Aplicaciones de citas y su lado “oscuro”, ¿cuál es?

Cada vez existen más aplicaciones de citas para aquellas personas que desean encontrar el amor por internet. Sin embargo, el crecimiento de estas plataformas mezcladas con las diferentes dinámicas de la web y los medios digitales han desarrollado un fenómeno difícil de parar a esta altura.

A menudo, las personas que hacen uso de estos servicios son usuarios de una o más plataformas y tienen diferentes razones para descargarlas; algunos desean encontrar una pareja estable, otras buscan conexiones de una sola noche y otros simplemente desean hablar o tener compañía.

En este sentido, no todos están preparados para las numerosas situaciones que pueden llegar a presentarse al comenzar a deslizar perfiles de potenciales parejas, ya que así como el internet y las aplicaciones han transformado radicalmente la forma en que nos relacionamos, también nos han expuesto ante una infinidad de otras personas, las cuales no sabemos con exactitud sus intenciones.

Cabe resaltar que, en la actualidad, un gran número de las relaciones sentimentales y de pareja que se conforman tienen su origen en el uso de tales plataformas online. Según la BBC, la cantidad estimada de usuarios activos en Tinder, una de las aplicaciones de citas más conocidas en Colombia, es de aproximadamente 57 millones de perfiles.

La realidad del caso es que, aunque la probabilidad de lograr el cometido es alta y así las personas terminen encontrando lo que buscan, también existen ciertos riesgos de experimentar sentimientos desagradables como lo son la ansiedad, el estrés, la frustración e incluso el agotamiento, debido a encuentros poco positivos y en llegadas circunstancias hasta peligrosos.

Este agotamiento masivo que experimentan usuarios de las apps coloca el foco de atención en la responsabilidad que deberían adquirir dichos programas para celulares, advirtiendo o diseñando estrategias respecto al tema, puesto que centros de investigación como el Pew, con sede en Washington, han revelado que, por ejemplo, las mujeres jóvenes se sienten cada vez más acosadas en tales espacios, llegando incluso a que muchas otras personas con perfiles activos se sientan frustradas o impedidas con sus cargas y retribuciones laborales.

Con esto, se esperaría que los espacios en internet para conseguir citas disminuyeran proporcionalmente a la cantidad de personas que se están viendo afectadas en la práctica, pero, por el contrario, la cantidad de usuarios aumentan más y más, señalando a que aún en conocimiento de las consecuencias, dichas apps no van a desaparecer.

Estos espacios se han vuelto predilectos para persona con perfiles de más de 55 años de edad, lo que deja en claro que las prácticas anteriormente mencionadas para conseguir pareja no corresponden únicamente a la población joven y realmente se puede encontrar de todos los gustos y colores, lo que agranda más la necesidad de conocer y sensibilizar sobre las contraindicaciones que se pueden dar al momento de dar instalar y colocar los datos pertinentes para empezar a deslizar y escoger personas.

En muchas ocasiones, es fácil caer ante la belleza de una persona e incluso dejarse llevar por una buena conversación o la ilusión de haber coincidido con otra persona por la facilidad que dichas aplicaciones representan; por eso, en vez de negar la situación, lo mejor es estar pendientes de las alarmas y conocer las contraindicaciones pertinentes.

Algunas contraindicaciones

• El algoritmo puede fallar: no todas las personas que le interesen necesariamente van a estar interesadas de vuelta, por eso es importante entender que un like no es inmediatamente un indicador de éxito.
• Los fantasmas: este término se les da a aquellos perfiles falsos que fingen ser otras personas o simplemente buscan hacer daño y estafar mediante el uso de estas apps, aprovechándose de las intenciones de quien les desliza.
• El ghosting: este término se traduce del inglés como “hacerse el fantasma” y corresponde a las actitudes de aquellas personas que primero dan atención y luego, de la nada, comienzan a ignorar sin dar alguna explicación, dejando un sinsabor para quienes habían creado algún tipo de esperanza.