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Con cambio de fecha y un comité asesor renovado, en 2020 sí habrá Festival Iberoamericano de Teatro

Del 19 de junio al 5 de julio se celebrará la edición XVII del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB). La junta directiva anunció la conformación de un grupo de empresarios y gestores que se darán a la tarea de pensar cómo garantizar la sostenibilidad financiera de un patrimonio cultural aplastado por las deudas y una grave crisis reputacional.

23 de enero de 2020
'Per te' en el Festival Iberoamericano de Teatro 2018. Cortesía FITB

En medio de la generalizada incertidumbre en el sector cultural sobre el futuro del Festival Iberoamericano de Teatro (FITB), el Ministerio de Cultura y la Fundación del Festival Iberoamericano de Teatro confirmaron este jueves que la edición bienal de 2020 sí sucederá.

Aunque tradicionalmente se celebraba en Semana Santa, este año su junta directiva decidió mover las fechas: ahora el festival se llevará a cabo del 19 de junio al 5 de julio, como antesala del Festival de Verano de Bogotá. España será el país invitado y vendrán más de 30 compañías internacionales y 22 grupos nacionales.

De cara a las especulaciones sobre su futuro y la sostenida crisis financiera que ha enfrentado desde hace años, la junta directiva, de la mano del Gobierno Nacional, informó que hará un “plan de transición hacia el futuro” bajo la asesoría de empresarios y gestores que integrarán un comité asesor llamado Comité de Transición. Este, como informaron en rueda de prensa la ministra de Cultura Carmen Vásquez y la empresaria Lia Heenan socia de Crowe GCA y quien ha estado al frente del proceso de transformación del festival—, intentará hacer viable el FITB hacia el futuro, alineándolo, además, con las políticas de economía naranja del gobierno.

“No dejaremos morir el festival, nuestra prioridad es asegurar los recursos necesarios para traerlo de vuelta saneando primero las deudas con los proveedores del pasado. A pesar de los problemas económicos que ha enfrentado en los últimos años, FITB es un símbolo cultural de nuestra ciudad y del país. Ya nos hemos sentado con varios de los acreedores y nuestra misión es llegar a un acuerdo de pago con todos”, afirmó Heenan en rueda de prensa.

Bajo su liderazgo y el del empresario Ricardo Leyva, socio fundador de Sístole e inversionista de SharkTank del Canal Sony, el FITB reunió a un comité que se dará a la tarea de pensar las estrategias para garantizar su supervivencia y robustecimiento de cara a los próximos 30 años.

Los integrantes de ese comité son Andrés Calderón, cofundador de Dynamo y de Barcú; Juan Devis, director creativo de KCET Canal Público de Los Ángeles y miembro de la junta directiva del Ministerio de la Cultura de California; la empresaria colombiana Carolina Ardila; Andrés Flórez, abogado, ministro Plenipotenciario y Jefe de la Misión Adjunto de la Embajada de Colombia en Washington, y Orlando Uribe, saliente secretario de Hacienda de Medellín. En la rueda de prensa del lanzamiento, Heenan afirmó, además, que el objetivo es que “repiensen este festival, tomen la vocería y el liderazgo, y hagan lo que tengan que hacer que el festival sea una realidad y se sostenga y el legado de Fanny se mantenga en el tiempo”. 

Aunque no hay muchos detalles aún sobre el componente artístico y curatorial de esta edición, el anuncio de la realización de la edición 2020 del FITB se perfila como un primer parte de tranquilidad sobre el legado de esta plataforma para las artes escénicas creada por Fanny Mikey y Ramiro Osorio en 1988. El reto de su nuevo Comité de Transición y de su junta directiva será, principalmente, sanear las deudas de un evento que, como informó recientemente La W, ascienden a los 9 mil millones de pesos y cuyo costo para esta nueva edición podría llegar a los 25 mil millones. 

Pero además de sus problemas financieros, en 2020 el FITB deberá encarar otro reto: repensarse para hacerle frente a su crisis reputacional, que tuvo su peor pico hace tres años, desde el cierre de la edición XV hasta el lanzamiento de la edición XVI, con la guerra mediática que se dio entre las partes implicadas en su crisis. Como recogió en su momento el portal Cerosetenta, las acusaciones encontradas entre sus partes, las críticas de un sector a la gestión de Anamarta de Pizarro y los reclamos de sus proveedores y artistas por los pagos no efectuados o dilatados por años llevaron a los espectadores y al sector cultural a hacerse preguntas sobre su estado crítico y su futuro.

Sobre esto, Leyva concluyó en el anuncio : “Cuando vimos los estudios del impacto del Festival supimos que es más costoso para Colombia y para Bogotá no hacerlo que hacerlo, pues cada peso invertido se devuelve más de cuatro veces en impacto económico transversal al turismo, el comercio y la gastronomía, sin hablar del invaluable impacto social y cultural”.


El FITB informará sobre su edición XVII a través de su página web (https://festivaldeteatro.com.co/). Desde el 17 de febrero estarán disponibles los abonos.