FAUNA
Delfines rosados como atractivos turísticos, una forma de conservar esta especie en peligro de extinción
En la Amazonia y Orinoquia habitan dos especies de delfines: el rosado (Inia geoffrensis) y el gris (Sotalia fluviatilis), las cuales se encuentran amenazadas por cuenta de las actividades del hombre.
El delfín rosado (Inia geoffrensis) hace parte de los listados de mamíferos amenazados por causa de la mano del hombre. Estos animales son atrapados en los ríos por medio de mallas de monofilamento, cacería o envenenamiento, pues son considerados una fuerte competencia para el recurso pesquero.
La Amazonia y la Orinoquia son la casa de estos ejemplares, considerados como uno de los más emblemáticos de las aguas dulces en el territorio nacional. Se trata de un cetáceo que está catalogado como “En peligro” de extinción en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Es el delfín de río más grande del mundo, pues puede llegar a medir 2,75 metros y pesar hasta 220 kilogramos.
Este animal es para los pobladores de esa región de Colombia una especie indispensable para la regulación natural. Es valorado por ayudar a controlar la población de pirañas y otros peces que podrían convertirse en una amenaza por causa de la sobrepoblación. Las leyendas indígenas lo rodean y sus características lo convierten en un animal fácil de admirar. Por ejemplo, tienen una particularidad similar a la de los humanos, cuando se esfuerzan físicamente, el color rosado pinta intensamente su piel; esto sucede porque, en búsqueda de su alimento o en la interacción con otros cetáceos, la sangre empieza a fluir activamente en sus vasos sanguíneos cutáneos.
Habitan en ríos como el Amazonas, Apaporis, Mirití Paraná, Cahuinarí, Putumayo, Igará Paraná, Cotué y Caquetá, y su presencia influye en el buen estado de los recursos pesqueros de los ríos, ya que sus presas son animales enfermos o viejos, lo que permite que los mejores peces permanezcan en esas aguas y se reproduzcan.
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Sin embargo, las malas prácticas de pesca, la contaminación en los ríos, la pérdida de cobertura vegetal, la captura y matanza intencional, y las malas costumbres turísticas amenazan la subsistencia de este animal.
¿Cómo cuidarlos?
Según Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, “una de las formas con las que podemos conservar estas especies es posicionándolos como un atractivo turístico de la región Amazónica y del Orinoco. Antes de la pandemia, tan solo en el trapecio amazónico se generaban alrededor de US $8,3 millones en recursos provenientes de personas que querían conocer estas emblemáticas especies”.
Explica también que, en el país, además de los delfines rosados hacen presencia los grises (Sotalia fluviatilis), especie que también se encuentra amenazada. Ante esta realidad, según Trujillo, una de las formas de generar esa conservación es posicionar estos animales como un atractivo turístico. Cuenta que durante los últimos años, la Fundación que dirige y el Sena han venido capacitando a más de 650 guías locales e intérpretes para poder desarrollar práctica de observación responsable de estos animales.
El experto en el manejo, cuidado y conservación de estos animales invitó a los turistas para que visiten estas regiones y apoyen a las comunidades con programas sostenibles y bien estructurados de turismo de naturaleza.
En ese sentido, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, también les hizo un llamado a los colombianos a mejorar los hábitos de consumo de la mano de los negocios verdes que se dedican a este tipo de actividades naturales en diferentes regiones del país.
Tips para el avistamiento y conservación de delfines
1. Cuando se acerque a los delfines, la embarcación debe mantener una ruta de navegación siempre paralela al rumbo en que nadan los animales.
2. Bajo ninguna circunstancia se deben cerrar las rutas de escape de estos animales.
3. No se acerque a los delfines que estén junto a sus crías, en apareamiento o en proceso de parto.
4. No produzca ruidos fuertes dentro o fuera del agua con silbatos, ni grite, ni simule llantos o golpee el agua.
5. No arroje basura a los ríos.