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La iniciativa busca prohibir el consumo de drogas y bebidas alcohólicas en parques, instituciones educativas, y espacios de recreación y deporte. | Foto: THINKSTOCK

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Prohibición de consumo de drogas en parques regresó en forma de ley

El Senado de la República aprobó en último debate la prohibición del porte y consumo de drogas en parques, entornos escolares y escenarios deportivos. Rodrigo Lara, autor del proyecto, explicó que la norma no va en contravía de la reciente disposición de la Corte Constitucional.

17 de septiembre de 2019

El proyecto de ley del senador Rodrigo Lara que prohíbe el porte y consumo de drogas en parques, entornos escolares y escenarios deportivos fue aprobado en último debate por el Congreso. La iniciativa busca prohibir el consumo de drogas y bebidas alcohólicas en parques, instituciones educativas, y espacios de recreación y deporte. El senador ha dicho que se trata de una medida para proteger a los niños y que pretende desterrar a los jíbaros de los espacios en los que suele haber menores de edad. 

Con el visto bueno de los legisladores, además, se habilita a los alcaldes para definir perímetros adicionales en sus ciudades y a las Juntas Administradoras a prohibir, no el porte, pero sí el consumo en ciertas zonas de propiedades horizontales o conjuntos residenciales. Lara explicó que esta disposición no va en contra de la reciente sentencia de la Corte Constitucional en la que declaró inexequible una prohibición general de consumo de licor y drogas en todo el espacio público. 

Hace un mes, a la Corte Constitucional le cayeron rayos y centellas por cuenta de un controvertido fallo con el que tumbaba, en nombre del derecho al libre desarrollo de la personalidad, la prohibición general de beber licor y consumir drogas en parques públicos. En concreto la alta corporación anuló apartes de artículos del Código Nacional de Policía y Convivencia, que sancionan el consumo de “bebidas alcohólicas, sustancias psicoactivas” en parques o en el espacio público.

La decisión de la corte atañe solo a dos de los 243 artículos del Código de Policía y no es cierto que con la decisión los jíbaros o expendedores puedan merodear libremente cerca a escuelas y colegios. El mismo código de convivencia faculta a los alcaldes y concejos municipales para reglamentar perímetros, horarios y otras condiciones que blinden a las escuelas o colegios del consumo de sustancias, y de negocios como bares y demás actividades que afecten el entorno educativo. Y las medidas correctivas pueden ir desde multas hasta el cierre del lugar.

"Esta iniciativa regula el uso y porte de sustancias psicoactivas y, en lugar de establecer una prohibición general en todo el espacio público, establece zonas específicas para la prohibición del consumo y porte", explicó Lara. 

No es un secreto que el consumo de drogas, incluso de marihuana, sigue siendo un tema tabú para una buena parte de la sociedad colombiana. Muchas de las familias que se han visto afectadas porque alguno de sus miembros cayó en el mundo de las adicciones, están dispuestas a apoyar cualquier medida que, al menos sobre el papel, promueva una guerra frontal contra el consumo.