¿Qué es el material vegetal y cómo ayuda a restaurar los humedales de Bogotá?

Este sábado, 5 de junio, es el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que se celebra en todo el mundo desde 1974. Su objetivo es crear conciencia en torno al cuidado del planeta y a la manera en la que los seres humanos interactúan con el entorno natural.

Para 2021, la Organización de Naciones Unidas decidió que el tema que esta envolverá a esta conmemoración será la restauración de ecosistemas, una oportunidad para prevenir, detener y revertir el daño en la naturaleza.

En el marco de este día y el lema que impulsa la ONU para este año, hay una alternativa que ayuda, justamente, a restaurar los humedales de la capital. En Bogotá hay 15 cuerpos de agua declarados como Parques Ecológicos Distritales de Humedal, los cuales representan 726 hectáreas de la ciudad.

Estos ecosistemas urbanos son fundamentales porque ayudan a regular el clima y el agua, aseguran la conectividad ecológica y ayudan a controlar inundaciones. Además, son áreas protegidas del Distrito, lo que quiere decir que son espacios estratégicos para la conservación de diversidad de especies de fauna, flora.

Muchos de estos, sin embargo, han sido víctimas del cemento y la contaminación que amenazan con acabar la vida que albergan. Es por eso que los procesos de restauración son claves para el renacer de estos cuerpos hídricos y el regreso de especies a su territorio.

En el marco de las acciones de manejo, mantenimiento y recuperación de los humedales, la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá explicó que existen unas áreas habilitadas para disponer el material vegetal generado en estos ecosistemas y utilizarlo como insumo natural.

Los residuos vegetales son elementos orgánicos que se pueden encontrar en estos espacios verdes como ramas, hojas, césped, restos de poda, troncos e incluso grandes cantidades de tierra. Desechos provenientes del control de especies invasoras como el pasto kikuyo, también pueden catalogarse como material vegetal.

Este, en muchas ocasiones, simplemente se recoge y empaca en bolsas para entregarlos a un operador de aseo. Sin embargo, estos despojos vegetales pueden aprovecharse para recuperar el ecosistema.

En lugar de llevarlo a la basura, el material puede trasladarse a los puntos de acopio, dentro de los mismos humedales, para generar el proceso de manejo.

Como los residuos se empiezan a descomponer, es importante que pasen por un tratamiento especial con diferentes técnicas como el “volteo” o la aplicación de un caldo microbiano. Posteriormente, se hace seguimiento a la temperatura y el PH, con el fin de utilizarlo como abono orgánico para nutrir el arbolado de estos espacios.

Cada árbol necesita una cantidad diferente de nutrientes. Los que están en crecimiento, por ejemplo, necesitan más y este material vegetal resulta clave en el proceso pues funciona como alimento.

Este aprovechamiento es un proceso sostenible y beneficioso para los humedales porque el abono se utiliza en la misma área protegida y evita la utilización de químicos.

El material orgánico producido, además, es un gran nutriente natural para los árboles, ayuda a recuperar el suelo y a la generación de cobertura vegetal en áreas descubiertas.

Estas acciones se realizan en conjunto con Aguas de Bogotá, contratista de la Secretaría de Ambiente que, entre otras funciones, realiza el mantenimiento, manejo de arbolado, apoyo en siembra de especies vegetales nativas y control de aquellas invasoras en la franja terrestre de dichos espacios verdes.

Humedales, los pulmones de Bogotá

La capital cuenta con 15 humedales reconocidos por el distrito, distribuidos en diferentes localidades. Estos son el Juan Amarillo, La Conejera, Córdoba, Jaboque, Torca-Guaymaral, La Vaca, El Tunjo, Tibanica, Capellanía, El Burro, Techo, Santa María del Lago, Meandro del Say, Salitre y La isla.

Sin embargo, de acuerdo con la Fundación Humedales Bogotá, existen alrededor de 80 cuerpos de agua que no han reconocidos y, por consiguiente, no están protegidos.

Conservar estos ecosistemas es clave para proteger la vida de las especies de fauna y flora que allí habitan. Humedaes Bogotá, por ejemplo, estima que los humedales urbanos de la ciudad albergan más de 200 especies de aves y 10 de mamíferos. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, por su parte, asegura que son más de 138 especies de aves registradas.

En todo caso, protegerlos es fundamental para que puedan seguir brindando servicios ecosistémicos a la ciudad pues, entre otras cosas, ayudan a mejorar la calidad del aire de Bogotá garantizándole a los ciudadanos que pueden respirar con tranquilidad.