“Sinvergüenza, estudie”: Cathy Juvinao y Carlos Meisel se dicen de todo en medio del debate por salario de congresistas

El tema de la reducción del salario de los congresistas es algo que lleva tiempo sobre la mesa y que genera todo tipo de reacciones. Ante esto, el proyecto, liderado por el senador Jota Pe Hernández, despertó el debate de las voces políticas, en especial porque se generó una alerta de que habría un “orangután” sobre la iniciativa.

En ese sentido, para referirse al respecto, en entrevista en el espacio de Vicky en Semana estuvo Catherine Juvinao, representante a la Cámara del Partido Alianza Verde; al igual que Carlos Meisel, senador del Partido Centro Democrático.

Esta es la transmisión completa con los congresistas:

Por un lado, la representante Juvinao no estuvo de acuerdo con que se apruebe un artículo en el que se les permita a los congresistas poder trabajar en actividades extracurriculares a las que les competen como funcionarios públicos, pero el senador Meisel discrepó, pues, en su postura, dijo que sería buena esta iniciativa para que, en algún momento, el salario de los congresistas “ya no salga del bolsillo de los colombianos”.

Sin embargo, conforme pasó el tiempo, el debate se puso álgido y la discusión hizo que la dupla de congresistas se dijera de todo.

El tema de la reducción salarial de los congresistas no es nuevo, pero sí ha cogido ventaja en los últimos meses. Por eso, en Vicky en Semana se recalcó que, pese a las iniciativas, no hay avance, aunque se planteó la pregunta de si creen que los congresistas tendrían la disposición de trabajar gratis.

En palabras de la representante a la Cámara del Partido Alianza Verde: “En el Congreso, lastimosamente, las buenas intenciones a veces terminan convertidas en un Frankenstein horrible. Cuando yo le preguntaba al senador por su familia o si nació rico es porque a mí me parece cómico que él [Carlos Meisel] hable como que ‘ay, los servidores públicos no ganen ningún salario’, que no nos paguen de nuestros impuestos... Eso solamente lo puede decir una persona millonaria, que nunca ha sudado el pan que se come o que, definitivamente, está sacando plata de otros lados, pero una persona honesta, que estudia honestamente, que trabaja para vivir, pues sencillamente nunca saldría con una propuesta tan disparatada”.

Como complemento, Juvinao ratificó que es necesario “dignificar” la labor que se ejerce mediante el servicio público. En efecto, calificó las ideas del senador Meisel como “disparatadas”.

La postura de la representante continuó. Expresó que le llamó la atención el hecho de que el senador dijera que lo que necesitan los congresistas es saber si “hay algo bajo la cuerda o manejan algo con otras empresas”.

Entonces, Catherine Juvinao le hizo la invitación a Carlos Meisel para que leyera la Constitución Política y fue cuando la discusión se subió de tono; entre gritos, la representante pidió que la dejaran terminar de hablar.

“Léase, por favor, el Artículo 180 de la Constitución... Eso ya es obligatorio que se sepa, usted no tiene que legalizar la corrupción para que los congresistas reporten si están haciendo negocios, si tienen otras actividades económicas... Lo único que está confesando es que no conoce la ley... Estudie, y le voy a dar el mejor camino a usted para que no use los impuestos de los colombianos: no se lance al Congreso”, recomendó la representante de la Alianza Verde.

A renglón seguido, y entre interrupciones, el senador Meisel tampoco se quedó callado y respondió: “Lo que estoy diciendo yo es que todo lo clandestino incita a la corrupción... Yo no tengo por qué seguirle órdenes a usted, doctora, me da pena... No estoy legalizando la corrupción porque no soy corrupto... No sé si sea legal o ilegal, lo que sí sé es que es una sinvergüenza”.

En resumen, tras el fuerte ‘agarrón’, Juvinao concluyó en esta parte del debate en Vicky en Semana que lo único que le importa al senador del Centro Democrático “es hacer plata”, mientras que el mismo congresista manifestó que no sabe si el tecnicismo de la representante “le da para poder alcahuetearse la sinvergüenzura. Usted lo que propone es que sus compañeros en el 2026, cuando ya nosotros no estemos aquí, es a los que se les rebaje el sueldo. Eso sí es una sinvergüenzura. Bajémoslo desde ya”.