VICKY EN SEMANA
Vivian Polanía, la jueza que apareció semidesnuda, contó en SEMANA su historia: “En las audiencias me quito la toga, somos personas”
La juez primero penal con función de control de garantías bacrim (bandas criminales) ocupa todas las miradas por cuenta de la manera en que apareció en la audiencia virtual.
Vivian Polanía, una jueza de Cúcuta, dejó prendida su cámara y quedó en evidencia cuando estaba en la cama, con cigarrillo en mano y sin la toga. La escena se hizo viral y recuerda otros “eventos” particulares con la misma jueza. El 15 de octubre de 2020, la jueza contó su historia. En Vicky en Semana, la jueza Polanía, quien hoy tiene 34 años de edad, dijo que cada quien era sexy a su manera y que, además, le gustan los tatuajes y los piercings. “Cuando llegué a Cúcuta yo me ponía shorts y camisetas, así es el look que más me gusta. Posteriormente yo conozco el CrossFit y practicándolo, el cuerpo cogió otra forma”, explicó.
Narró que inicialmente llegó a Cúcuta en condición de provisionalidad como juez primera penal del circuito y con el pasar del tiempo, algunas amistades le empezaron a manifestar que existían molestias entre algunas personas que eran parte de su círculo laboral, por sus piernas. De acuerdo con Polanía, teniendo en cuenta las altas temperaturas en esa ciudad, no soportaba ponerse pantalones, por lo que recurría a otro tipo de vestimenta. “Obtuve unos cambios en mi cuerpo que además son disciplina y me enamoré de este deporte (CrossFit). Obviamente uno cambia, me ponía vestidos, fue más la molestia. La gente que me quería me decía ‘doctora, que sus fotos’, noo, yo que pena con ustedes. Lo intenté, de verdad comprándome vestidos acorde a lo que la gente quería en palacio. ¡Ayy, no resistí!”, explicó en Vicky en Semana.
Vea la entrevista completa con la jueza Vivian Polanía:
De acuerdo con Polanía, aunque intentó vestirse con vestidos largos, elegantes, también se le convirtió en un problema, ya que le decían que se veía muy sexy y bonita, por lo que le mandaron a decir que debía andar con toga. “Me cansé de darles gusto a las personas por encima de mi tranquilidad. En el Palacio de Justicia no hay salas suficientes para hacer las audiencias y yo tengo una cantidad de trabajo impresionante, las hago en mis despachos, y se me enredaban los vestidos en la silla. Vestidos que valían un montón de plata”.
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En Vicky en Semana, Polanía también aclaró que su única fuente de ingreso es su salario como jueza de la República, y que mientras ha sido funcionaria no ha recibido dinero de nadie. “Creo que fue una situación que tenía que explotar. El karma; mientras yo estuve en el Palacio de Justicia, me conocen, soy una persona que hablo de frente, no invento chismes, no hablo mal de la gente (...). A mí me toca ser una mujer fuerte porque muchas personas creen que porque soy una mujer joven y ellos son de más edad y porque tienen corbata, creen que pueden aprovecharse y pasar por encima de uno”.
Además, contó que vive sola, se divierte en Instagram y que no cambiará su personalidad tan solo porque otras personas no están de acuerdo con su forma de ser, y que seguirá haciéndose tatuajes porque le “encantan”, a tal punto que en este momento tiene plasmados en su cuerpo un total de 37. También afirmó que no es cierto que ella les esté faltando al respeto a sus colegas.
“Una cosa es uno ser fuerte y pueden creer que yo soy muy joven, pero yo llevo en la Rama Judicial desde los 18 años y eso a ti te da experiencia para ir viendo cómo va el discurso (...). Jamás he irrespetado a un colega o a un compañero, inclusive yo soy una persona que soy muy alegre. Yo de pronto en las audiencias me quito la toga, hago recocha con la Fiscalía, con los defensores, con los procesados. Somos personas”, agregó Polanía.
La jueza también reveló que algunos magistrados del Consejo Seccional de la Judicatura de Cúcuta y Arauca mantienen revisando sus redes sociales, y hasta han enviado una serie de solicitudes a Facebook pidiendo: “Dizque cuántos likes tengo, dónde estoy ubicada, que cuántas fotos. No mejor dicho, la más perseguida como si yo fuera de una organización delincuencial. A mí eso me tiene sorprendida, pero no veo ningún problema, mis cuentas siempre han sido públicas, las pueden mirar, revisar”. Señaló que ella prefiere que la gente se dé cuenta del “error tan grande que están cometiendo”.
A su vez, manifestó en Vicky en Semana que su gran pecado es salirse del paradigma del juez elegante. Recordó nuevamente que intentó ser como los demás togados pero que no le gustó, y que en últimas lo único que ella debe hacer es impartir justicia, no verse como “ellos quieren (...). No te imaginas lo difícil que es uno estar vestido con un vestido de esos largos y tener audiencias de cuatro horas”.