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SOS para salvar un árbol de 118 años, símbolo de la paz e impactado por dos rayos
En el corregimiento de Robles, en el Valle, la comunidad y diferentes instituciones se movilizan para salvar este individuo arbóreo sembrado en 1903.
Los grandes árboles ubicados en los parques principales de muchos municipios o corregimientos del país se han convertido, con el paso de los años, en importantes símbolos y valores naturales y culturales de sus habitantes.
Es por esta razón que la comunidad del corregimiento de Robles, del municipio de Jamundí en el Valle, activó una campaña en la que involucró a distintas instituciones del departamento, con el único fin de salvar un árbol que por alrededor de 118 años los ha acompañado en el parque central de la localidad.
Así lo explicó, Nelson Paz, líder del corregimiento, quien dijo que este árbol fue sembrado en el año 1903 por el señor Manuel Ascensión Zamora, como símbolo de paz, al terminar la Guerra de los Mil Días, y desde ese tiempo ha sido muy representativo para sus pobladores.
El imponente árbol, de la especie Samanea samán, que tiene un diámetro de 2,19 metros y representa un valor ambiental y cultural en la historia de Robles, ha sido impactado por rayos en dos oportunidades. La primera vez fue en 2016 y a este impacto sobrevivió a pesar de las afectaciones.
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Sin embargo, lo grave es que estos fenómenos naturales lo siguen persiguiendo. “El 27 de septiembre del año pasado recibió una nueva descarga que afectó la rama lateral bajera, de 1,20 metros de diámetro en la base, lo que produjo un desprendimiento de la misma el 26 de abril de 2021, por lo que fue necesario cercenarla desde la base”, contó Henry Trujillo, ingeniero forestal de la Regional Suroccidente de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC).
En busca de la salvación
Fue por dicha situación que la comunidad lanzó un SOS para salvar este individuo arbóreo, que por más de un siglo ha sido insignia de este corregimiento y ha representado admiración no solo para la comunidad local, sino para los turistas.
“De las visitas que se han realizado, con el fin de hacerle un diagnóstico al árbol, se definió la necesidad de implementar acciones inmediatas de manejo, mediante podas y control fitosanitario, las cuales se iniciaron el pasado cuatro de agosto. Para esta labor se cuenta con el apoyo de Celsia, que designó un equipo técnico especializado, con el acompañamiento de la Secretaría de Medio Ambiente del municipio y la CVC”, explicó el ingeniero de la autoridad ambiental.
El funcionario reveló que están haciendo gestiones con el municipio para aplicar fertilización mediante inyección líquida. Así mismo, que dentro de los trabajos que se emprendieron se le aplicó un cicatrizante en los sitios de corte de ramas secas. En la rama que fue impactada por el rayo y los espacios se observa la presencia de organismos fitopatógenos, que también han comenzado a impactarlo, poniendo en riesgo su salud.
“Se hará un monitoreo para evaluar la respuesta del árbol a los cicatrizantes, procedimiento que se complementará con la aplicación de la inyección líquida. Con este trabajo que se inició se busca extenderle la vida, como mínimo, por cinco años más, reconociendo que se trata de un espécimen que se encuentra en el tercio superior de su ciclo vital”, resaltó Trujillo.
La ceiba de Gigante
Recientemente, también los habitantes de Gigante, en el Huila, vieron con tristeza cómo se desplomó la “ceiba de la libertad”, un árbol emblemático de esta población que se fue al piso al parecer por fallas en su estructura.
Este imponente árbol, que tenía 170 años, cubría con sus ramas la totalidad del parque central de esta población y se había convertido por sí solo en un símbolo local y regional, además de ser uno de los atractivos turísticos del lugar.
Según algunos historiadores, esta ceiba había sido sembrada el 5 de octubre de 1851 por orden del presidente José Hilario López para celebrar la firma de la ley que abolía la esclavitud en Colombia.
Sin embargo, producto del trabajo de expertos, el majestuoso árbol pudo recuperar su vigor por algún tiempo y continuó siendo por algunos lustros uno de los símbolos importantes del departamento, aunque esas afectaciones al final terminaron pasándole factura.