¿Cómo la analítica y la inteligencia artificial pueden ayudar a salvar vidas y reducir los delitos en las ciudades?

No es solo percepción: la seguridad en algunas de las principales ciudades se ha visto deteriorada en el último año. Según cifras del Concejo de Bogotá, los casos reportados de robo a personas en la capital de Colombia aumentaron un 25 % entre marzo de 2020 a igual mes de este año; el robo de vehículos ha aumentado en más de 50 casos con respecto al periodo anterior; y un tema de alto impacto como el del robo de celulares ha pasado de 3.700 a más de 4.400 casos en el último año.

La situación no es exclusiva de la capital o de las ciudades colombianas, es una realidad que se vive en varias ciudades latinoamericanas e incluso de otras regiones.

Pero ante escenarios retadores como este es que la analítica y las tecnologías como la inteligencia artificial pueden ayudar. No solo a la hora de intentar reducir las tasas de delitos en las ciudades: en materia de seguridad pública también pueden contribuir a la disminución de accidentes, en movilidad a mejorar los tiempos de desplazamiento entre lugares y en temas de medioambiente estar analizando la calidad del aire y plantear escenarios para prevenir o controlar las fuentes de alta contaminación en las ciudades.

En algo tan sencillo como tener un asistente con inteligencia artificial en casa, este tipo de tecnologías pueden ayudar a prevenir o reducir la violencia intrafamiliar. En su configuración, algunos de estos asistentes pueden estar conectados a las centrales de Policía y enviar una alerta automática a las autoridades cuando en un hogar se detecten agresiones verbales que pueden pasar a la violencia física muy rápidamente.

Un poco más allá de eso, la firma Software y Soluciones de Analítica, SAS, ha estrenado en algunos países un software de analítica avanzada e inteligencia artificial que gestiona, examina e interpreta las denuncias por violencia de género con el fin de predecir las agresiones reincidentes. La plataforma –utilizada por ejemplo por la Unidad de Violencia de Género (VioGén) de la Secretaría de Estado de Seguridad en España– combina los millones de datos de las denuncias con información de hasta 50 indicadores tales como las condiciones socioeconómicas del núcleo familiar o el grado de vulnerabilidad de las víctimas. Son casos en los que la Policía al ser alertada, puede actuar oportunamente y llegar incluso a salvar vidas.

Las secretarías de seguridad y convivencia de diferentes ciudades tienen en sus planes aumentar el número de cámaras instaladas en las calles y conectarlas a los sistemas de la Policía. Esto es un gran paso, las cámaras ayudan, pero no se trata solo de las cámaras.

Lo realmente valioso de estos sistemas es el aprovechamiento de la información al procesarla y analizarla. Poder identificar, con base en los datos recogidos, los puntos críticos en las ciudades o los horarios de mayor peligro, permite tomar decisiones inteligentes a las autoridades, reaccionar más rápidamente y optimizar los recursos humanos y técnicos con que se cuente.

Extraer inteligencia de los datos es lo que permite crear planes y programas de seguridad efectivos que en realidad mejoren la situación de los ciudadanos y los puedan proteger.

Adicionalmente a esto, dotar a las cámaras con inteligencia artificial lleva a que las cámaras no solo graben o registren un hecho, sino que puedan incluso anticipar situaciones por fuera de lo común, entender comportamientos extraños y alertar oportunamente a las autoridades para que actúen. Así se controlan muchos de los intentos de fraude en el sistema financiero y, del mismo modo, la analítica y la inteligencia artificial pueden impactar en temas de seguridad ciudadana y de bienestar de las personas.

Por: José Mutis O, country manager de SAS para Colombia y Ecuador.