BOGOTÁ
¿Qué es la seguridad ambiental y por qué Bogotá ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en esta materia?
El Safe Cities Index de la revista The Economist destacó a cinco ciudades del mundo por sus estrategias en favor del medio ambiente. El principal desafío a nivel mundial, según la publicación, es materializar los objetivos planteados.
Cada dos años, la unidad de inteligencia de la revista inglesa The Economist, patrocinada por la multinacional japonesa NEC Corporation, publica el Safe Cities Index. Este informe evalúa a 60 ciudades del mundo a través de 76 indicadores para calificar la seguridad urbana en diferentes ámbitos como el digital, personal, salud, infraestructura y ambiental.
Esta última categoría entró por primera vez en el informe de este año, ya que la pandemia por covid-19 impulsó a las personas y los gobiernos del mundo a ponerle la lupa a este tema. Además, se ha convertido en un aspecto fundamental en el desarrollo de las ciudades, los países, las empresas y la sociedad, en general.
Para cada aspecto hicieron un top cinco y Bogotá ocupó el cuarto lugar en el listado de las ciudades con más seguridad ambiental, es decir, la forma en que las ciudades están preparadas para enfrentar los riesgos medioambientales y protegerse ante sus efectos.
La capital fue destacada en este grupo por sus políticas destinadas a mejorar la salud ambiental y promover la sostenibilidad. Las otras urbes seleccionadas fueron Wellington, Nueva Zelanda, en el primer lugar; Toronto, Canadá, en el segundo; Washington, Estados Unidos, en el tercero y el quinto puesto lo obtuvo Milán, Italia.
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Para medir el pilar ambiental tuvieron en cuenta factores como los planes de sostenibilidad, los incentivos a las energías renovables, las iniciativas de economía verde, la generación y gestión de residuos, la eficiencia energética, la escasez hídrica, la calidad del aire y la cobertura forestal urbana. La capital obtuvo una calificación de 85,5 sobre 100, considerada como “muy alta”.
Así mismo, resaltaron el interés de las ciudades en el mundo por alcanzar la neutralidad de carbono. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), esta se da cuando un país, una industria, una organización, una ciudad o una persona, logra que sus emisiones sean proporcionales a la captura de carbono.
En ese sentido, la administración actual presentó en abril de 2021 el Plan de Acción Climática 2020-2050 (PAC), una hoja de ruta que le permitirá a Bogotá cumplir con las metas de mitigación y adaptación al cambio climático. Especialmente ahora que el más reciente informe de las Naciones Unidas, confirmó que el mundo podría alcanzar el límite climático en 2030 si las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras actividades, siguen en aumento.
El objetivo de la capital es reducir las emisiones en un 15 % para 2024 y en un 50 % para 2030. De esta forma pretende lograr la neutralidad de carbono en 2050 y aumentar la resiliencia a los inminentes cambios presentes y futuros en el clima.
El Plan Estratégico para la Gestión Integral de la Calidad del Aire de Bogotá 2030, también es una herramienta que propone metas ambiciosas y acciones contundentes para mejorar la calidad del aire y proteger la salud de los ciudadanos.
El recientemente presentado Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la capital, además, incluye la conservación y protección del medio ambiente como un eje transversal para el desarrollo de Bogotá. Tanto así, que es considerado el plan más “verde” que se ha presentado para la ciudad.
Este busca, entre otras cosas, reverdecer la capital. Para lograrlo aumentarán en un 30 % la Estructura Ecológica Principal, es decir, aquellos corredores ambientales que conectan los ecosistemas de la ciudad y protegen la biodiversidad. También protegerá la ronda hídrica del río Bogotá, consolidará la reserva Thomas Van der Hammen y aumentará 182 hectáreas de humedales urbanos a las 724 existentes con la declaración de dos nuevos: Hyntiba y Tingua Azul.