Sostenibilidad
La Tierra recibe altas radiaciones por el gran agujero en la capa de ozono, advierten científicos
Esta cobertura se encuentra entre 14 y 35 kilómetros sobre la superficie del planeta.
Una gran advertencia para el mundo envió este jueves un grupo de científicos al afirmar que el agujero de la capa de ozono sobre el hemisferio sur es más grande de lo habitual y supera ya en tamaño a la Antártida.
¿Pero por qué resulta tan peligroso este fenómeno? La reducción de la capa de ozono y el agujero en la misma generan preocupación mundial sobre el incremento en el riesgo de cáncer y otros efectos negativos para los humanos, la biodiversidad animal y vegetal.
La capa de ozono es la que impide que los rayos de luz ultravioleta atraviesen directamente la atmósfera terrestre. Estas radiaciones causan cáncer de piel, quemaduras y cataratas, así como daños en plantas y animales.
El Servicio Copérnico de Monitoreo de la Atmósfera de la Unión Europea informó este 16 de septiembre, en ocasión de celebrarse el Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono, que el llamado agujero de ozono, que aparece cada año durante la primavera austral, creció considerablemente durante la última semana después de haber tenido un inicio promedio.
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Vincent-Henri Peuch, director del servicio de monitoreo por satélite de la UE, detalló a agencias de noticias internacionales que las previsiones muestran que el agujero se ha convertido este año en uno bastante más grande de lo habitual. “Estamos ante un agujero de la capa de ozono muy grande y potencialmente profundo”, añadió.
El científico explicó que el ozono atmosférico absorbe la luz ultravioleta procedente del Sol y su ausencia supone que la Tierra reciba más radiación de alta energía, que pueda causar daños a las células vivas.
El agujero del año pasado también comenzó sin novedades, pero terminó siendo uno de los más duraderos desde que se tienen registros, apuntó el directivo del servicio de monitoreo.
Es el #DíaDelOzono.
— Naciones Unidas (@ONU_es) September 16, 2021
Una fecha para celebrar el éxito del #ProtocoloDeMontreal.
Gracias a ese acuerdo internacional, la capa de ozono que nos protege de los peligrosos rayos ultravioleta, está en camino de su recuperación total. https://t.co/0tIYXl7YCy #AcciónClimática pic.twitter.com/5LnQPjtWSc
¿Por qué se forma el agujero?
La capa de ozono se encuentra entre 14 y 35 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y esta protege al planeta de la radiación ultravioleta. Según explican los científicos, el agujero en el hemisferio sur generalmente es causado por sustancias químicas, como el cloro y el bromo, que migran a la estratosfera, creando reacciones catalíticas durante el invierno antártico.
En los años 80 compuestos químicos emitidos por los humanos crearon un agujero en la capa de ozono. De allí que el Protocolo de Montreal, firmado en 1987, derivó en la prohibición de un grupo de químicos llamados halocarbonos, a quienes se culpa del aumento anual del agujero de la capa de ozono.
El portal de noticias CNN explica en un artículo que el agujero de ozono está relacionado con el vórtice polar antártico, una banda de aire frío arremolinado que se mueve alrededor de la Tierra. Cuando las temperaturas altas en la estratosfera comienzan a subir a fines de la primavera, el agotamiento del ozono se ralentiza, el vórtice polar se debilita y finalmente se descompone, y para diciembre, los niveles de ozono generalmente vuelven a la normalidad.
“Esto pone fin al aislamiento del aire creado por el vórtice polar que se forma durante el invierno antártico, lo que permite que sustancias químicas como el cloro y el bromo agoten la capa de ozono”, según el Copernicus y la NASA.
El programa Copernicus monitorea la capa de ozono utilizando modelos de computadora y observaciones satelitales, y aunque la capa de ozono está mostrando signos de recuperación, el Copernicus dice que no se recuperará por completo hasta la década de 2060 o 2070.
La razón de este panorama negativo es que esto se debe a que llevará tiempo ver los efectos de la eliminación gradual de los clorofluorocarbonos (CFC), que agotan la capa de ozono.
Un estudio publicado en la revista Nature el mes de agosto asegura que el mundo estaría en camino de un aumento adicional de 2,5 grados centígrados en las temperaturas globales y un colapso de la capa de ozono, si el protocolo no hubiera prohibido los clorofluorocarbonos .