Conmovedora historia y liberación de extraño lobo marino en Tumaco, Nariño, al que llamaron Evelin y estuvo a cuatro horas de morir

El Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico (CCCP), de la Dirección General Marítima (Dimar), atendió y liberó un lobo fino de las Galápagos que llegó herido a inmediaciones de la Estación de Guardacostas de Tumaco (Nariño).

El exótico animal marino apareció herido, fuera del mar, en cercanías de la estación. Cuando los uniformados lo vieron trataron de ayudarlo, pero con las pocas fuerzas que tenía trataba de defenderse, pensaba que querían hacerle daño y, para tratar de mitigar la supuesta amenaza, lanzaba con la intención de morderlos, era evidente que se encontraba asustado.

Luego de examinarla identificaron que se trataba de una hembra, permaneció con el personal médico durante una semana, tiempo suficiente para encariñarse. Los miembros de la Dimar la llamaron Evelin, la alimentaban con pescado, incluso de su propia provisión. Con el paso de los días Evelin ya se había acostumbrado a los mimos y cuidados, tanto así que le dieron la opción de quedar en libertad para que pudiera irse a mar abierto.

Lo que manifiestan los especialistas es que si la criatura hubiese permanecido cuatro horas más en las condiciones que estaba, sin atención, lo más probable es que falleciera, pues su especie es delicada.

El CCCP, en cabeza de su personal capacitado para la verificación del mamífero, determinó que se trataba de una hembra de la especie “Arctocephalus galapagoensis” con una herida profunda en el cuello, por lo que coordinó la intervención de los veterinarios del Centro de Fauna Silvestre de la Corporación Autónoma de Nariño (Corponariño), con el fin de velar por su bienestar y pronta recuperación.

Esta situación es inusual, pues este mamífero no suele permanecer en esta zona, como lo explica el biólogo Christian Bermúdez, de la Sesión de Protección del Medio Marino del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Pacífico: “si bien Colombia no está dentro de la zona de distribución de las poblaciones de esta especie, en los últimos años se han dado algunos avistamientos a lo largo de la Costa Pacífica, tanto de Nariño como de Cauca. Se piensa que fenómenos como el Niño, la Niña y los cambios de las corrientes los traen hasta estas costas, pero es una hipótesis que está en estudio actualmente”, explicó.

Luego de permanecer cinco días en observación, en los que la Autoridad Marítima Colombiana monitoreó a diario la evolución del mamífero, este fue liberado en aguas jurisdiccionales para que continuara con su recorrido.

La Dimar hace un llamado a la comunidad para que, si observa estas especies, no se acerque y avise a las autoridades competentes para que sean estas quienes realicen el proceso de custodia y recuperación cuando sea necesario; asimismo continuará trabajando en pro de la conservación del medio marino en el territorio colombiano.

Evelin, en el momento de la liberación, se tomó varios segundos y miraba a sus rescatistas y al inmenso mar, como si tratara de definir qué decisión tomar y de repente se lanzó, como si fuera consciente que, aunque se alejaba de los cuidados, estaría en su entorno natural, y con la posibilidad de que su especie se siga reproduciendo. Razón por la cual los miembros de la Dirección Marítima consideran que hicieron un aporte importante a la preservación de los recursos marinos del Pacífico sur nariñense.

Cabe recordar que la segunda semana de octubre, en aguas del Pacífico colombiano, exactamente en el Parque Nacional Natural Utría, ubicado en el departamento de Chocó, fue avistado y grabado un elefante marino. Pese a que su visita a las playas del territorio nacional es inusual, este es el segundo individuo de la especie Mirounga leonina del que se tiene registro en menos de 15 días.

Parques de Colombia explicó que el individuo mide aproximadamente tres metros de longitud y que su avistamiento es inusual porque habitan en el extremo sur del continente. “En Suramérica sus poblaciones se concentran principalmente en la Antártida, donde se alimentan y se reproducen. Aunque verlos en las aguas del Pacífico colombiano no es común, este es el quinto año consecutivo que observamos individuos de esta especie y la segunda vez de este año”, explicó la entidad.