Medio ambiente
Para producir más de 50 mil árboles al año, Distrito y privados inauguraron vivero en la reserva Van der Hammen
A la fecha, en el vivero se están germinando árboles de 17 especies, además, se han producido más de 1.900 árboles de 28 especies, de los cuales, 1.404 fueron recuperados de otros ecosistemas.
Con el propósito de reverdecer a Bogotá, la Secretaría de Ambiente y dos empresas privadas inauguraron en la tarde de este miércoles, 26 de octubre, el vivero La Esperanza, en la Reserva Thomas Van der Hammen, al norte de Bogotá.
La construcción del vivero es el resultado de unos de los compromisos adquiridos, en la firma de los acuerdos de conservación, entre el Distrito, Flores de Los Andes y la comercializadora Internacional Sunshine Bouquet, realizado en agosto de 2021.
“Estamos muy felices, porque estamos inaugurando nuestro vivero La Esperanza, el primer vivero que desarrollamos, construimos y acordamos con privados propietarios del suelo en la reserva Thomas Van der Hammen. Este vivero es el resultado de acuerdos de conservación que firmamos en agosto de 2021 con Sunshine Bouquet y Flores de Los Andes, dos aliados que han querido demostrar que los cultivos de flores en la reserva son sostenibles y cumplen con el plan de manejo”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
El vivero tiene un área de 713,35 metros cuadrados y tiene la capacidad de producir 50.000 individuos vegetales al año. La Secretaría de Ambiente prestó la orientación técnica para el diseño, la experiencia en la instalación y manejo de material vegetal; mientras que las dos empresas se encargaron de la mano de obra y los materiales.
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“De aquí van a salir 50 mil individuos vegetales cada año, que nos ayudarán a restaurar toda la reserva, para hacer los acuerdos y dar el material vegetal a los colegios, a los clubes que se van uniendo a esta iniciativa de salir del conflicto y llegar a la cooperación para tener la reserva Thomas van der Hammen que los bogotanos y bogotanas necesitamos y queremos”, agregó la secretaria Carolina Urrutia.
La Esperanza, como se llama el nuevo vivero, es un compromiso y voluntad de las partes para la conservación y preservación de la Estructura Ecológica Principal, especialmente de la reserva Van der Hammen, ecosistema estratégico del borde norte de la ciudad.
Además, el vivero se convierte en una estrategia de apoyo para la producción de material vegetal nativo en la reserva, cuenta con áreas de semilleros (cubierto), de propagación, de cuarentena, un umbráculo para el depósito de los insumos y una compostera, y hará parte de la red de viveros que busca conformar la Secretaría de Ambiente con los firmantes de los acuerdos de conservación.
“Esto es un esfuerzo de todos. Se nos hace importante el nombre que le dimos: La Esperanza, empresa y Gobierno trabajando por un mejor mañana, eso es lo que nosotros queremos, porque esto no es solo para esta generación, sino para muchas más. Estoy sumamente contento, como todo nuestro equipo y como muchos de ustedes, nosotros seguiremos trabajando”, afirmó John Vaughan Ricaurte, uno de los fundadores de Flores de Los Andes.
Los árboles de especies nativas que se producirán en este vivero servirán para realizar los procesos de restauración ecológica que implementarán cada una de las empresas.
Los acuerdos de conservación buscan lograr un equilibrio de protección y conectividad, sin excluir las diferentes actividades que se desarrollan alrededor de los ecosistemas.
“Esta alianza ha sido muy importante, compartimos las mismas filosofías de trabajo que van encaminadas al respeto del medioambiente y el respeto por todo lo social. Somos conscientes de que debemos estar restaurando cada día el área donde estamos, esto es lo que nuestros hijos y nietos van a tener en un futuro, un mejor ambiente, una mejor sociedad. El esfuerzo ha sido importante, le estamos agregando valor a la reserva forestal”, afirmó, por su parte, Elsa Patricia Ramírez, gerente de Flores de Los Andes.
A la fecha, en el vivero se están germinando árboles de 17 especies, además, se han producido más de 1.900 árboles de 28 especies, de los cuales 1.404 fueron recuperadas de otros ecosistemas para que puedan continuar prestando sus servicios ambientales; mientras que 500 plántulas fueron donadas por la Secretaría de Ambiente.
Arboloco, corono, cajeto, roble, espino garbanzo, tuno esmeraldo, mano de oso, cerezo, alcaparro, laurel de hoja grande, arrayán blanco, chocho, curuba, garrocho, guayacán de Manizales, entre otras especies se producirán en este vivero.
Al finalizar la jornada, se plantaron árboles de diferentes especies, que hacen parte de los acuerdos de conservación firmados en la reserva Thomas Van der Hammen.
Vale mencionar que un acuerdo de conservación es un pacto voluntario entre dos o más actores, que busca preservar, restaurar y realizar usos sostenibles de la biodiversidad, así como generar conocimiento ambiental, garantizando el bienestar de los ciudadanos.
Los recursos para ejecutar estas acciones provienen de fuentes financieras del Estado y alianzas con privados. Los proyectos buscan principalmente conservar las condiciones ambientales de los ecosistemas en los que se firman.
Los acuerdos aportan en la consolidación y protección de los ecosistemas, en el restablecimiento de la conectividad ecológica, contribuyen al cuidado y mantenimiento de las condiciones naturales del suelo, aumentan los hábitats para la fauna y flora.
A la fecha, el Distrito alcanza ya 15 acuerdos de conservación por 174,02 hectáreas (ha), para consolidar varios ecosistemas estratégicos de Bogotá. Nueve de ellos se han suscrito en la reserva Thomas Van der Hammen en 70,02 ha, mientras que seis se han firmado en otras áreas de la ciudad, que suman 104 ha.