En una sola mina ilegal se ganan al mes cerca de 700 millones de pesos, mientras se destruye el medioambiente

La Policía Nacional, a través de la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental (Dicar), desplegó uno de los operativos más contundentes en lo corrido de 2023 pretendiendo proteger el capital natural que tiene Colombia.

Un grupo de investigadores expertos viajó hasta Nariño y protagonizó una operación que permitió diezmar los daños causados al medioambiente por prácticas ilegales, que se evidenciaban en acciones de minería ilegal con maquinarias pesadas de alto valor económico.

El operativo requirió de la coordinación de la Fiscalía General de la Nación y del acompañamiento del Ejército Nacional. Como resultado, se logró la destrucción de ocho retroexcavadoras que estaban dedicadas a la destrucción de recursos naturales, dos motores y la intervención de ocho unidades de producción minera que se encontraban sobre el río Patía.

Con la operación se afectaron las finanzas en más de 2.330′000.000 de pesos de las estructuras multicrimen que delinquen en esta región de manera directa. Además, los investigadores estiman que los grupos ilegales dejaron de percibir cerca de 638′000.000 de pesos mensuales producto de la minería ilegal.

Más allá de lo económico, fue posible proteger los derechos ambientales, resaltando que se evita el vertimiento de aproximadamente 55 kilogramos de mercurio a los cuerpos de agua aledaños. “Es así como se ve reflejada entonces una mitigación del daño al medioambiente y los recursos naturales por la explotación ilícita de oro mediante el uso de elementos mecanizados, explosivos y sustancias peligrosas”, dijo el coronel William Castaño Ramos, director de la Dicar.

Las retroexcavadoras estarían causando deterioro a la flora y fauna de la región, entre ellas la afectación a la cadena trófica del territorio, un alto impacto en la migración de especies, pues muchas de las especies que estaban tiempo atrás ya no se avistan.

“El suelo es lo que soporta los componentes del ambiente: el agua, los ecosistemas, la fauna, la flora y los cultivos. El suelo se ve amarillo y blanco porque las palas mecánicas, y también el mercurio y el cianuro que se usan para separar el oro de otros minerales, arrasan las capas superiores del suelo, que son las que sustentan la vida vegetal”, explicó el oficial de la Policía.

Una de las principales afectaciones es que las pozas de mercurio y cianuro se van filtrando poco a poco hacia las fuentes hídricas subterráneas, impactando los recursos hídricos de esta región.

Aquí es fundamental resaltar que el mercurio, al ser un metal pesado que no se descompone, ingresa en la cadena alimenticia tras su vertimiento en afluentes hídricos y ser consumido por los peces o en muchas oportunidades al ser bebida el agua. Esto genera graves daños al cuerpo humano, llegando a generar mutaciones y enfermedades que pueden causar, incluso, la muerte.

“Seguiremos desplegando todas las capacidades para lograr la protección integral de los recursos naturales, no descansaremos en nuestra tarea de garantizar un medioambiente sano para el disfrute de todas las personas, la flora y la fauna”, puntualizó Castaño.

La procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco, alertó que la contaminación por mercurio se está convirtiendo en un fenómeno generalizado en todo el país, tanto que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente referenció a Colombia como el mayor emisor de mercurio per cápita en el mundo, y el tercer país que más contamina con este mineral en todo el planeta.

En la Mesa Nacional para el Control de Mercurio, convocada por el ente de control, la jefe del Ministerio Público señaló con preocupación que en el país se han identificado más 83 sitios como potencialmente contaminados con mercurio y que, en ciudades como Bucaramanga, estos niveles superan hasta 160 veces lo permitido normativamente, evidenciando que el problema se ha vuelto una cuestión permanente.

La procuradora también alertó los grandes e irreversibles daños en los ecosistemas y fuentes hídricas en el sur de Bolívar, el Bajo Cauca Antioqueño y en departamentos como Chocó, Caldas, Boyacá, Córdoba y Sucre, por las prácticas ilegales que utilizan este metal, principalmente en la minería ilícita que, según Cabello, han aumentado por la posición permisiva adoptada, bajo la falsa premisa de que se está defendiendo la minería artesanal y ancestral.

Asimismo, el ente de control enfatizó en que el mercurio es un veneno para el ser humano y su exposición a largo plazo aumenta las posibilidades de desarrollar múltiples enfermedades, incluyendo trastornos neurológicos y complicaciones en el desarrollo intrauterino.