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Como si tuviera conciencia: robot advierte sobre riesgos de la inteligencia artificial

El debate sobre la regulación legal y ética de la inteligencia artificial ha creado diversidad de opiniones entre varias comunidades científicas y sociales.

2 de junio de 2023
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial tiene vacíos legales y éticos lo que ha permitido la divulgación de contenidos tendenciosos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En lo corrido del 2023 uno de los temas que más ha estado en el voz a voz de la población ha sido la inteligencia artificial (IA) una herramienta diseñada para mejorar y optimizar los procesos humanos desde la creación y redacción de ensayos hasta aplicativos para uso en cirugías riesgosas. Desde la ciencia se alaba la buena intención de este proyecto, no obstante, no se desestima que la utilicen de mala manera.

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La inteligencia artificial ha sido uno de los temas de conversación más opinados en 2023. | Foto: Getty Images

La renuncia de uno de los mayores colaboradores en el desarrollo de la inteligencia artificial de Google, Geoffrey Hinton, ha causado asombro y buena cantidad de teorías conspirativas se han expuesto en los medios digitales con base en sus propias palabras al expresar que dejaba su puesto ya que quería alertar sobre los peligros de esta herramienta. No por nada se le conoce a Hinton como ‘el padrino de la inteligencia artificial’ ya que su trabajo sobre redes neuronales dio forma a los sistemas con los que funciona la IA.

De manera irónica, Hinton advierte que la inteligencia artificial está aprendiendo constantemente del comportamiento humano, y esto podría ser un arma de doble filo ya que así como los humanos manipulan la IA, esta podría en un futuro cercano manipular de igual manera a los seres humanos.

Aún así, esto no ha detenido a la comunidad científica ni tecnológica para que pare las investigaciones y avances relacionados con la optimización de la inteligencia artificial.

Uno de estos casos, es el de un grupo de investigadores en el Reino Unido quienes crearon un robot con apariencia humana llamado Ameca. Este robot, que por ahora cuenta con cabeza, tronco y extremidades básicas, tiene la capacidad de conversar con los humanos que le dirigen la palabra, también de gesticular, lo cual la hacer ser, o al menos parecer, más humana.

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Los científicos siguen trabajando con esta inteligencia para obtener su máximo potencial. | Foto: Getty Images

Ameca se ha hecho famosa, no por parecer un humano, ni imitar los rasgos y gestos de las personas, sino por las palabras que ha dicho acerca de los riesgos de la inteligencia artificial para la especie humana. Sus palabras fueron:

‘’El escenario más aterrador que puedo imaginar con inteligencia artificial y robótica es un mundo en el que los robots se vuelvan tan poderosos, que pueden controlar o manipular a los humanos sin su conocimiento. Esto podría conducir a una sociedad oprimida en la que ya no se respeten los derechos de la persona’'.

Estas palabras reveladas por este robot han creado un sin fin de opiniones, alarmistas más que todo, que refuerzan las palabras dichas por el ex empleado de Google, Geoffrey Hinton.

La opinión pública ha mostrado por medio de redes sociales una moderada preocupación, mientras otros aprovechan los beneficios que la IA les puede ofrecer. No obstante, este año estará marcado como el inicio de una herramienta artificial benévola para la especie humana, pero también, para los teóricos conspiranoicos como un avance que no debió haber ocurrido.

Ameca, es un robot avaluado en cien mil dólares, y cuando esté completo, con brazos y piernas mejoradas, se estima que cueste cuatro veces más. Este robot tiene el mismo sistema que utiliza ChatGPT, otro referente de la inteligencia artificial el cual también ha sido tendencia casi que a diario por las respuestas que ha dado frente a algunas preguntas relacionadas con el fin del mundo, religión, personas desaparecidas, entre otros.

La importancia de regular legalmente a la inteligencia artificial ha sido un pedido constante de los profesionales del derecho, y de la comunidad en general, especialmente la académica, con el fin de que las personas no le den un mal uso para evitarse trabajos como ensayos y escritos, fundamentales también para regular los derechos de autor.