.
No obstante, a pesar de sus estudios, el científico fue claro que no se acabará el coronavirus. “Estos virus llegaron para quedarse, es absurdo e inconsecuente, pero la verdad es que una vez unos microbios encuentran un camino establecen esa ruta, hacen sus picos, bajan, suben y desafortunadamente vamos a estar conviviendo, no en las circunstancias actuales, con este virus”, explicó.
Asimismo añadió que “encontrar una metodología lógica, racional es para controlar las enfermedades infecciosas, no para eliminarlas”.
Frente a quienes han criticado la investigación del científico argumentando que no hay una evidencia científica probada en esa nueva vacuna que está realizando, Patarroyo envió un claro mensaje: “Quisiera invitar a todos esos críticos, que son incapaces de leer una publicación científica nuestra, los invitaría que leyeran siquiera el título de una de las 377 publicaciones científicas mundiales evaluadas por PARES”, aseveró.
“Si quisiera que algunos de esos genios me dijera: ‘bueno, hay una equivocación en su artículo’ (...) eso me tiene sin cuidado”, añadió. También envió un enfático mensaje: “Que se coman ellos todo su mundo de envidia, rabia y frustración”
Así las cosas, el científico puso sobre la mesa la dificultad que ha tenido en el país para avanzar en el proyecto: “La enfermedad se diagnosticó en diciembre de 2019 y en febrero ya la ciencia había entregado la estructura química, basados en esa información fue cuando las otras instituciones desarrollaron vacunas. En nuestro el país tenemos excelentes científicos, pero tenemos limitaciones dentro del punto de vista jurídico, legal y la ‘burrocrática’”, criticó.
Frente a cómo fue el papel de Minciencias, Patarroyo explicó que “la ministra venía de una polémica por la metodología que ella utilizaba para trata l cáncer cuando cayó en nuestro proyecto quiso curarse en salud y en vez de enviar a 4 o 5 evaluadores, envió a 12, entonces mientras tanto , la estructura química se dio en febrero 3 y en abril 23 AstraZeneca estaba vacunando 1077 personas”.
Al respecto reconoció que no cuenta tampoco con apoyo económico: “No tengo con qué pagarle a la gente, aquí estamos trabajando por convicción, por amor a la humanidad. Hay gente que quiere respaldarnos pero con la patente para ellos, por ejemplo la Universidad Nacional, al recibir el dinero público, porque no daban nada, dijo: ‘la patente es nuestra’ y yo dije como así: llevo 45 años desarrollando un metodología y usted va a ser el dueño de esto. Ahí sí se da el ‘CVY’ (cómo voy yo)”, contó.
Sobre el nombre de su vacuna, Colsarsprot, el científico explicó que el prefijo es “Colombia” porque se propuso que todo los que se desarrollara llevara el mismo prefijo “para que la gente sepa dónde se produjo”.
Por ahora, Patarroyo indicó que su proyecto se encuentra en la fase de animales “por una cuestión ética porque no consideramos pasar el tubo del ensayo directamente a humanos”.
¿Vacunas con inmunidad de un año?
De acuerdo con el experto y científico, las vacunas que se están aplicando actualmente, como Pfizer, Moderna, AstraZeneca y demás “dan protección por un año, tanto así que el presidente de Pfizer dijo que muy probablemente se necesitaba una tercera dosis”. Agregó que estas vacunas “no son contra la infección, lo que hace es que usted no desarrolla la enfermedad de forma severa y el índice de muerte es bajito”.
Sobre las vacunas que recomienda son: “Recomiendo mucho más Pfizer y Moderna porque son las más limpias en su producción, la de Sinovac tiene el mismo inconveniente de AstraZeneca que es un fragmento de RNA del virus convertido en ADN que se inserta dentro de un virus de chimpancé, eso es lo que le aplican a usted”.
Frente a la que se desarrolla en Cuba, Patarroyo concluyó: “Tengo profunda admiración por el trabajo de los cubanos y es admirable el desarrollo, considero que puede llegar a ser buena opción, aquí toca trabajar una manera de producir las vacunas de forma reproductible, transportable fácilmente, en grandes cantidades y en forma extremadamente barata”.