Historias solidarias
Compensar se la juega por la inclusión social de personas con discapacidad intelectual
A través de su Programa Enlaces, la caja de compensación ha transformado la vida de más de 16 mil niños, jóvenes, adultos y sus familias.
Estigmatización, pobreza, discriminación, exclusión de la educación y de la vida laboral son, según la Organización Mundial de la Salud, las problemáticas que más afectan a las personas en condición de discapacidad, y que, de manera directa, inciden en su calidad de vida y salud.
De acuerdo con este organismo, en el mundo existen unas 1.300 millones de personas con alguna discapacidad. En Colombia, la cifra asciende a 3,4 millones, es decir, el 6,8 por ciento de la población. ¿Cómo garantizar su inclusión social, derribando barreras que le impiden acceder a nuevas oportunidades? Compensar encontró la respuesta en su Programa Enlaces, una iniciativa que acompaña, capacita y empodera a personas en condición de discapacidad intelectual para que puedan tener mayor bienestar y calidad de vida.
Historias de superación
Valerie Segura, 17 años, es una de las beneficiarias de esta iniciativa. El desarrollo de sus capacidades en artes visuales y su espíritu emprendedor le permitieron combinar su pasión por la pintura y las plantas para crear, junto a su familia, un emprendimiento dedicado a la venta de materas pintadas por ella. “Gracias a Enlaces construí mi proyecto y entendí que tengo la oportunidad de salir adelante”, aseguró.
Felipe Foglea también encontró en Enlaces una oportunidad. En su caso fue la de fortalecer su amor por la música y el fútbol, dos actividades que hoy le permiten ver la vida con otros ojos, tener mayor autonomía y determinación para soñar sin límites. “Con el apoyo de los profesores y auxiliares he aprendido a ser independiente y a manejar mis emociones”, reconoció Felipe.
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El impacto de esta iniciativa en la vida de personas en condición de discapacidad intelectual es inmenso. Además de historias como la de Felipe o Valerie está la de Ricardo Castro. Luego de pasar por el Programa Enlaces y, posteriormente, gracias a una alianza entre el SENA y Compensar, que tiene como propósito la formación para la inclusión laboral, él inició un proceso formativo que lo llevó más adelante a ser seleccionado para trabajar como anfitrión de servicios en la caja. Su responsabilidad es garantizar que los visitantes a las sedes recreativas se sientan bien atendidos.
“Me aseguro de que los invitados tengan grandes experiencias. Este es un logro que también se debe a mi familia, que siempre ha estado para mí brindándome su apoyo incondicional”, dijo.
Las metas y sueños cumplidos de Valerie, Felipe y Ricardo dan cuenta del proceso que hacen los participantes de dicha iniciativa, a través de sus tres ejes de intervención: “Creciendo juntos”, que busca potenciar las capacidades de niños y jóvenes hasta los 17 años de edad, a partir del juego, la recreación, la exploración y el acercamiento a diferentes expresiones artísticas; “Habilidades para la vida”, dirigido a personas entre 18 y 55 años, con el objetivo de fortalecer las habilidades académicas y ocupacionales para que puedan definir sus propósitos; “Conexiones de vida”, que acompaña a los participantes que aún están descubriendo sus aptitudes y talentos. Hay un componente adicional de “Formación para la inclusión laboral”, en el que Compensar, en alianza con el SENA, promueve la empleabilidad de dicha población.
Diana Moreno, administradora del Programa Enlaces de Compensar, explicó que esta iniciativa “nació en 1995 como un apoyo fundamental en los procesos de educación inclusiva, y con el tiempo se convirtió en una alternativa muy importante para el aprovechamiento del tiempo libre y el bienestar de los afiliados en condición de discapacidad intelectual”.
En total, más de 16 mil niños, jóvenes, adultos y familias se han beneficiado de Enlaces, que se ha convertido en sinónimo de unión, amigos, alegría y diversión, y donde se cree en las capacidades, la transformación, el empoderamiento, el bienestar, la exploración, la escucha y la calidad de vida de personas que hacen de su discapacidad una fuente de inspiración.
En 29 años de historia, este proyecto ha impulsado a las personas con discapacidad intelectual y a sus familias a creer en el poder de la transformación e inclusión social, desde el reconocimiento de la diversidad.
“Nuestro compromiso en Compensar es continuar enlazando a las personas con discapacidad con un mundo lleno de oportunidades, aprendizajes y prácticas que favorezcan su autonomía e independencia, mejorando su calidad de vida y la de sus familias”, concluyó Moreno.