MEDIOAMBIENTE
Comunidades afro del Pacífico se comprometieron a proteger 18.000 hectáreas de bosque
Un total de 346 familias decidieron convertirse en guardianes del bosque en inmediaciones del río Atrato para proteger su gran riqueza en flora, fauna y recursos hídricos.
Con el propósito de preservar el paraíso natural en el que habitan, un total de 346 familias comenzaron a desarrollar un proyecto de economía forestal integral en el que trabajarán en la comercialización de madera, alternando con sistemas agroalimentarios para la producción de hortalizas.
La iniciativa se desarrolla en el Pacífico Norte, en zona limítrofe entre los departamentos de Antioquia y Chocó, en Vigía del Fuerte, un municipio PDET, en el que familias afrocolombianas y campesinas le apostarán a la producción bajo un modelo amigable con el medioambiente.
El proyecto cuenta con el apoyo del Programa Colombia Sostenible, adscrito al Fondo Colombia en Paz y en el marco del mismo, los habitantes de la región se comprometieron a proteger unas 18.000 hectáreas de bosque tropical.
Juan Carlos Mahecha Cañón, director del Fondo Colombia en Paz, dijo que en esta región, el Medio Atrato, están promoviendo una economía inclusiva con la naturaleza e invertirán $2.700 millones para el desarrollo de la iniciativa en la que el Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato (Cocomacia), la organización afrocolombiana más grande del país, es la asociación beneficiaria del proyecto.
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Mahecha manifestó que se estima la comercialización de 5.500 metros cúbicos de madera aserrada al año, cumpliendo con los protocolos para conservar los cuerpos de agua y proteger la fauna y, en general, la biodiversidad de la zona. “Se plantea una producción sostenible de madera con esquemas de ordenación, manejo y aprovechamiento forestal encaminado a la conservación”, precisó.
En tal sentido, se realizó un censo forestal en el que las comunidades están comprometidas a cuidar y preservar el bosque, implementando de la mano de actores clave como el Fondo Acción, estrategias de fortalecimiento de capacidades socioproductivas y comunitarias, aprovechamiento eficiente y rentable de los recursos naturales y el establecimiento de actividades complementarias a la extracción de maderas con el fin de potenciar y mejorar las condiciones de vida de los ocho Consejos Comunitarios que se benefician de manera directa del proyecto.
Ricardo Flórez Mosquera, beneficiario del Consejo Comunitario San Martín, dijo que tienen la esperanza de mejorar la calidad de vida a todos los socios y por eso el objetivo es trabajar de manera sostenible para que el recurso persista para futuras generaciones. El propósito de estas familias es aprovechar la oferta forestal protegiendo el ambiente, con la idea de llevar este modelo comunitario a otras regiones del país.
En este proceso, tanto adultos como jóvenes han sido capacitados para realizar un inventario forestal de las especies nativas de la zona, algunas casi extintas, con el fin de determinar exactamente cuáles son los recursos que se se van a proteger y conservar.
Producción de hortalizas
En el marco del proyecto también hay un componente productivo mediante el cual se promueve el cultivo sostenible de hortalizas con el objetivo de generar ingresos y garantizar la seguridad alimentaria de las familias beneficiarias.
Tiberia Martínez Lizcano, habitante del sector, manifestó que esta es una buena oportunidad para sembrar verduras, a la vez que participan en los diferentes talleres desarrollados para fomentar el proyecto, el cual demanda una inversión superior a los $4.500 millones.
De este monto, alrededor de $1.800 millones son contrapartida local en dinero y/o en especie, recursos que son administrados por ONF Andina, empresa consultora especializada en la gestión sostenible de ecosistemas, la cual actúa como entidad ejecutora.
Por su parte, el Programa Colombia Sostenible financia este tipo de iniciativas con el objetivo de apoyar a comunidades menos favorecidas de municipios que han sido afectados por la violencia. El objetivo es trabajar en la promoción de la conservación ambiental y el desarrollo rural bajo en carbono, con medidas de adaptación al cambio climático.