NATURALEZA
Agua: más de 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso
Este es un recurso cada vez más escaso en el mundo, lo que genera grandes desafíos demográficos y climáticos. La falta de reconocimiento de su valor es la principal causa de su mal uso y desperdicio, afirma un nuevo informe de la ONU.
El agua es un recurso único e insustituible. Es la base de la vida, las sociedades y las economías, pero también un derecho que tienen lo seres humanos. Sin embargo, 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a este preciado líquido.
La falta crónica de inversión en agua y saneamiento perjudica a una gran cantidad de individuos, afirma la Organización de Naciones Unidas en un nuevo informe.
António Guterres, secretario general de este organismo multilateral, expresa su preocupación porque si no se cuadruplican los esfuerzos e inversiones, será imposible cumplir con la meta de lograr el acceso universal a este recurso para 2030, tal como lo indica la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
En el marco del Día Mundial del Agua, que se celebró este 22 de marzo, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), publicó el informe “Desarrollo de los recursos hídricos mundiales 2021″, en el cual se atribuye el descuido y desperdicio del agua a que generalmente se piensa en este líquido solo en términos de costo, sin tener en cuenta que este recurso “no tiene precio”.
“Esta falta de conciencia sobre su papel clave para la existencia misma es la principal causa de su mal uso y desperdicio. Reconocer, medir y expresar el valor del agua e incorporarlo en la toma de decisiones son decisiones fundamentales para lograr una gestión sostenible y equitativa de los recursos hídricos”, indica el estudio.
Para la Unesco es claro que no se trata de una materia prima y por ello es importante diferenciar entre el precio, el costo y el valor del agua. “No puede tratarse como un producto de consumo y negociarse en el mercado de valores”, argumenta.
Para la ONU, una de las situaciones complejas es que la tendencia del mundo moderno ha sido reducir el agua a su aspecto económico y señala que si bien no puede negar que tenga esa dimensión, el agua va mucho más allá de eso.
El informe recuerda que es un recurso necesario para la producción de alimentos, la generación de electricidad y diversos usos industriales, entre muchos otras actividades humanas. Sin embargo, su valoración en términos de dinero infravalora o ignora aspectos difíciles de traducir en una cantidad monetaria.
Como ejemplo de esta imposibilidad, el informe cita los 443 millones de días escolares que se pierden cada año por enfermedades relacionadas con el agua.
Al respecto, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, advirtió que el agua debe considerarse como un bien común mundial. Advirtió que la falta de acceso al agua pesa más sobre las niñas y las mujeres, ya que son ellas las que buscan la manera de acceder al preciado líquido.
Además, rechaza la posición de algunas sociedades o comunidades que solo le dan un matiz económico a un líquido que es parte de la naturaleza y que sostiene la vida o que forma parte intrínseca de concepciones culturales o religiosas, como ocurre con algunos ríos o lagos sagrados.
Sobreexplotación y contaminación
En América Latina el agua cada vez pierde más su valor, lo que fomenta la sobreexplotación y contaminación.
El estrés hídrico de la región ha alimentado conflictos, ya que varios sectores, incluidos la agricultura, la energía hidroeléctrica, la minería e incluso el agua potable y el saneamiento compiten por los escasos recursos.
Los costos del uso del agua o de su mantenimiento (una vez que se ha otorgado la concesión o el derecho a utilizarla) suelen ser nulos o insignificantes, dice el informe. El agua representa un “subsidio implícito” que no refleja su valor estratégico. Además, la mayoría de los países de la región “no han destinado suficiente financiación a la aplicación adecuada de la ley en los casos de contaminación y sobreexplotación”.
En torno a la importancia del agua, el ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia, Jonathan Malagón, abogó por el cuidado y la preservación de este recurso hídrico y explicó que el agua es “una de las agendas capitales” del país
Según datos del World Resources Institute (WRI), a 2025 unos 3.500 millones de personas podrían sufrir escasez de agua. Los países más afectados por esta problemática se encuentran en Oriente Medio y el norte de África. Sin embargo, no son los únicos. En Asia y el Pacífico, el cambio climático les ha comenzado a pasar factura. Los desastres naturales son cada vez más frecuentes en esta zona del planeta, a lo que se suma la contaminación del agua, lo que repercute en la salud de las personas y en el empobrecimiento de las tierras.