GRUPO RÍO BOGOTÁ
Declaración de la Naturaleza Urbana: ¿qué es y por qué la firmó Bogotá?
Junto con otras 31 ciudades del mundo, la capital se comprometió, entre otras cosas, a tener cada vez más áreas verdes, reparar el vínculo con los recursos naturales e implementar sistemas urbanos de drenaje sostenible.
El cambio climático, la contaminación, la escasez de agua y la pérdida de biodiversidad, entre otras problemáticas, están cobrando cada vez más relevancia en la agenda nacional e internacional.
La llegada de la pandemia y las cuarentenas a las que se enfrentó el mundo entero, evidenciaron la necesidad inminente de proteger el planeta. Durante las semanas que la humanidad estuvo encerrada en casa al mismo tiempo, los ecosistemas renacieron, las aguas volvieron a ser cristalinas y los animales rondaban por las calles, libres de los humanos.
Sin embargo, los países están prácticamente reabiertos nuevamente y las consecuencias de esta reapertura empezaron a evidenciarse rápidamente en el medio ambiente. Es por eso que diferentes sectores, oenegés ambientales y organizaciones tanto nacionales como internacionales, están motivando a que la reactivación tenga como eje central la sostenibilidad.
Un ejemplo de ello es la Red Ciudades C40, un Grupo de Liderazgo Climático que reúne a cerca de 90 urbes del mundo que están comprometidas con la adaptación y mitigación del cambio climático. Es una especie de networking en el cual todos los miembros colaboran mutuamente, comparten conocimiento y acciones contundentes para enfrentar esta problemática ambiental.
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Bogotá, por ejemplo, está comprometida con cambiar sus hábitos y desarrollar acciones conjuntas para enfrentar la crisis climática con estrategias como #UnidosPorUnNuevoAire, la implementación del Plan de Acción Climática y el pacto por tener un aire y calles limpias de combustibles fósiles.
Es por eso que firmó a la Declaración de la Naturaleza Urbana, impulsada por la red Ciudades C40, junto con otras 31 urbes del mundo como. Este convenio busca tener territorios más verdes y resilientes, que logren mitigar los efectos del cambio climático en los próximos años.
“Las sociedades urbanas y rurales dependen de los ecosistemas y la biodiversidad para sostener la vida y garantizar el bienestar humano. Reverdecer Bogotá significa reparar este vínculo con los bosques, los humedales y los ríos que cobijaron a nuestros ancestros durante siglos. De esta manera, nos comprometemos con el cuidado y la restauración de la naturaleza urbana”, dijo la alcaldesa de la capital, Claudia López.
La Declaración de la Naturaleza urbana busca, entre otras cosas, proteger los ecosistemas urbanos para que las ciudades y sus habitantes estén preparadas para enfrentar las consecuencias del cambio climático. Temperaturas extremas, inundaciones, tormentas, sequías e incremento en el nivel del mar, son algunas de las problemáticas ambientales que amenazan la infraestructura de las urbes y sus ciudadanos.
“Actuar es clave en estos momentos e donde, a nivel mundial, más de 800 millones de personas están amenazadas por el aumento del nivel del mar, más de 650 millones de personas son vulnerables a la seguridad del agua y 1.600 millones de habitantes se enfrentarán a un calor extremo para el año 2050”, expone la red Ciudades C40.
En ese sentido, Bogotá está comprometida a tener cada vez más áreas verdes como parques, bosques y árboles los cuales, además de proteger, restaura y amplía. También avanza en la implementación de sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS) para que, entre otras cosas, se puedan diseñar espacios permeables para absorber agua y evitar inundaciones.
Estas acciones permitirán que la ciudadanía pueda tener acceso a estos espacios verdes, lo que es fundamental para avanzar en el cierre de brechas. Además, contribuirá a que la capital tenga una mejor calidad del aire en beneficio de la salud de las personas.
“Firmar esta declaración demuestra y ratifica el compromiso de esta Administración por lograr un aire y calles más limpias de combustibles fósiles. Con el Plan de Acción Climática, hoja de ruta ambiciosa para los próximos 30 años, vamos a cumplir las metas de mitigación y adaptación al cambio climático. Ampliar las áreas verdes y generar conectividad nos permitirá reverdecer la ciudad. Este gobierno trabaja y sigue comprometido para mejorar las condiciones ambientales de Bogotá”, afirmó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
El objetivo es diseñar, desarrollar e implementar soluciones basadas en la naturaleza para seguir manteniendo los servicios ecosistémicos. De esta forma se podrán enfrentar desafíos como el cambio climático, el riesgo de desastres o la seguridad alimentaria, además de crear espacios sostenibles y saludables que mejoren la calidad de vida en lo ambiental, social, cultural y económico.
La Declaración de la Naturaleza Urbana de C40 busca establecer metas ambiciosas, lograr la resiliencia climática y crear una hoja de ruta ambiental que incluya a las personas y al medio ambiente.
También plantea retos para construir ciudades equitativas y resilientes, economías inclusivas y comunidades saludables alineados con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El compromiso de la capital
En el corto plazo, el objetivo es fomentar empleos verdes para lograr una reactivación económica sostenible en Bogotá. Así mismo, el Distrito identificará los riesgos y vulnerabilidad frente al cambio climático, establecerá objetivos relacionados con el Plan de Acción Climática y fortalecerá el ejercicio de gobernanza para movilizar oportunidades de acceso financiación.
De aquí a 2025, el plan es implementar o mejorar los espacios públicos verdes ubicados en áreas vulnerables, terminar el inventario de las especies de flora que alberga la ciudad y desarrollar programas para expandir estas iniciativas a más sectores.
Además de Bogotá y Medellín las otras ciudades del mundo que firmaron esta declaración son: Atenas, Austin, Barcelona, Berlín, Buenos Aires, Copenhague, Curitiba, Durban, Freetown, Guadalajara, Haifa, Lima, Londres, Los Ángeles, Milán, Mumbai, Nueva Orleans, París, Quezon, Río de Janeiro, Roma, Rotterdam, Salvador, Seattle, Estocolmo, Sidney, Tel Aviv, Tokio y Toronto.