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Científicos creen que la Tierra está pasando por un periodo que no se vivía desde hace más de 125.000 años: ¿de qué se trata?
Los registros han permitido comprobar el inclemente aumento en la temperatura del planeta.
El planeta vive un momento muy difícil por cuenta del calentamiento global y del cambio climático provocado por el consumismo desbordado y la creciente actividad industrial en todas las latitudes.
Y es que la temperatura ha venido aumentando de forma acelerada durante las últimas cuatro décadas, llevando a la humanidad a experimentar diferentes fenómenos naturales que con el paso de los años, y ante las nuevas condiciones, se producen con mucha más fuerza e impacto.
Temporadas de lluvias más largas, inundaciones en lugares donde antes esto no sucedía, sequías prologadas, olas de calor supremamente drásticas y otra serie de emergencias que han puesto contra las cuerdas a la humanidad, son algunas de las consecuencias de todo el cambio que ha venido sufriendo el planeta a lo largo de los últimos años.
No en vano, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), la Tierra está en su momento más cálido durante los últimos 12.500 años, dato no menor que debe preocupar a la población del mundo entero.
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Según la publicación, aunque la información que se tiene sobre la temperatura hace cientos o miles de años no logra ser precisa, sí existe evidencia que le permite a los paleoclimatólogos confirmar que esta última década los registros confirman que el planeta está presentando un mayor calentamiento que en cualquier periodo anterior a la última era de hielo.
“Nuestra comprensión de las condiciones hace tanto tiempo es mucho menos detallada que los datos climáticos modernos, lo que significa que es imposible probar cuánto calor podría haber hecho en un día determinado hace tantos miles de años. Aún así, la historia de la Tierra obtenida de fósiles y núcleos de hielo muestra que el calor reciente habría sido casi imposible durante la mayor parte de esos milenios”, señala un artículo publicado por el medio estadounidense The Washington Post.
Para llegar a este veredicto, los expertos recurrieron a diferentes herramientas que permitieron diseñar patrones climáticos y conocer el comportamiento en eras anteriores, lo que los llevó a calcular con exactitud si en el pasado, en periodos concretos, se vivía bajo intenso calor o frío.
“Por ejemplo, un fósil de un helecho encontrado debajo de un glaciar les dice a los científicos que las condiciones allí alguna vez fueron mucho más cálidas. No pueden precisar el año en que el helecho quedó atrapado en el sedimento, pero pueden tener una idea de cuánto tiempo hace que los patrones climáticos eran tales, que un helecho podía crecer en un lugar determinado”, explica el rotativo
En este orden de ideas, los expertos señalan que teniendo en cuenta los días de extremo calor que se vivieron a principios de junio, solo se pudieron haber experimentado hace unos 6.000 años y fueron provocados por el cambio en la órbita del planeta.
Y es que teniendo en cuenta que la forma del planeta no es circular, sino elíptica, para esa fecha el globo se acercó mucho más al sol, lo que produjo un calentamiento durísimo en el hemisferio norte, debido a que en la parte superior del globo hay más tierra que agua y que esta se calienta más rápido.
Según los expertos, la temperatura superó, en promedio, en 0,2 °C y 1 °C lo documentado entre 1850 y 1900, frente a lo registrado en junio de este año, cuando los termómetros se situaron 1,36 °C por encima de lo calculado a finales del siglo antepasado, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus de Europa. Ahora, la medición más reciente señala que entre 2011 y 2020 la temperatura de la Tierra es superior a las experimentadas en los últimos 125.000 años.