MEDIO AMBIENTE

Brasil confirma que no cumplirá con la meta de reducir en 10 % la deforestación amazónica

La tala de bosques y los incendios forestales en la Amazonía brasilera marcaron récord en junio de 2021.

2 de agosto de 2021
FOTO DE ARCHIVO: Una vista aérea muestra un río y una parcela deforestada del Amazonas cerca de Porto Velho, estado de Rondonia, Brasil. REUTERS / Ueslei Marcelino / Foto de archivo
FOTO DE ARCHIVO: Una vista aérea muestra un río y una parcela deforestada del Amazonas cerca de Porto Velho, estado de Rondonia, Brasil. REUTERS / Ueslei Marcelino / Foto de archivo | Foto: REUTERS

Brasil no logrará cumplir la meta de reducir en 10 % la deforestación en la Amazonía en el año de referencia agosto 2020-julio 2021, admitió este lunes el vicepresidente Hamilton Mourao, jefe del Consejo Nacional de Amazonía Legal (CNML).

“Probablemente no cumpla lo que pensaba que sería nuestro papel, de llegar a un 10 % de reducción [de la deforestación]. Creo que será del 4 % al 5 %, es una reducción muy pequeña e irrisoria, aunque ya es un camino caminado, dijo el general Mourao a la prensa desde Brasilia.

La deforestación amazónica entre agosto de 2019 y julio de 2020 fue de 10.851 kilómetros cuadrados (Km2), una superficie mayor que la de Puerto Rico, en alza de 7,13 % respecto a los doce meses anteriores, según el sistema de observación por satélite Prodes del Instituto Nacional Investigaciones Espaciales (Inpe), que publica sus informes en noviembre.

La deforestación de estos dos periodos superó por primera vez desde 2008 los 10.000 km2 y eso podría ocurrir ahora nuevamente si la reducción se limita al 5 % (serían 10.308 km2).

El Inpe dispone de otro sistema de alertas diarias de deforestación menos afinado que el Prodes, denominado Deter, que muestra que en junio la destrucción en la Amazonía marcó su cuarto récord mensual consecutivo, con 1.062 km2.

El Gobierno busca mejorar su imagen ante la comunidad internacional, que cuestiona la política ambiental del presidente Jair Bolsonaro, partidario de la apertura de la Amazonía a actividades agropecuarias y mineras. Es así como la administración Bolsonaro volvió a movilizar este año, por segunda vez consecutiva, tropas militares para combatir crímenes ambientales.

Mourao, por otra parte, destacó una disminución del 27 % de los incendios amazónicos en julio (4.977 focos de calor) respecto al mismo mes de 2020 y la atribuyó a “medidas implementadas” por los ministerios de Medio Ambiente y de Justicia, por lo que no ve “necesario continuar el uso de las Fuerzas Armadas” para esa tarea, estimó.

La ONG Greenpeace recordó, no obstante, que los incendios están relacionados con las áreas recientemente “deforestadas y degradadas y que serán quemadas ilegalmente en los próximos meses”.

“Lo peor está por venir. Además de que los próximos meses serán más secos en la Amazonía, los órganos ambientales siguen debilitados y el Congreso tiene entre sus prioridades aprobar alteraciones en la ley que incentivan más la destrucción ambiental y la invasión de tierras públicas”, dijo Cristiane Mazzetti, gestora ambiental de la organización.

Durante cuatro meses consecutivos los datos han ido al alza y junio, en específico, batió un nuevo récord. Para el sexto mes del año en esta zona se talaron 106.200 hectáreas de bosque.

Precisamente esta se convierte en la peor cifra desde que empezaron las mediciones en 2015 con el sistema de observación por satélite Deter del Instituto Nacional Investigaciones Espaciales (Inpe). Según dio a conocer la entidad, en el primer semestre el dato de deforestación alcanzó las 360.000 hectáreas.

Esta se consolidó como la peor cifra desde 2007, cuando se presentaron 3.519 focos. Si se compara este índice con las quemas de junio de 2020, que también marcaron un récord en su momento, el incremento fue del 2,6 %.

Los datos preocupan a los expertos, en torno a que esta temporada seca esté cargada de afectaciones a una de las zonas verdes más importantes del planeta.

*Con información de la AFP.