Medio ambiente
Piden declarar alerta roja ambiental en San Andrés por pérdida de tejido de coral
La solicitud la realizó el Presidente del SIRAP Caribe, Jesús León Insignares.
El Caribe se encuentra expuesto a una enfermedad latente en los corales, la cual se confirmó que está presente en 25 países. Las alarmas se encendieron precisamente en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, debido a un estudio que se realizó en el que se hallaron varias especies afectadas por las altas tasas de infección y mortalidad.
Recientemente, el SIRAP hizo un llamado al Gobierno nacional y al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para que la enfermedad de pérdida de tejido de coral sea incluida en el Plan Nacional de Desarrollo para su atención oportuna, debido a su alto nivel de propagación y afectación en los ecosistemas.
Jesús León Insignares, presidente del SIRAP Caribe, solicitó al Comité Departamental de Gestión de Riesgo de San Andrés declarar la alerta roja ambiental, que permita implementar de manera inmediata acciones dirigidas a mitigar estos daños.
Este llamado se hizo en el marco del Foro Internacional Acciones Estratégicas para enfrentar la Enfermedad de Pérdida de Tejido de Coral, el cual se llevó a cabo en la isla de San Andrés Providencia y Santa Catalina, luego de presentar la estrategia regional para hacerle frente a esta enfermedad que se ha convertido en una amenaza para la región.
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“Estos ecosistemas y los servicios que prestan están en alto riesgo debido a la velocidad de propagación de la enfermedad, su impacto es devastador y las lesiones aumentan rápidamente en semanas o meses, causando la muerte hasta más del 90 % de las especies de coral más susceptibles. Son más de 25 especies de los corales formadores de arrecifes que están en riesgo”, indicó Jesús León Insignares sobre la problemática.
El Foro Internacional, evento coordinado por CORALINA y el SIRAP Caribe y con la participación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, contó con la asistencia de expertos nacionales e internacionales, institutos de investigación, entidades públicas, entes territoriales, pescadores, representantes del sector privado, los cuales aportarían lo necesario para tomar acciones contra este daño ambiental.
León Insignares recalcó la importancia de la unión y el trabajo en equipo de todos los sectores sociales, económicos e institucionales para la implementación de medidas que prevengan y controlen la enfermedad en las áreas infectadas y el fortalecimiento de las comunidades para su monitoreo. La mayor preocupación está en que la afectación se propague y cause líos en otros espacios ambientales.
“Nuestras comunidades, pescadores y buzos juegan un papel importante en el monitoreo de la enfermedad, la clave es capacitarlos para que contribuyan a identificar la enfermedad y de esta forma actuar a tiempo para controlarla, ya que ha sido identificada en 7 sectores de la Reserva de Biosfera Seaflowera”, dijo Arne Briton, director de CORALINA.
Las autoridades ambientales tomaron cartas en el asunto e incluyeron en la hoja de ruta pasos importantes como las capacitaciones a instituciones, pescadores y buzos en la prevención y monitoreo de esta enfermedad, además fomentar la información necesaria para el cuidado de las zonas.
Por su parte, el Consejo Directivo del SIRAP aprobó el Plan de Acción 2023 – 2032, el cual está orientado a aumentar la protección de áreas complementarias, garantizando la prevención de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que soportan el bienestar y el desarrollo social, económico y cultural de la región.
El Plan de acción del SIRAP tiene incidencia de los departamentos de San Andrés, Atlántico, Cesar, Bolívar, La Guajira, Sucre, Córdoba, Cesar, Magdalena y la región de Urabá y Choco Caribe.
En este plan de trabajo ambiental se incluyeron puntos claves para hacerle frente a las enfermedades que atacan los ecosistemas marinos, haciendo énfasis para el año 2023 en la gestión de un proyecto dirigido a fortalecer la capacidad institucional y comunitaria, brindando las herramientas técnicas necesarias para atender y contener la enfermedad de pérdida de tejido de coral.
Al lograr implementar cada una de estas acciones, se reconoce la importancia de afrontar estos retos para enfrentar la enfermedad que ataca a los corales y así identificar los puntos más afectados con el paso del tiempo. Estos corales son un refugio para peces y otros seres marinos, por lo que se convierten en un foco relevante de cuidado y prevención.