Sostenible
Regalo de la naturaleza: floreció el yagé del Tropicario en el Jardín Botánico de Bogotá
A pesar de las condiciones climáticas de la capital del país, la planta floreció.
Como una rareza o regalo de la naturaleza describen los científicos del Jardín Botánico de Bogotá el florecimiento del yagé que está ubicado en el Tropicario de este lugar. Los expertos se dieron cuenta de este extraño acontecimiento en horas de este 17 de enero.
Esto ocurrió luego de dos años de seguimiento y monitoreo de los expertos a esta flor. En el yagé se puede observar flores pequeñas y delicadas de color rosa. Tienen cerca de cuatro a cinco centímetros de altura.
Para los científicos del Jardín Botánico de Bogotá es un gran suceso debido a que las condiciones de la capital del país, como la altura (2.600 metros sobre el nivel del mar), dificultan el florecimiento de esta planta.
“La naturaleza nos sorprende y nos enseña que la vida se abre paso aún en condiciones diferentes a las habituales. De ahí la importancia de nuestro Tropicario Distrital, a través del cual rendimos un tributo a la diversidad botánica, étnica y geográfica de Colombia” afirmó Martha Liliana Perdomo Ramírez, directora del Jardín Botánico de Bogotá.
Tendencias
Desde 2020, en medio de la pandemia, especialistas en colecciones del Jardín Botánico José Celestino Mutis iniciaron el proceso de propagación ex situ (fuera de su ambiente natural) de esta planta que crece en ecosistemas tropicales. La planta fue acondicionada en el domo del bosque húmedo Amazonas-Chocó del Jardín Botánico de Bogotá, espacio donde se ha ido adaptando en condiciones satisfactorias creciendo hasta alcanzar los 24 m de altura.
Además de Yagé, esta planta también es conocida con los nombres Ayahuasca o Caapi. Asimismo, recibe otros nombres por las comunidades, por ejemplo, es considerada por algunas como una de las plantas más importantes para la medicina tradicional en los pueblos indígenas.
La flor del yagé es hermafrodita. Esto significa que en sí misma contiene los órganos masculinos (estambres) y los femeninos (pistilos). Sin embargo, no es de ella de donde se extraen las preparaciones para los rituales sagrados. Para realizar estas medicaciones se requieren grandes cantidades de los tallos de la liana o enredadera, extraídos del corazón de la selva, con una taxonomía de variedades que solo se pueden identificar por medio de su ingestión, y así saber si es Yagé tigre, Yagé Danta u otras variedades que conocen estos pueblos.
Nuevas especies de orquídeas descubiertas
El 22 de septiembre el Jardín Botánico de Bogotá anunció en medio de la Exposición Nacional de Orquídeas (versión XIX) el descubrimiento de nuevas especies de orquídeas.
Durante la preparación de este encuentro de biodiversidad, el Jardín Botánico de Bogotá e investigadores externos hicieron la descripción como especies nuevas para la ciencia de dos orquídeas, cuyos sistemas están gravemente amenazados. Esto implica un llamado de atención para que se brinde un cuidado especial y contribuir a disminuir el riesgo de esta amenaza ambiental.
La primera recibe el nombre de Pleurotalis villahermoasae y fue hallada en Villa Hermosa, en los bosques subandinos. Los expertos solo encontraron diez ejemplares en un relicto de bosque de cinco hectáreas. Esta especie pudo haber desaparecido sin siquiera haber sido descrita e identificada como especie. El Jardín Botánico espera realizar procesos de preparación para incrementar el número de individuos de esta planta.
La segunda especie tiene el nombre: Epidemdrum viridialpícola. Esta orquídea fue encontrada entre el municipio del Colegio y San Antonio del Tequendama, en el departamento de Cundinamarca, a pocas horas de Bogotá.
“Son especies descritas como nuevas, que nos hacen repensar la importancia del cuidado y conservación de nuestros ecosistemas. Todavía tenemos mucha biodiversidad que no hemos identificado y estamos deteriorando de manera acelerada esos espacios naturales donde se encuentran esas especies”, explica la directora.