Tecnología
Cinco trucos efectivos para ahorrar luz al usar la lavadora
Las lavadoras son electrodomésticos cuyo uso es popular en los hogares, sin embargo, una preocupación frecuente pasa su gasto eléctrico.
El uso de electrodomésticos facilita un amplio listado de procesos dentro del hogar. Precisamente, esta es la razón por la que tener este tipo de artefactos se ha convertido en casi una necesidad para muchas personas.
Sin embargo, con los electrodomésticos vienen prácticas que resultan imperativas para su correcto funcionamiento, por ejemplo, realizar mantenimientos periódicos y atender a los cuidados que se relacionan en el manual.
Por otra parte, una preocupación constante al momento de evaluar la adquisición de un electrodoméstico tiene que ver con cuánta energía eléctrica va a gastar, pues hay que recordar que esta no es gratuita y los hogares deben pagar por el servicio cada mes.
En ese orden de ideas, vale la pena tener en cuenta algunos consejos que pueden ayudar a economizar la energía eléctrica que usan estos aparatos. De esta manera, es posible obtener resultados ‘amables con el bolsillo’ al momento de pagar el recibo de la luz.
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Cabe mencionar que el caso de lavadora es especial, pues utiliza tanto energía eléctrica como agua en su funcionamiento. En tal virtud, un uso desproporcionado tendrá un impacto todavía mayor en las finanzas del hogar, engrosando el valor de dos facturas: la de la electricidad y la del agua.
Con el objetivo de volver más económica la operación de la lavadora, el portal Hogarmanía recoge algunos consejos que los hogares pueden poner en práctica para optimizar el uso de este electrodoméstico.
1. Lavar cargas completas
Una creencia errónea es que hacer varios lavados con la lavadora a media capacidad contribuye a que el electrodoméstico no gaste tanta energía. Sin embargo, este hábito impactará negativamente a largo plazo.
El problema está en que algunas personas no organizan correctamente los ciclos de lavado. Por ejemplo, lo ideal es separar la ropa por colores y categorías, seleccionando el modo de lavado más adecuado en función de los tipos de prendas y qué tanta suciedad presentan.
“La ropa muy sucia y con manchas de grasa debe lavarse con un ciclo de lavado largo, a elevadas temperaturas y con un detergente en polvo (o líquido)”, sugiere el citado portal.
2. No excederse con los ciclos de lavado
Tener la ropa limpia representa un buen hábito, sin embargo, todos los excesos son malos. Hay quienes tienden a lavar sus prendas tras un solo uso, incluso si en ellas no hay rastros de suciedad. En aras de economizar, lo mejor es usar la lavadora solo cuando es necesario.
3. Lavar en frío
Algunas lavadoras integran la opción de calentar el agua para efectuar los ciclos de lavado. Aunque esta función resulta útil para facilitar el proceso en determinados casos, también eleva notablemente el consumo eléctrico.
4. Aprovechar el Sol para secar la ropa
El centrifugado de las lavadoras convencionales ayuda a que las prendas no salgan tan mojadas tras finalizar el proceso de lavado. Así mismo, hay quienes tienen en casa otro electrodoméstico que complementa el ciclo: la secadora.
Si bien puede facilitar el proceso y hacerlo más rápido, su funcionamiento también deriva en un gasto eléctrico mayor. Este detalle, a su vez, conduce a que el valor de la factura de la luz se incremente.
Por esta razón, vale la pena aprovechar la ayuda de un aliado natural: el Sol. Tender la ropa para que se seque con los rayos solares y el viento es una práctica que el bolsillo agradecerá.
5. Mantener limpia la lavadora
Esta recomendación se refiere a los mantenimientos que se le debe realizar a la lavadora para que opere de manera eficiente.
Durante su operación, la lavadora acumula todo tipo de desechos en sus partes. A medida que estos aumentan, su funcionamiento puede afectarse negativamente, demandando un consumo mayor de energía eléctrica.