RÍO BOGOTÁ

Pacto por la quebrada La Chucua: el compromiso de Tocancipá para recuperar este cuerpo de agua

La alcaldía, miembros de la sociedad civil, del cabildo indígena, industriales y autoridad ambiental del municipio se dieron cita para firmar el acuerdo que materializa su compromiso con la descontaminación de este ecosistema.

2 de septiembre de 2021
El pacto integra aspectos ambientales, sociales, económicos e institucionales, en beneficio de la cuenca hidrográfica del río Bogotá.
El pacto integra aspectos ambientales, sociales, económicos e institucionales, en beneficio de la cuenca hidrográfica del río Bogotá. | Foto: Cortesía Katherine Lalinde

Desde hace casi cuatro meses, diferentes sectores del municipio de Tocancipá, ubicado en la cuenca alta del río Bogotá, se unieron para trabajar por un objetivo común: recuperar la quebrada La Chucua, un cuerpo hídrico que se ha visto afectado por las descargas de vertimientos sin tratar o conexiones erradas, lo cual ha elevado los niveles de contaminación en sus aguas.

Desde mayo de 2021, esta mesa de trabajo se ha reunido en diferentes oportunidades, tanto virtual como presencialmente, con el fin de adelantar un plan de acción que logre descontaminar esta quebrada y, a su vez, al río Bogotá ya que desemboca en el afluente.

Los trabajos de limpieza manual adelantados en las últimas semanas son claves para retirar el exceso de material vegetal y sólidos sedimentados.
Los trabajos de limpieza manual adelantados en las últimas semanas son claves para retirar el exceso de material vegetal y sólidos sedimentados. | Foto: Cortesía Karol Elkjaer Mondragón

Liderada por la Asociación de Usuarios del río Bogotá (Asurío) en cabeza del ingeniero Pablo Carrizosa, esta mesa de trabajo es un plan piloto que pretende convertirse en referente para el resto de los municipios de la cuenca, demostrando que sí es posible unir a diferentes sectores para resolver problemáticas medioambientales.

El pasado sábado, 28 de agosto, representantes de la mesa de trabajo se reunieron en el auditorio del Parque Industrial Gran Sabana, ubicado en Tocancipá. Desde las 9:30 de la mañana hasta el mediodía, alrededor de 70 personas atendieron el llamado para presenciar la firma del pacto por la quebrada La Chucua, un documento que materializa el compromiso para descontaminar este cuerpo hídrico y cumplir la sentencia del río Bogotá.

Miembros de la alcaldía municipal, en cabeza de Andrés Porras; de la Secretaría de Ambiente con el secretario Wilson Infante; de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) con el director regional de sabana centro, Néstor González; de la comunidad como Fundación Ambientalistas de Corazón, con su presidente Stiven Londoño; y representantes del cabildo indígena como Pedro Pablo Papagayo, fueron algunos de los asistentes al evento.

Miembros de la Asociación de Industriales y Empresarios de la sabana norte (Asienorte) con su presidente Luis Gabriel Fonseca y algunos representantes de industrias del municipio también atendieron el llamado. De hecho, aquellos que no pudieron asistir presencialmente se comprometieron a firmar el pacto de manera virtual, como Coca Cola Femsa.

Stiven Londoño, presidente de la Fundación Ambientalistas de Corazón, dio un discurso como representante de la comunidad.
Stiven Londoño, presidente de la Fundación Ambientalistas de Corazón, dio un discurso como representante de la comunidad. | Foto: Cortesía Katherine Lalinde

Vanessa Vela, directora de Asienorte creó el documento teniendo en cuenta las opiniones, sugerencias y reclamos de todos los miembros del comité, como la Fundación Ambientalistas de Corazón que inicialmente propuso una versión del pacto y cuya esencia se mantuvo en varios fragmentos del acuerdo final.

Queríamos que fuera un proceso que todos sintieran como suyo, sin excluir a ninguno. Entonces creamos una mesa de participación en la cual estuvimos entre 3 y 4 sesiones escuchándonos mutuamente, si tenían observaciones o si estaban de acuerdo. Tiene mucho la esencia de lo que la Fundación había dicho, tratando siempre de mantener los principios que en algún momento se discutieron como la buena fe, la voluntariedad y el respeto siempre, entonces fue un documento que al final todos aprobaron”, comentó Vanessa Vela, directora de Asienorte.

Luego de algunas palabras de los representantes de cada sector, Luis Gabriel Fonseca leyó el documento y arrancó la firma del “Pacto Ambiental por la Recuperación de la quebrada municipal La Chúqua”.

El pacto integra aspectos ambientales, sociales, económicos e institucionales, que buscan enfocarse en beneficios comunes como el mejoramiento social y ambiental de la cuenca hidrográfica del río Bogotá, la articulación y coordinación institucional, intersectorial y económica, y la profundización de los procesos educativos y la participación ciudadana”, dijo Fonseca.

Así mismo, el acuerdo de 9 páginas explica la importancia de este trabajo en Tocancipá en el marco de la sentencia del río Bogotá, emitida por el Consejo de Estado en 2014, la cual les ordenó a todos los habitantes de la cuenca, industriales, así como a los sectores públicos y privados a implementar medidas para descontaminar este cuerpo hídrico y sus afluentes.

La sentencia del río Bogotá ordena implementar medidas para descontaminar este afluente y, por ende, sus alfuentes como la quebrada La Chucua. Foto: EAAB. | Foto: EAAB

Los tres objetivos del comité son la recuperación biofísica de la quebrada La Chucua y sus rondas; la promoción del cuidado y protección de la quebrada; y actuar como garante de la conservación y mejora de este cuerpo hídrico. Un proceso que inicialmente se había establecido para seis meses pero sobre la marcha se han dado cuenta que para lograrlo a cabalidad y de manera responsable, puede que el trabajo termine en junio de 2022.

Esta firma es la consolidación de varios meses de trabajo y la refrendación de la voluntad de los industriales, ciudadanos, administración municipal, de la CAR de sacar el problema de La Chucua adelante y armar un equipo para resolver los problemas ambientales que vengan”, afirmó el ingeniero Carrizosa.

Stiven Londoño, presidente de la Fundación Ambientalistas de Corazón, expuso la importancia que tiene involucrar a todos los sectores en este tipo de iniciativas.

“La problemática socioambiental que se vive en el municipio involucra a los diferentes sectores que existen en el territorio, de ahí la importancia de trabajar en unidad. No se puede permitir que algunos frentes se unan para frenar los procesos. Eso es algo que ha sucedido prácticamente toda la vida, por eso ahora queremos cambiar la historia y la estamos cambiando porque nos estamos sentando, porque antes no se tenía en cuenta a la comunidad y ahora lo que se está buscando es eso”, dijo.

En el evento, además, reafirmaron las tres líneas claves de la mesa de trabajo: corazón, para resolver de manera voluntaria la problemática; los ejercicios de benchmarking entre todos los industriales del municipio para mejorar las prácticas ambientales; y las visitas presenciales a la quebrada para conocer de cerca su problemática y dar con la fuente de la contaminación para detenerla.

Quebrada la Chucua, ubicada en el municipio de Tocancipá, en la cuenca alta del río Bogotá.
Quebrada la Chucua, ubicada en el municipio de Tocancipá, en la cuenca alta del río Bogotá. | Foto: Pablo Carrizosa

El trabajo aún continúa para salvar La Chucua. Es por eso que esperan que más participantes del municipio se unan a esta iniciativa para que sea un movimiento cada vez mayor y aun con mejores resultados.

Además, van a darle continuidad a los ejercicios de benchmarking para que aquellas empresas que se destacan con su estrategia de sostenibilidad puedan compartirla con los que aún deben ajustarla. Y, finalmente, el próximo paso a seguir es identificar cuáles son las fuentes de contaminación, si es una industria en específico o si, por el contrario, obedece a vertimientos de aguas negras por conexiones erradas.