¿Cada cuánto hay que cambiar las llantas de un carro y así dejar de perder dinero con neumáticos dañados?

Las llantas de un automóvil son un componente esencial para garantizar la seguridad y el rendimiento del vehículo. Mantener los neumáticos en buen estado y cambiarlos en el momento adecuado es fundamental para asegurar un viaje seguro y eficiente.

En este artículo, se explicará qué tiempo debe pasar antes de cambiar las llantas de un automóvil y los factores clave que se deben considerar al tomar esta decisión.

En ese sentido, es importante subrayar que los neumáticos de un automóvil no duran de forma indefinida, por ello eventualmente requerirán ser reemplazados. Sin embargo, no existe una regla única que determine con exactitud cuándo cambiarlos, ya que varios factores pueden afectar su vida útil.

A continuación, se reseñan los aspectos a tener en cuenta cuando se debe evaluar la necesidad de cambiar las llantas de un automóvil.

Desgaste de la banda de rodadura

El desgaste de la banda de rodadura es uno de los principales indicadores de la vida útil restante de una llanta. Las llantas nuevas tienen una profundidad de banda de rodadura adecuada para proporcionar agarre en diferentes condiciones de la carretera. Sin embargo, a medida que se utilizan, dicha banda se desgasta gradualmente, lo cual termina que afecta el rendimiento del neumático junto a la seguridad que puede ofrecer.

La mayoría de los fabricantes de llantas sugieren cambiarlas cuando la profundidad de la banda de rodadura alcanza los 1.6 milímetros. No obstante, muchos expertos recomiendan considerar el reemplazo cuando la profundidad se reduce a 3 milímetros, ya que esto ayuda a mantener un mejor agarre y frenado en superficies mojadas.

Antigüedad

El paso del tiempo también puede afectar la vida útil de las llantas, independientemente de la cantidad de kilómetros recorridos. El caucho de los neumáticos se degrada con el tiempo debido a su exposición a factores ambientales como la luz solar, humedad y el calor extremo.

Como resultado, las llantas más antiguas pueden volverse frágiles y menos confiables, incluso si la banda de rodadura aún parece estar en las condiciones adecuadas.

Los fabricantes generalmente recomiendan cambiar las llantas después de cinco a seis años, incluso si no han alcanzado la profundidad mínima de la banda de rodadura.

Pero la principal recomendación es inspeccionar regularmente los neumáticos para detectar signos de envejecimiento, como grietas, abultamientos o cambios en la apariencia.

Condiciones de manejo

El estilo de conducción y las condiciones en las que se utiliza el automóvil también pueden influir en la vida útil de las llantas. El exceso de velocidad, las frenadas bruscas y la conducción agresiva pueden acelerar el desgaste de la banda de rodadura. Además, las superficies irregulares, los baches y los obstáculos en la carretera pueden causar daños en los neumáticos, lo cual podría hacer necesario que se realice un reemplazo anticipado.

Ante esta situación es fundamental estar atento a cualquier vibración, ruido o comportamiento anormal de las llantas durante la conducción, ya que esto podría ser un indicio de un problema que requiere ser atendido y así detectar un posiblemente cambio preventivo de las llantas.

Así las cosas, la frecuencia con la que se debe cambiar las llantas de un automóvil depende de varios factores, como el desgaste de la banda de rodadura, la antigüedad y las condiciones de manejo.

Es esencial realizar inspecciones periódicas de los neumáticos, tanto para evaluar la profundidad de la banda de rodadura como para detectar signos de envejecimiento o daños. Siempre es recomendable seguir las recomendaciones del fabricante y consultar con un profesional si existen dudas sobre el estado de las llantas.

Por ello es clave mantener las llantas en buen estado para así garantizar la seguridad del conductor y las personas que abordan un vehículo, en especial cuando se hacen viajes en carretera.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.