MEDIOAMBIENTE
Los conflictos armados amenazan a más de 200 especies en el mundo, dice la UICN
Gorilas y elefantes hacen parte de las especies que enfrentan mayores riesgos en medio de las guerras. Países con gran biodiversidad son gravemente afectados por esta problemática.
Ni siquiera el medio ambiente se salva de las afectaciones generadas por las guerras, los conflictos y los ejercicios militares. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), más de 200 especies están amenazadas en el mundo por cuenta de estas problemáticas.
En un informe, esta organización internacional, cuyos 1.400 miembros incluyen Estados, oenegés e instituciones científicas, denuncia el efecto devastador de los conflictos armados sobre diversos ecosistemas.
La organización, con sede en Ginebra, pidió que la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales sean considerados como instrumentos de paz.
“La degradación de la naturaleza aumenta el riesgo de conflictos, mientras que las guerras devastan no sólo vidas, sino también el medio ambiente”, destacó el director general de la organización, Bruno Oberle, en una comunicación oficial.
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Este informe, el primero de una serie dedicada a la naturaleza en un mundo globalizado, constata que los conflictos armados son particularmente frecuentes en algunas de las regiones del mundo más ricas en biodiversidad, por lo que los efectos tienden a ser mayores, poniendo en riesgo diversos ecosistemas y las especies que en ellos habitan.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Un total de 219 especies amenazadas se enfrentan a “guerras, disturbios civiles y ejercicios militares” y, mientras algunas son exterminadas, otras ven su ecosistema devastado, poniendo en riesgo su permanencia y conservación.
Varias especies emblemáticas están amenazadas por las guerras, como el gorila (en peligro crítico de extinción). Los conflictos que enfrentan la República Democrática del Congo, Ruanda y Uganda, tienen en serio riesgo a estas especies, pues a pesar de que son muchas las personas que trabajan por su protección, en muchas ocasiones también estos guardabosques terminan siendo víctimas de estos conflictos sociales y militares.
Otro de los casos que destaca la UICN, es que durante el genocidio de Ruanda, en 1994, 90 % de los grandes mamíferos del parque nacional de Akagera fueron abatidos para ser usados como alimento por las personas que huían de la matanza.
El informe también cita el conflicto en Sudán donde no menos de 2.000 elefantes fueron abatidos por las milicias sudanesas sólo en 2007, una cifra alarmante y altamente preocupante.
Conflictos en tierras menos productivas
Después de haber examinado más de 85.000 enfrentamientos armados registrados en las últimas tres décadas, los cuales causaron la muerte de más de dos millones de personas en todo el mundo, la UICN concluyó que la violencia es más probable que estalle en países donde las tierras agrícolas son menos productivas y las sequías frecuentes, lo que genera conflicto sociales.
Según Juha Siikamaki, economista de la UICN, “estos resultados sugieren que la protección y la gestión sostenible de los recursos naturales pueden contribuir a reducir las presiones que alimentan los conflictos”.
El informe también señala que los conflictos son menos frecuentes dentro de las reservas naturales y las zonas protegidas, por lo que avanzan en la protección de áreas es clave no solo para proteger los ecosistemas, sino incluso a las mismas comunidades y habitantes de estas zonas.
La UICN enumera varias recomendaciones políticas para mitigar y prevenir los conflictos armados, incluida la adopción de medidas de protección para el personal que trabaja en zonas de riesgo y otros defensores de la naturaleza, quienes en los últimos años se han visto seriamente afectados por la realización de su trabajo.
En su informe, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza también pide “sanciones contra quienes cometan crímenes de guerra medioambientales”.
*Con información de AFP