MEDIOAMBIENTE
Así trabajan vigías ambientales para proteger los bosques de Caquetá y Guaviare
Más de 50 voluntarios de la región se unieron en una labor de vigilancia con el fin de detectar factores que inciden en el deterioro del bosque y su biodiversidad.
El monitoreo comunitario se ha convertido en una de las mejores fórmulas para vigilar y desarrollar procesos de protección de los ecosistemas en diferentes regiones del país.
En los departamentos de Caquetá y Guaviare un grupo de ciudadanos que habita el bosque natural o que son cercanos al mismo realizan una labor de vigilancia para prevenir y detectar de manera temprana factores que inciden en el deterioro del bosque y su biodiversidad, como los incendios forestales u otra serie de afectaciones a los ecosistemas amazónicos.
Impulsada por Visión Amazonia, programa del Ministerio de Ambiente para reducir la deforestación en esta región del país, esta Red Comunitaria de Monitoreo de Bosques se ha desplegado en ese territorio en procura de proteger estas áreas, de las que además subsisten.
La iniciativa, que cuenta también con el apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Patrimonio Natural y el Ideam, arrancó en 2016.
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Frente a este trabajo, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, manifestó que alentar, capacitar y acompañar a la comunidad para que, desde su propia iniciativa adelante acciones para cuidar el bosque, es una actividad que impulsa a seguir enfocando las acciones principalmente en las personas que habitan las regiones, entendiendo sus necesidades y comportamientos y brindando soluciones que no solo reduzcan la deforestación, sino que a su vez los beneficie.
“Gran parte de la degradación de los bosques ocurre por desconocimiento. La función de los guardianes no es buscar culpables, es una labor pedagógica que permite aprender sobre las dinámicas del bosque y sus recursos naturales para protegerlos; por eso le seguimos apostando a la educación ambiental”, resaltó José Yunis Mebarak, coordinador del programa REM-Visión Amazonia.
La red de monitoreo está enmarcada dentro del programa Guardianes o Amigos de los Bosques de la Amazonia, que ha priorizado comunidades de los municipios de Calamar (Guaviare) y Cartagena del Chairá (Caquetá), de los núcleos de desarrollo forestal Los Puertos y Nueva Ilusión, respectivamente. Esta iniciativa ha logrado monitorear un área de más de 32.000 hectáreas en Caquetá y más de 43.000 en el Guaviare. En total, son más de 75.000 hectáreas de bosque amazónico vigiladas. Los vigías de estos ecosistemas reciben pagos por servicios ambientales.
¿Qué son los guardianes de los bosques?
Los guardianes de los bosques amazónicos son pobladores locales que se unieron para hacerle frente al cambio climático. Se conformaron cuatro grupos de vigías ambientales rurales en los que participan 58 personas (32 en Guaviare y 26 en Caquetá) de 17 veredas que constituyen el área monitoreada.
“En el 2020, 11 campesinos de Calamar, Guaviare, conformamos el grupo Explorador o Amigos del Bosque, como lo denominamos nosotros; hacemos parte de Cooagroitilla, una estrategia para buscar el aprovechamiento forestal sostenible de productos maderables y no maderables del bosque, todo esto llevándolo a un tema de sostenibilidad, buscando el beneficio económico para las familias campesinas, y evitando la deforestación en esta zona, en los predios colindantes con el Parque Nacional Serranía de Chiribiquete”, dijo Jeison Pineda.
El monitoreo comunitario facilita la construcción de consensos con diferentes actores locales para encontrar alternativas que permitan disminuir la deforestación y otros conflictos ambientales, especialmente en focos críticos de los mencionados departamentos, los cuales evidencian altas tasas de talas de bosque.
“Gracias a la red de monitoreo, las comunidades logramos tener un acercamiento a las autoridades ambientales para formular de manera conjunta alternativas que ayuden a reducir las problemáticas de nuestros territorios mediante el intercambio de saberes. Cuando uno adquiere esa conciencia, uno valora la selva y vela por su cuidado. Claro está, sin dejar a un lado la productividad, porque se trata de cambiar ese chip de tumbar y tumbar y de entender que se puede sacar más plata al bosque que otras actividades como la ganadería, siendo respetuoso con este”, afirmó Luis Antonio Valencia, miembro de la red de monitoreo comunitario de Caquetá.
Por su parte, Jeison Pineda agregó que en su grupo Explorador todos son campesinos, algunos con nivel educativo básico, pero con capacitación en el manejo de herramientas ofimáticas, en cartografía básica y manejo de cámara para tomar registros fotográficos. “Estamos haciendo un curso con WWF sobre control de incendios forestales para evitarlos en lo máximo y saber cómo actuar frente a estos”, concluyó