V Cumbre de Sostenibilidad
Cumbre de Sostenibilidad: ¿cómo garantizar la vida humana en la Tierra? La economía regenerativa podría ser la respuesta
La sostenibilidad ya no es suficiente para mitigar el cambio climático, será necesario desarrollar procesos de economía regenerativa. En la jornada de la V Cumbre de Sostenibilidad, varios expertos profundizaron en los retos y oportunidades que ofrece este enfoque para consolidar un nuevo modelo productivo.
Culminó con éxito el evento para el desarrollo sostenible más importante del año en Colombia. Más de 30 panelistas abordaron temas relacionados con los avances del mundo hacia una economía regenerativa, de qué manera los hongos pueden contribuir a restaurar los suelos, las ventajas del biodiseño para promover la economía circular, cuál es el valor de la infraestructura natural, qué está en juego si se sigue degradando los suelos y las oportunidades de generación de empleos verdes en Colombia. Además de varios casos de éxito de iniciativas sostenibles en Colombia.
En un primer espacio, John Fullerton, reconocido economista y filósofo inicio la jornada de reflexiones sobre cómo generar sistemas económicos más sostenibles. Aseguró que el sistema capitalista es inviable y es necesario encontrar un modelo que garantice la vida en el planeta.
En este sentido, profundizó en la economía regenerativa, la cual explicó tiene como finalidad lograr una transición hacia una nueva historia, “en donde haya un sistema económico que funcione para todos”.
Según el economista, los tres principios de la economía regenerativa son ver que la economía humana es un sistema vivo, entender cómo hay patrones y principios que describen cómo los sistemas vivos en la naturaleza se autosostienen y regeneran, y tener presente que para que la economía humana sobreviva debe alinearse con esos principios.
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Ante este escenario, Fullerton destacó la biodiversidad de Colombia como un regalo único, y de allí la importancia de consolidar esfuerzos de economía regenerativa en el país.
¿Cómo implementarla?
En un segundo segmento, varios panelistas señalaron que para transformar el sistema económico y darle mayor protagonismo a la naturaleza, se requiere la articulación de diferentes sectores. Uno de estos es el financiero.
Andrés Felipe Rojas, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Asobancaria, explicó en esta conversación que se debe empezar desde la educación de todos. “Esto no puede ser una conversación que quede entre el Ministerio de Ambiente y el Departamento Nacional de Planeación (DNP), sino que se tiene que dar a todo nivel”.
Rojas agregó que esta alineación también incluye al sistema tributario, pues este debe estar en pro del desarrollo de la bioeconomía.
Alexander Rincón Ruiz, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y Ph.D en Economía Ecológica de la UAB, explicó que el sistema económico hace parte de un sistema mucho más complejo, y no es cualquier sistema: es un sistema vivo. “Con este principio, la economía pasaría a entenderse más como un medio que como un fin. Realmente es un medio para el mantenimiento de la vida”, señaló.
Los panelistas coincidieron en que si el progreso se sigue entendiendo como la acumulación del capital, se está mal. “Se debe pensar que las formas superiores de capital son el natural y el humano, y las formas inferiores de capital son el financiero y el de infraestructura. Se pueden transformar estas formas para lograr un capital natural y social, y es ahí donde debemos transformar la economía para lograr que esta sea regenerativa y productiva”, explicó Claudia Martínez, directora ejecutiva de E3 - Ecología, Economía y Ética.
Importancia de los modelos regenerativos
En medio de la V Cumbre de Sostenibilidad, expertos señalaron que los modelos regenerativos generan un bienestar al planeta, además de abrir oportunidades económicas para la nación.
Diana Trujillo, directora Académica de la Maestría en Regeneración y Desarrollo Sostenible de la Universidad de los Andes, afirmó que “las prácticas tradicionales de agricultura y de ganadería afectan la salud del suelo, el agua, la biodiversidad y la salud humana”.
La cofundadora de Colombia Regenerativa, Melina Ángel, coincidió que como especie “hemos hecho unos procesos que nos llevan a un colapso ambiental y en este momento el planeta nos está diciendo que tenemos que cambiar”. Agregó que para poner en práctica ese conocimiento que ofrece la naturaleza, se debe analizar desde cómo la sociedad ve los territorios y a qué escala estará si escucha su llamado.
Por lo anterior, precisaron en que desde la escala humana se debe analizar cómo cada uno de los territorios tiene prioridades distintas, y cómo se escucha desde los niveles políticos lo que realmente está pasando en los territorios para recobrar la vitalidad que tienen los ecosistemas y así para determinar cuáles son los pasos que van a tener que llevar a cabo para tener más bienestar.
Precisamente, para atender este llamado de la naturaleza, varios expertos explicaron las consecuencias de no contar con programas de recuperación del suelo para actividades agrícolas. Marcela Quintero, directora de Paisajes Multifuncionales del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), aseguró que actualmente hay 1 billón de personas en condiciones de hambre. Según las proyecciones de crecimiento de la población mundial, para el 2050 la humanidad debería incrementar en casi un 60 por ciento la producción de alimentos.
Sin embargo, si se sigue teniendo una degradación del suelo, se pone en riesgo esa meta. “Hoy, una quinta parte del área de la tierra ya presenta degradación de suelos, y 27 por ciento de esa quinta parte está en Latinoamérica”, agregó Quintero.
Como parte de un elemento que ha sido muy invisibilizado, Aída Vasco, docente de la Escuela de Microbiología de la Universidad de Antioquia, destacó que los hongos son unos organismos clave en la salud del suelo. La sociedad no solo desconoce la importancia de su función en los ecosistemas, sino que además piensa que son malos.
“Los hongos son los que reciclan la materia orgánica, son quienes devuelven los nutrientes a los sistemas y por eso son tan importantes en los ecosistemas: son los principales recicladores de la naturaleza”, indicó la docente.
Conocer esos atributos puede ser clave para utilizarlos correctamente en proyectos de regeneración de suelos en el Amazonas.
El rol del Gobierno
Carlos Correa, ministro de Ambiente, por su parte, realizó un balance de los logros y avances en el último cuatrienio en materia ambiental. Para el jefe de cartera, el haber consolidado una política pública que enmarca esfuerzos en deforestación, disminución de huella de carbono, protección de ecosistemas marinos, entre otros, es uno de los grandes legados de esta administración.
La deforestación, precisamente, fue uno de los focos de esfuerzo más importantes. Según Correa, desde el Gobierno se fijaron como meta sembrar 180 millones de árboles a finales de 2022. Superaron ese objetivo, pues esta cifra ya se encuentra en 140 millones. Y además destacó que el país quedó con las capacidades y conocimiento para continuar sembrando mínimo 180 millones de árboles cada cuatro años.
Los retos de hacer realidad la economía regenerativa
Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad Ean, fue la encargada de cerrar la jornada de discusiones y ponencias. El argumento más llamativo de su exposición fue la crítica a la tesis de que los humanos nos debemos reconciliar con la naturaleza, pues esto implica entenderla como algo externo a nosotros. “Lo que tenemos que hacer no es regenerar esa relación sino la interfaz permanente en la que habitamos como seres animales en el mundo”, indicó.
Baptiste explicó además lo que implica generar procesos de regeneración implica el reconocimiento de unas condiciones y un contexto particular. Por ejemplo, a la hora de hacer proyectos de este tipo en ciudades, que tienen ciertas limitaciones cuando se refiere a regeneración de naturaleza.