Las CAR han recibido este año más de 22.400 animales producto del tráfico de fauna

Un aumento del 19 % en fauna recibida reportaron las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible (CAR), entre enero y julio de este año, frente a igual periodo de 2020, pasando de 18.835 animales recibidos el año pasado a 22.403 especímenes este año.

Este 11 de septiembre se celebra el Día Nacional de la Biodiversidad y debido a ello, estas autoridades ambientales hacen un llamado a la ciudadanía a proteger las diversas especies de animales.

“Este año, al igual que el anterior, predomina que el mayor porcentaje de fauna recibida corresponde a rescates con el 36 %, luego con 34 % están los decomisos y el 30 % corresponde a entregas voluntarias. Las CAR continúan con la tarea de proteger nuestras especies de fauna, en un trabajo articulado con la Policía, la comunidad, los entes territoriales y otras entidades, un trabajo vital para garantizar su conservación”, dijo Ramón Leal Leal, director ejecutivo de Asocars.

Como ha sido sido la tendencia en los últimos años, la especie que predomina en los decomisos son los reptiles con el 41 %. La lista la encabezan las tortugas hicoteas, evidenciando tristemente que el tráfico ilegal de estos animales se mantiene, especialmente en zonas como la Costa Atlántica. Tan solo la Corporación para el Desarrollo Sostenible de La Mojana y El San Jorge (Corpomojana), ha decomisado 1.624 hicoteas, 116 babillas y 25 boas, del total de 1.817 animales recibidos por esta Corporación.

Lo grave es que no es solo el tráfico de animales, sino que en diversas oportunidades también son sacrificados para sacar subproductos como los huevos. Esto sucede particularmente con las iguanas. En el periodo analizado, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), recibió 5.760 huevos.

Al grupo de reptiles le sigue el tráfico de aves con 32 %, luego los mamíferos con una participación de 20 %, y en menor proporción están los arácnidos, crustáceos y anfibios con un 7 %.

¿Qué pasa con estos animales?

Este año las CAR han devuelto a su hábitat natural 1.098 animales más que en 2020, pasando de 12.659 a 13.757 ejemplares liberados en 2021.

De acuerdo con su capacidad institucional, las CAR cuentan con Centros de Atención y Valoración de Fauna (CAV) propios, hogares de paso y centros de rehabilitación donde los especialistas realizan un manejo integral con consulta, evaluación clínica, examen físico, evaluación comportamental, diagnóstico diferencial y pronóstico, exámenes de laboratorio, tratamiento, cuarentena, alimentación, nutrición, rehabilitación y la medida de manejo correspondiente, para luego liberar a los especímenes, una vez estén en condiciones de regresar a su hábitat.

Cuando el animal cumple con el protocolo de atención para regresar a la libertad, las corporaciones definen zonas acordes, especialmente en áreas protegidas, para que logren desarrollarse naturalmente en su ecosistema, sin perjudicar a otras especies, procedimiento que realizan en coordinación y apoyo entre las mismas CAR, otras autoridades ambientales, fuerzas armadas, fundaciones y zoológicos, entre otros.

Algunos animales no pueden regresar a su hábitat natural porque se encuentran muy humanizados y no es posible recuperar sus instintos naturales; por ello, la Resolución 2064 de 2010 establece otras figuras denominadas Reubicación, entre las cuales existen más de 14 que incluyen: zoológicos, acuarios, red de amigos de la fauna silvestre, zoocriaderos con fines de repoblamiento, centros de investigación, liberación en semicautiverio y tenedores de fauna silvestre, entre otras.

Por ejemplo, este año, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena (Cormacarena), adelantó la liberación masiva de 2.878 animales de manera articulada con diferentes entidades como otras CAR, la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá (1.917 tortugas matamata) y con un ciudadano que rescató 700 tortugas terecay para que no sean cazadas por pescadores.

Las CAR adelantan operativos constantes atendiendo las denuncias de la comunidad y las autoridades, al tiempo que intensifican operativos contra la comercialización y tráfico ilegal de fauna y flora silvestre, así como las actividades de educación ambiental con el fin de minimizar esta práctica que tanto daño le causa no solo a los animales, sino a los ecosistemas en los cuales estos ejemplares son determinantes para mantener el equilibrio.