CONSERVACIÓN
Avanza la consolidación de la reserva Thomas Van der Hammen con la firma de nuevos acuerdos público-privados
Estos pactos ayudan a fortalecer, proteger y conservar el ecosistema, además de aportar en la conectividad ecológica entre los Cerros Orientales y el río Bogotá.
Con el fin de cumplir la meta de implementar acciones y procesos de restauración en 100 hectáreas de la reserva Thomas Van der Hammen, la actual administración firmó tres acuerdos de conservación con propietarios de predios ubicados en esta zona.
Este tipo de pactos se firman entre diferentes actores para preservar, restaurar y hacer un uso sostenible de la biodiversidad. Así mismo, son fundamentales para hacer pedagogía ambiental, garantizar el bienestar de las personas y los recursos para ejecutar las acciones acordadas provienen de fuentes financieras del Estado y alianzas con privados.
La firma se llevó a cabo con tres miembros del sector floricultor. Uno de ellos es la comercializadora internacional, Sunshine Bouquet Colombia S.A.S, con 5.77 hectáreas; otro es Flores de los Andes, con 5,8 hectáreas; y el tercero es Inversiones agropecuarias Jaramillo Mejía – INAJAME & CIA S.A.S. en conjunto con Flores Sagaro, con 22,228 hectáreas. En total, será posible conservar 33,85 hectáreas dentro de la reserva.
Con 53,09 hectáreas en total, distribuidas en cuatro acuerdos de conservación, la alcaldía de Claudia López avanza con el 50 % del objetivo planteado en el Plan de Ordenamiento Territorial.
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“Avanzamos en nuestra meta del Plan de Desarrollo de alcanzar las 100 hectáreas. No les hemos pedido que se vayan, sino que dentro de las áreas disponibles en su predio nos cedan ciertos espacios para que vayamos construyendo conectividad ecológica entre los diferentes terrenos. En esas áreas de cesión, además, haremos mayor reverdecimiento y arborización con las especies que consideramos más adecuadas en esa zona y las más adecuadas son las de ese bosque más antiguo, que ha permanecido todo el tiempo, como lo es el de Las Mercedes” señaló Claudia López, alcaldesa de Bogotá.
El primero de estos acuerdos se firmó en diciembre de 2020 con los propietarios de la hacienda La Conejera, para la conservación de 19,24 hectáreas. Este avance también se alcanzó con un privado que confió y le interesó trabajar de la mano con el Distrito para consolidar la reserva. Este ecosistema tiene más de 1.300 hectáreas y es fundamental en la conservación de áreas de especial importancia ambiental en el borde norte de la ciudad.
Los propietarios de cada predio se comprometieron con estrategias específicas. Inversiones agropecuarias Jaramillo Mejía, junto a Flores Sagaro, trabajará para consolidar la conectividad ecológica entre el bosque Las Mercedes y las áreas cercanas. Para ello, construirá un vivero y hará restauración en los diferentes corredores ecológicos.
Flores de Los Andes, por su parte, adecuará los reservorios existentes y creará uno para el almacenamiento de agua lluvia.
Así mismo, Sunshine Bouquet Colombia S.A.S implementará prácticas productivas sostenibles como invernaderos y sistemas silvopastoriles. Además, hará un desmonte progresivo y parcial de una parte de los invernaderos para orientarlos a procesos de conectividad ecológica y restauración.
“Con los acuerdos de conservación buscamos tener conectividad ecológica que sirva para cumplir con la función natural de la reserva que es conectar los Cerros con el río Bogotá y con toda la sabana de la ciudad”, aseguró Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente.
Además, estos acuerdos contribuyen a la conectividad ecosistémica de áreas con especial importancia ambiental, al cuidado y mantenimiento de las condiciones naturales del suelo, al aumento de los hábitats para la fauna y flora, y al incremento en la oferta de los servicios ecosistémicos del sector.
La firma con los propietarios y la Secretaría de Ambiente se llevó a cabo en el Jardín Botánico de Bogotá, con la presencia de la alcaldesa Claudia López. Los firmantes se comprometieron a desarrollar prácticas productivas sostenibles, implementar procesos de restauración ecológica, así como a realizar investigación y monitoreo a la biodiversidad, la geología y la hidrología, entre otros.
“Esto es muy importante, llevamos mucho tiempo en este tema de la reserva y hoy finalmente estamos llegando a un acuerdo. Estamos convencidos de que nuestras prácticas de conservación son las adecuadas para poder trabajar dentro de la reserva”, afirmó Felipe Gómez, gerente de la comercializadora internacional Sunshine Bouquet.
La Secretaría de Ambiente busca implementar acciones de restauración ecológica asistida a propietarios de predios; realizar reconversión de las actividades agropecuarias mediante buenas prácticas productivas; aportar a la conexión de pequeños y debilitados parches de coberturas propias del paisaje sabanero; y mejorar la conectividad entre el oriente de la ciudad y el río Bogotá.
La administración sigue trabajando para lograr nuevos acuerdos con más propietarios de predios privados. Algunos de los objetivos son identificar y priorizar áreas con valores ecosistémicos y ambientales; elaborar portafolios de estrategias de conservación a implementar; y caracterizar actores clave para desarrollar procesos participativos.
La meta de la Alcaldía no solo incluye acuerdos de conservación, sino también adquisición predial, entre otras figuras.
“La firma de los acuerdos de conservación es un paso fundamental para darle cumplimiento al plan de manejo de la reserva Thomas van der Hammen y para dar un mensaje a todos los bogotanos de que cooperando podemos lograr resolver las diferencias que teníamos respecto a la restauración o construcción misma de la reserva”, agregó la rectora de la Universidad EAN, Brigitte Baptiste.
Este tipo de iniciativas demuestran cómo el trabajo articulado entre diferentes sectores logra grandes resultados y demuestra que sí es posible tener conservación y conectividad, sin excluir las actividades productivas sostenibles.
“Los acuerdos de conservación implican tres cosas: ceder algunas áreas para poder hacer conexión ecológica, reverdecimiento y siembra; ajustar o cambiar parámetros de producción de su actividad para mitigar impactos ambientales; y medir ciertos indicadores constantemente para saber cómo está la función ecosistémica de la zona”, concluyó la alcaldesa Claudia López.