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Ciencia dice cuáles son los asientos más seguros para viajar en avión, ¿los que menos se usan?
La ubicación al interior de un avión es clave para sobrevivir a un accidente aéreo.
Para algunas personas, viajar en avión representa una experiencia emocionante que porque enmarca la posibilidad de conocer territorios atractivos o exóticos que están en lugares lejanos. Sin embargo, para otros el tener que abordar una aeronave representa una situación aterradora que los invade de angustia.
A raíz de las situaciones mencionadas, los viajeros suelen elegir los asientos del avión en función del espacio que ofrecen, la ventanilla o su distancia del baño. Pero muy pocos pasajeros toman una decisión basada en la ubicación que les brinde mayor seguridad en caso de ocurrir un accidente o situación compleja en medio del vuelo.
De hecho, la gran mayoría de pasajeros generalmente nunca eligen los asientos que están final de la aeronave, puesto que los consideran incómodos y poco seguros en caso de una turbulencia. Sin embargo, expertos en aviación han revelado que esa decisión está basada en creencias equivocadas y que dichos asientos son los más seguros que puede ofrecer la aeronave.
De acuerdo las declaraciones que Doug Drury, profesor especializado en aviación, ofreció en The Conversation, los puestos más seguros que puede tener un avión son los que están ubicados al final y los que se encuentran un par de metros adelante del centro de la aeronave.
Pese a que Drury reconoció que existen varios factores (tamaño y tipo de emergencia) que inciden al momento de establecer cuál sería la ubicación más segura al interior de una aeronave, generalmente las sillas ubicadas en la parte final del avión son las que más seguridad ofrecen.
Esto se debe a que esa ubicación queda a una distancia muy cercana a las salidas de emergencia, factor que eleva las posibilidades de supervivencia de un pasajero en caso de que se requiera evacuar el avión ante una emergencia en medio del vuelo.
Situación que no ocurre con los asientos ubicados en la zona de las alas y que también son cercanos a las salidas de emergencia, pues en esa zona están los depósitos de combustible y esta situación eleva un poco el riesgo para los pasajeros en caso de que ocurra una situación crítica.
Agregado a ello, el experto indicó que en caso de que la aeronave pueda sufrir un impacto, sería la parte delantera la que recibe la mayor parte del daño, mientras que la cola suele ser la menos propensa a tener una afectación masiva.
Para defender su argumento, Doug Drury se refirió al caso del vuelo 232 de United Airlines de 1989, el cual terminó chocando contra el suelo a causa de una falla menor mientras transportaba a 269 personas. Drury señaló que 184 pasajeros sobrevivieron al siniestro y que muchas de ellas estaban ubicadas en los asientos de la cola del avión, alas y las sillas ubicadas al final de la cabina de primera clase.
El experto también señaló que una investigación realizada por la revista TIME en 2015, recolectó una serie de datos que ayudaron a precisar que los asientos dispuestos en la cola de un avión tiene una menor tasa de mortalidad en comparación a las sillas que están en el medio o cualquier otra ubicación al interior de una aeronave.
Finalmente, Drury aclaró que los asientos de ventanilla sí podrían brindar una mayor seguridad en comparación a los que están ubicados en el pasillo.
Esto se debe a que en caso de una emergencia en donde el interior de la aeronave se sacuda violentamente, los demás pasajeros podrían amortiguar los impactos que el pasajero podría sufrir y esta situación contribuiría a que este reciba menos lesiones de las que podrían padecer otros viajeros que estén abordo del vuelo accidentado.