TELECOMUNICACIONES
Así va la batalla por los usuarios de internet móvil en Colombia
La demanda de los usuarios sigue migrando de la voz a los datos y la competencia tanto comercial como regulatoria entre Claro, Movistar y TigoUne se agudiza.
Poco a poco la telefonía en Colombia se está transformando. El país no ha sido ajeno al cambio entre la telefonía de voz a la necesidad de datos móviles. La explosión de las redes sociales, el gusto por los videos y la utilidad de las aplicaciones en la vida cotidiana han hecho que la demanda de los usuarios aumente gradualmente (Lea: Tigo y Une se fusionan para competir con Claro y Movistar).
El acceso móvil a internet sigue creciendo en el país a través de las modalidades por suscripción y por demanda. De acuerdo con el Boletín Trimestral elaborado por el Ministerio de las TIC, el servicio por demanda al término del cuarto trimestre del 2015 alcanzó 13,9 millones de abonados, con una variación porcentual del 36,2 % en relación con el primer trimestre del 2015.
En el segmento de suscripción, al cierre del año pasado la cifra alcanzaba 7,2 millones, con una variación porcentual de 6,8 % en relación con el tercer trimestre del 2015.
La tendencia, como en el sector de voz, se mantiene: Claro es el líder, seguido por Movistar, mientras que TigoUne permanece en tercer lugar. Vale la pena destacar que aunque el MinTic había asegurado que presentaría el reporte del tercer trimestre del 2016 el pasado 1 de mayo, el reporte aún no ha sido publicado.
El liderazgo que tiene Claro en los mercados de voz y de datos reactivó una fuerte controversia con sus competidores. Para Jaime Andrés Plaza, vicepresidente de regulación de Tigo Une, “la dominancia en el sector de voz se trasladó a los datos que es el futuro para esta industria”. Para Tigo Une “existe una concentración de mercado y es necesario que las autoridades tomen medidas para combatir esto”.
Semana.com consultó con Santiago Pardo, vicepresidente de relaciones institucionales de Claro, quien asegura que sus "competidores buscan que las autoridades regulatorias mantengan medidas que no ayudan ni al mercado, ni a los usuarios”.
Voceros de Movistar consultados por Semana.com señalaron que están “absolutamente de acuerdo en que el regulador adopte medidas para controlar los efectos negativos en el mercado de telecomunicaciones por la concentración en un solo operador, Claro”.
Agregaron, además, que “la posición de dominio del mercado de voz, en el que se declaró la dominancia de Claro, ahora ya se trasladó a datos, donde ese operador hoy también domina el mercado, que de hecho es el que más crece”.
De fondo, la pelea entre los tres gigantes del mercado gira en torno a una solicitud: que Claro sea declarado por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) como operador dominante en el mercado de datos móviles. De hecho, Tigo Une hizo una solicitud formal para que la CRC se pronuncie en este sentido.
Alberto Yohai, presidente ejecutivo de la Cámara de Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), insistió en la importancia del sector de telecomunicaciones en Colombia. Y se mostró cauto frente a la controversia en la que están envueltos los operadores.
Difícil decisión
El quid de la controversia es el bolsillo de los usuarios. Mientras Tigo Une y Movistar se valen de un informe elaborado por Fedesarrollo que concluyó que “el costo que deben pagar los colombianos es de cerca de ocho billones de pesos al año, por la excesiva concentración del mercado”, Alberto Yoahi, de la CCIT, desestimó la cifra expuesta por ese prestigioso centro de pensamiento económico.
Desde Claro no sólo cuestionan este informe por haber sido auspiciado económicamente por sus competidores, sino que financiaron y presentaron un estudio desarrollado por el profesor Jerry Hausman que entre sus conclusiones aseguró que “el mercado de datos está en una etapa incipiente y requiere altos niveles de inversión para garantizar acceso a los usuarios”.
En medio de la confrontación de estudios, están el Ministerio de las TIC y la CRC, quienes en últimas tendrán que tomar las decisiones del caso. Los reguladores tendrán que evaluar los argumentos y estadísticas de unos y otros para tomar una decisión que beneficie el bolsillo de los colombianos.