GRUPO RÍO BOGOTÁ
Este año se han aprovechado más de 2.000 toneladas de llantas en Bogotá
Estos elementos son considerados residuos especiales, por lo que su correcta disposición y aprovechamiento es clave para evitar afectaciones en los ecosistemas, la salud pública y la seguridad vial.
La economía circular es una estrategia que cada vez toma más fuerza. Darle un nuevo uso a los residuos sólidos es fundamental para evitar que estos contaminen el medio ambiente o lleguen a un relleno sanitario. Además, ayuda a que permanezcan por más tiempo en el ciclo económico.
Con el fin de promover este tipo de actividades y monitorear que los establecimientos hagan una correcta disposición y manejo de estos elementos, la Secretaría Distrital de Ambiente verifica constantemente que los acopiadores de llantas usadas de Bogotá cumplan con las normas ambientales.
Durante 2021, la autoridad ambiental ha hecho 137 visitas de control y seguimiento en la ciudad, donde actualmente hay cinco gestores autorizados para el aprovechamiento de los neumáticos: Rueda Verde, Sistema Verde, Ecollantas de Colombia, Acopiadora de Llantas Hernández y Centro de Acopio JADA.
A su vez, han adelantado cinco operativos con el apoyo de las alcaldías locales de Suba, Engativá, Ciudad Bolívar y Bosa, así como de los bomberos, la Policía y las secretarías de Salud y Gobierno. El objetivo con estas es reducir la inadecuada disposición final de estos elementos y sus derivados e identificar a posibles infractores.
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Los operativos concluyeron que existen 22 puntos críticos reportados por la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP).
Para evitar que esto siga ocurriendo, la autoridad ambiental invita a las personas o empresas que trabajan con estos elementos a registrarse en la Ventanilla Virtual de la Secretaría de Ambiente, a través del cuadro “Manejo de obras, escombros de construcción y llantas”.
Luego, en la opción “Seguimiento acopiador”, pueden diligenciar la relación de compras de llantas por parte del establecimiento y el manejo o recibo de este tipo de elementos aprovechados o transformados. Esto con el fin de hacer un seguimiento a la gestión de este tipo de residuos.
Según los reportes de los acopiadores a través de este portal web, en lo corrido del año se han logrado aprovechar más de 2.000 toneladas de llantas en Bogotá, residuos que, en lugar de terminar en un río, quebrada, humedal o parque, recibieron un nuevo uso.
El almacenamiento de llantas también debe hacerse de manera correcta. Estos establecimientos deben garantizar que no estén a cielo abierto, haya un control en la proliferación de vectores o roedores, un correcto manejo de olores y evitar el riesgo inflamable.
Dejarlas en el espacio público está prohibido por decreto, así como enterrarlas como método de eliminación o disposición final, usarlas como subproductos de combustión o quemarlas a cielo abierto. Esta última es una de las más delicadas pues una vez se está quemando una llanta es difícil apagar el incendio. Además, causa emisiones extremadamente tóxicas que contribuyen al calentamiento global, la contaminación visual y del aire.
Un manejo adecuado de llantas y sus derivados, desde la adquisición hasta la disposición final, ayuda a reducir la afectación y contaminación que estos elementos pueden generar en la salud y el medio ambiente.
¿Qué hacer con las llantas usadas?
Estos elementos están dentro de la categoría de residuos especiales o posconsumo. Es decir, aquellos que pueden ser peligrosos en algunos casos y necesitan un manejo específico para evitar riesgos en el ambiente, la salud y la seguridad vial.
Es por eso que lo ideal es que no se mezclen con otros sólidos que van a un relleno sanitario, sino que lleguen a centros de acopio o instalaciones específicas para hacer una valorización, tratamiento, aprovechamiento o disposición final correcta, según sea el caso.
“Estos son elementos que requieren un manejo diferenciado. Son residuos especiales que por sus características pueden generar impactos ambientales donde son dispuestos y riesgos asociados con conatos de incendio. Por eso es importante que sean dispuestas o gestionadas a través de los programas posconsumo”, dijo Alejandro Gómez, subdirector de Ecourbanismo y Gestión Ambiental Empresarial de la Secretaría de Ambiente.
Si tiene llantas usadas es importante entregarlas a los gestores autorizados por la autoridad ambiental para que ellos se encarguen de su manejo y posterior disposición o aprovechamiento. A través del Visor Geográfico Ambiental de la Secretaría de Ambiente, las personas pueden ubicar los puntos de recolección en Bogotá, no solo para llantas sino para los demás residuos posconsumo como pilas, medicamentos vencidos, aceite de cocina usado, entre otros.