Tecnología
Científicos logran hacer la primera transfusión con sangre creada en un laboratorio
Este desarrollo científico podría salvar la vida de personas que tienen un tipo raro de sangre, que no se consigue fácilmente mediante donaciones.
Un reciente informe de The Verge indica que la primera transfusión de sangre producida entre dos seres humanos ha resultado un éxito. A estas personas se les inyectó glóbulos rojos que fueron cultivados en un laboratorio como parte de un ensayo clínico.
De acuerdo con el anuncio del equipo científico que lidera la investigación, dicha transfusión tenía el propósito de analizar si las células sanguíneas desarrolladas en su laboratorio podrían ser seguras y si tendrían una respuesta positiva en organismo humano.
Según los resultados obtenidos con la transfusión realizada, que sería la primera de una serie de ensayos, el equipo que lidera el estudio podría llegar a desarrollar un recurso seguro para atender una emergencia en personas que poseen un raro tipo de sangre o que tienen alguna anomalía en ella.
“Esta investigación líder en el mundo sienta las bases para la fabricación de glóbulos rojos que se pueden usar de manera segura para hacer transfusiones a personas con trastornos como la anemia drepanocítica”, declaró Farrukh Shah, director médico de transfusión del Servicio Nacional de Salud Sangre y Trasplantes en el Reino Unido, en el reporte que recoge The Verge.
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Cabe destacar que el éxito logrado en la transfusión marca un hito en un trabajo científico que se ha venido desarrollando desde hace varias décadas, en el cual se ha buscado encontrar un método para poder producir y cultivar glóbulos rojos en un laboratorio.
¿Cómo lograron crear glóbulos rojos para hacer la transfusión?
Cabe precisar que este trabajo científico hace parte de una investigación llamada RESTORE, la cual representa un trabajo conjunto entre especialistas del sistema nacional de salud de Reino Unido, NHS, y la Universidad de Bristol.
Durante el desarrollo del estudio, los científicos reclutaron a un grupo de personas adultas para que donaran su sangre, posteriormente, separaron las células madre de la sangre donada y a partir de ese material se cultivaron nuevas células sanguíneas, que después fueron usadas en la transfusión realizada a dos voluntarios.
De acuerdo con la BBC, el equipo de investigadores requería reunir cerca de 500.000 células madre para poder producir 50.000 millones de glóbulos rojos, pero solo 15 mil millones de células lograron alcanzar la etapa adecuada de desarrollo para poder ser utilizadas en una transfusión.
“Es realmente fantástico que ahora podamos cultivar suficientes glóbulos rojos hasta el grado médico para permitir que comience esta prueba”, declaró Rebecca Cardigan, directora de desarrollo de componentes en NHS Blood and Transplant, en un comunicado para la prensa.
Después de ejecutar la transfusión el equipo de científicos ejecutaron un minucioso análisis a los dos voluntarios, quienes hasta el momento, según dijo a la prensa el NHS, no se han mostrado efectos secundarios adversos. De acuerdo con la entidad, ambos voluntarios se encuentran “bien y saludables” tras recibir nuevos glóbulos rojos desarrollados en un laboratorio.
El próximo paso en el estudio preparar las pruebas necesarias para que al menos diez voluntarios reciban una transfusión de glóbulos rojos normales donados por otros participantes del estudio, junto a otra inyección con glóbulos rojos cultivados.
Una vez realizada esa transfusión, se analizará qué glóbulos durarán más tiempo en el cuerpo receptor, dicho experimento se realizaría dentro de unos cuatro meses.
En caso de que las células desarrolladas en laboratorio permanezcan más tiempo en el organismo humano, el equipo científico podría establecer las bases para lograr nuevos avances en el proceso de crear sangre cultivada en laboratorio. Este avance de la ciencia médica podría salvar la vida de las personas que tienen un tipo de sangre raro y que en ciertos casos no es posible encontrar mediante las donaciones.
Sin embargo, los autores de este estudio científico reconocen que aún es necesario recorrer un largo camino de trabajo y más pruebas, pues todavía no existen los medios para poder lograr la producción de cantidad de sangre que un equipo médico requiere para poder atender a un paciente.