MEDIO AMBIENTE
¿Cómo puede adaptarse Europa al calor extremo?
Las olas de calor intensas serán cada vez más frecuentes en Europa, a medida que se agraven los efectos del cambio climático. ¿Qué soluciones encuentran otras regiones afectadas para paliar las consecuencias?
Los países de toda Europa se preparan para una sofocante ola de calor durante la tercera semana de julio, y en algunas regiones se esperan temperaturas récord.
En España, las temperaturas ya han superado los 40 C. “El calor extremo está afectando a grandes partes de Europa y se intensificará”, declaró en Ginebra la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial, Clare Nullis.
Muchas de las soluciones que han desarrollado otras regiones para combatir el calor podrían ser también modelos útiles para el continente europeo.
Cambiar la forma de vivir y trabajar
Las autoridades sanitarias, como el Servicio Nacional de Salud británico, han instado a la población a cambiar sus hábitos, evitando el sol entre las 11:00 a. m. y las 3:00 p. m. horas, y aprendiendo a detectar los primeros signos de insolación. En regiones del mundo azotadas por el calor, se anima a la gente a cambiar sus hábitos de trabajo, socialización y ejercicio durante los periodos de calor peligroso.
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En la ciudad india de Ahmedabad, cuando se emite una alerta de calor, las advertencias se transmiten por televisión, radio y mensajes de texto, y hay una línea telefónica especial para el calor en los espacios públicos.
Grupos sanitarios visitan a las personas vulnerables; se insta a los empresarios a que proporcionen sombra y descanso a los trabajadores, muchos de los cuales trabajan al aire libre; los templos, bibliotecas y paradas de autobús se reutilizan como centros de refrigeración y puntos de distribución de agua.
Los empresarios europeos tendrán que cambiar su actitud con respecto al trabajo al aire libre o en espacios poco ventilados, aunque sea a costa de la productividad.
Los sindicatos alemanes han solicitado que los trabajadores tengan derecho a prolongar las pausas para comer en lugares protegidos proporcionados por su empresa. “[Los empresarios] tienen que proteger a sus trabajadores y, luego, los gobiernos tienen que asegurarse de que los trabajadores también están protegidos... ya sea con siestas, con horarios de trabajo flexibles, empezando más temprano o proporcionando descansos más frecuentes”, le dijo a DW Sari Kovats, profesor de salud pública en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Sistemas sanitarios a prueba de calor
Las olas de calor aumentan las visitas a los servicios de urgencias en al menos un 10%, ya que muchas personas llegan con síntomas de deshidratación, choques de calor o náuseas. Los mayores de 65 años están especialmente expuestos. Según la Comisión Europea, las muertes anuales relacionadas con el calor extremo en la UE podrían pasar de unas 2.700 al año a 30.000 o 50.000 en 2050.
La preparación ha aumentado en toda Europa desde el mortífero verano de 2003, cuando las temperaturas superiores a los 40 grados provocaron que los hospitales de Francia se vieran desbordados por pacientes, sobre todo los ancianos. Ahora, ciudades como París cuentan con amplios sistemas de vigilancia y planes especiales de actuación ante el calor.
El estado de Odisha, en el este de la India, ha conseguido reducir las muertes por calor desde la mortífera ola de calor de 1998, en la que murieron más de 2.000 personas. Allí, los mensajes de texto y las vallas publicitarias se utilizan para emitir avisos de salud pública. Además, los hospitales abren salas temporales para las afecciones relacionadas con el calor.
En Estados Unidos, los hospitales de Alabama y California se han quedado sin electricidad durante las olas de calor. Los hospitales más nuevos de EE. UU. están obligados a tener generadores de energía de reserva para garantizar la continuidad del aire acondicionado.
Ciudades más frías y sostenibles
La capital de Vietnam, Hanói, ha incorporado la refrigeración a su plan maestro de desarrollo para 2030, que garantiza la protección de las zonas verdes existentes frente a la rápida expansión de la ciudad.
También pretende aumentar la densidad de la cobertura arbórea y acuática en el centro. Como resultado, se prevé que las temperaturas urbanas sean aproximadamente las mismas en 2030 que en 2011, a pesar del aumento de población previsto de 2,5 millones de personas.
Las ciudades también necesitan reducir las temperaturas en el interior, especialmente en los hogares y lugares de trabajo. El aire acondicionado es una solución habitual, pero es caro y perjudicial para el medio ambiente.
El Mahila Housing Trust, que opera en 10 ciudades de la India, trabaja con mujeres de zonas de bajos ingresos para ayudarlas a encontrar soluciones asequibles para los hogares sobrecalentados. Pintar las paredes y los tejados con pintura reflectante puede repeler hasta el 80% de la energía de la luz solar y añadir enredaderas, tierra y plantas en maceta sobre las casas puede reducir la temperatura en el interior hasta 2,5°.
El arquitecto Yatin Pandya, residente en Ahmedabad, ha buscado en las formas tradicionales de arquitectura soluciones sostenibles para hacer frente al calor. Muchos edificios de estilo occidental en ciudades como Bangalore están construidos con exteriores de acero y cristal y requieren de un aire acondicionado constante.
Sin embargo, siglos antes de que esto fuera una opción, las casas indias utilizaban toldos y ventanales para dar sombra, y patios y ventanas enrejadas para crear corrientes de aire refrescante.
“No se trata de hacer retroceder el reloj, pero la arquitectura vernácula permite conocer las respuestas locales en la época anterior a la electricidad”, le explica Pandya a DW.
*Texto de la Deutsche Welle.