DÍA INTERNACIONAL DEL TAPIR
Día de la danta: ¿por qué se celebra y cuáles son las amenazas de estos animales?
Cada 27 de abril se celebra el Día Internacional del Tapir, un llamado a proteger a estos mamíferos, claves en la preservación y recuperación de bosques y áreas degradadas.
Las dantas o tapires son los mamíferos más grandes que existen en Latinoamérica. Son conocidos como ingenieros o jardineros de los bosques, gracias a la labor de conservación que realizan en sus hábitats.
Se alimentan de plantas y frutas y son importantes dispersores de semillas, pues defecan mientras realizan largas caminatas. La semilla abonada por sus excrementos germina y esto permite que árboles y plantas crezcan en diferentes lugares, por eso se considera que son determinantes en la recuperación de áreas degradadas.
Cada 27 de abril se celebra en Día Internacional del Tapir, una fecha que tiene como fin llamar la atención sobre su importancia y reconocer la labor que cumplen en los ecosistemas y de esta forma motivar su conservación, pues se trata de especies que están en inminente riesgo.
Lo más leído
Colombia cuenta con tres de las cuatro especies que hay en el mundo: la danta el Pacífico (Tapirus bairdii), la de Montaña (Tapirus pinchaque) y la Terrestre o Amazónica (Tapirus terrestris).
La primera, está distribuida únicamente en el extremo norte de la región Pacífica, en la Serranía del Darién y en las inmediaciones del Golfo de Urabá; mientras que la de Montaña, se ubica en la cordillera Central, pues hasta la fecha, no hay evidencias verídicas de la presencia de la especie en las cordilleras Oriental y Occidental. La iniciativa Conservación de Tapires de Colombia (CTC), ha identificado 370 registros de esta especie. De las tres especies, la Danta Amazónica es la que presenta la distribución geográfica más extensa.
En el país también fue identificada una subespecie de la Tapirus terrestris, conocida como Danta Colombiana (Tapirus terrestris columbianus), de la cual la CTC ha reunido 30 registros. Está distribuida en la región Caribe y en el Valle Medio del río Magdalena. Sin embargo, sus poblaciones están altamente fragmentadas y su hábitat natural profundamente alterado.
Presencia regional
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el tapir de montaña, categorizado En Peligro, habita en Colombia, Ecuador y Perú. La misma situación de riesgo enfrenta el tapir del Pacífico, que habita en México, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia; pero está extinto en El Salvador.
El tapir amazónico, en cambio, figura como Vulnerable en la Lista roja de la UICN y su rango de distribución incluye Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela.
En Colombia estos animales son clave, pues su distribución se da precisamente en grandes zonas ecológicas y determinantes en materia ecosistémica como son la Amazonia, Orinoquia, los Andes y el Chocó biogeográfico. “Es un país único en tener tres especies, pero también la responsabilidad es mayor en los esfuerzos que se hagan tendientes a su conservación”, indica.
En 2017 surgió en el país la iniciativa Conservación de Tapires de Colombia (CTC), con el objetivo de trabajar en investigación y conservación de estas especies.
Sergio Escobar Lasso, su director, manifestó que desde hace tiempo diferentes actores tanto nacionales como externos veían con preocupación los riesgos y las amenazas generados sobre estas especies y la necesidad de crear conciencia frente a su protección, por lo que era importante buscar alternativas que permitieran llenar los vacíos de información sobre las mismas y de esta forma trabajar en estrategias de conservación.
Principales amenazas
La cacería es otra de las amenazas que se cierne sobre estas especies. Los habitantes las cazan tanto para consumo como por un tema deportivo, generando la extracción de individuos de las poblaciones. También se enfrentan a otros riesgos como: enfermedades emergentes y construcción de infraestructura que en algunas oportunidades causa atropellamientos y genera fragmentación del hábitat.
Entre las tres especies, la más amenazada es la de Montaña. Esta situación se da porque viven en muy bajas densidades, ocupan las zonas altas de Los Andes, región que ha sufrido el mayor proceso de transformación en el país debido a la cantidad de población.
Sin embargo, no es la única. Dado que el tapir del Pacífico tiene una distribución muy pequeña en el Chocó, también lo hace muy vulnerable a una posible desaparición en caso de no tomar acciones para conservarlo.
Hoy cuando se reconoce internacionalmente el papel que cumplen estos mamíferos en los ecosistemas, el llamado es a cuidarlos y protegerlos, pues su reproducción es lenta, tanto así que es uno de los principales obstáculos para repoblar la especie. Aunque alcanzan la madurez sexual al año de vida, el ciclo de reproducción empieza entre los tres y cinco años. El tiempo de gestación es de 13 meses y solo tienen una cría o a veces dos pero es muy poco usual.