Sostenibilidad
Iniciativa de conservación de aves abre convocatoria para que sean más espacios
En Colombia existen 783 municipios priorizados por su valor excepcional para las aves (amenazadas, migratorias y endémicas
En Colombia, el establecimiento o ampliación de áreas protegidas es prioritario para la efectiva conservación de la biodiversidad y los ecosistemas que benefician al país y al hemisferio. Por tal motivo, el pasado 10 de octubre la iniciativa Conserva Aves.
Esto, producto de la histórica alianza entre American Bird Conservancy, National Audubon Society, BirdLife International (BLI) y RedLAC, lanzó en el país una convocatoria para crear 12 o más nuevas áreas protegidas, establecidas a partir de un modelo de cofinanciación y la cual invita a organizaciones de base comunitaria, organizaciones privadas y uniones temporales público-privadas para que postulen proyectos enfocados en la creación o ampliación de áreas de conservación.
La ‘Convocatoria para la creación o ampliación, manejo y fortalecimiento de áreas protegidas regionales, municipales, étnicas, públicas o privadas para el programa’ estará abierta hasta el próximo 16 de noviembre.
Los proyectos deben estar enfocados en la creación o ampliación de áreas de conservación regionales, municipales, territorios y áreas de conservación de pueblos indígenas y comunidades locales (TICCA) o reservas privadas (RNSC) en áreas prioritarias para las aves y el diseño o fortalecimiento de sus planes de manejo y sostenibilidad.
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Las organizaciones que postulen sus proyectos deben contar con terrenos de, al menos, 500 hectáreas para crear o ampliar áreas protegidas y para la construcción e implementación de sus planes de manejo y de sostenibilidad financiera. El valor máximo a cofinanciar, bajo un esquema 1:1, será de 135 mil dólares por cada proyecto.
Existen en Colombia 783 municipios priorizados por su valor excepcional para las aves (amenazadas, migratorias y endémicas) y en los cuales se enfocará la convocatoria. La ejecución de la iniciativa en el país es liderada por Fondo Acción, con el apoyo de la Asociación Calidris, que dará soporte a los beneficiarios y hará el monitoreo de avance.
La iniciativa “es una oportunidad para que las áreas protegidas sean estrategias efectivas, donde las organizaciones y comunidades locales estén involucradas en su planeación, manejo y sostenimiento en el tiempo. En Colombia, seremos el facilitador y promotor de la ejecución en campo”, manifestó Natalia Arango, directora ejecutiva de FA.
Colombia, un hito
Sebastián Herzog, director de Áreas Protegidas de Audubon Américas (AIA), detalla que de las casi 2000 especies de aves que han sido registradas en Colombia, 102 están en peligro de extinción. “Son especies únicas y maravillosas que van a desaparecer si no tomamos acciones colectivas para su protección”, expresó.
Para lograr esto, la idea “pretende poner más de un grano de arena: catalizará el establecimiento de al menos una docena de nuevas áreas protegidas locales para que estas aves amenazadas sigan aportando sus invaluables beneficios a la naturaleza”, agregó.
Por su parte, Dan Lebbin, vicepresidente de Especies Amenazadas de ABC, afirma que “la creación de áreas protegidas nuevas, particularmente en los altos Andes y bosques del Chocó en Colombia, ayudará a salvaguardar la riqueza de aves amenazadas en el país, incluyendo especies como el Montañerito Paisa, el Zamarrito del Pinche, y el Paujil Piquiazul”.
Colombia tiene una importancia adicional. “Con la apertura de convocatorias en el país, marcamos un hito en materia de áreas protegidas, pues busca conectar hemisféricamente, desde México hasta Chile, los territorios de vida de las Américas. Para Colombia, el país de las aves y el cual hoy tiene una nueva Estrategia Nacional de Conservación (ENCA 2030), el programa se convierte en una herramienta fundamental para su implementación”, afirma Aurelio Ramos, vicepresidente de AIA.
La iniciativa de conservación a largo plazo busca impulsar la creación, consolidación, manejo y fortalecimiento de 100 o más nuevas áreas protegidas estratégicas en nueve países de la región, es decir, más de dos millones de hectáreas, inicialmente, en México, Guatemala, Belice, Panamá, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Chile.
Asimismo, favorece tanto a las aves amenazadas, endémicas y migratorias, como a la biodiversidad, a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe.
“Esta es una nueva y emocionante iniciativa enfocada en sitios específicos, la cual cierra la brecha en las áreas protegidas para algunas de las especies de aves más amenazadas en los Andes”, precisa Ian Davidson, director Regional de Américas de BLI.
Efectivamente, el objetivo es centrarse en hábitats esenciales para las aves y la biodiversidad. Estos sitios, compuestos por bosques, pastizales, humedales y otros tipos de hábitats, no solo son importantes para la reproducción, alimentación y descanso de las aves, sino que también contienen uno de los mayores niveles de biodiversidad de la Tierra.
Se escogió la estrategia de áreas protegidas subnacionales por ser una de las más eficaces en cuanto a conservación, mitigación y adaptación al cambio climático y porque garantiza un gran retorno a la inversión. Su gestión apropiada permite vincular investigación científica, conservación de ecosistemas a largo plazo, biodiversidad, servicios ambientales y valores culturales, sensibilización y educación ambiental, turismo y recreación, entre otros.