Vehículos
¿Cuál es el riesgo de prender y apagar un carro automático varias veces?
La creencia popular señala que esta práctica podría causar daños en el vehículo. ¿Qué tan cierta es?
Una vez se cumple el objetivo de tener carro propio, hay quienes se encuentran ante un escenario que resulta desconocido. Y es que la tenencia de un vehículo de estas características supone la adopción de cuidados especiales en materia de mecánica.
En términos prácticos, un carro facilita el desplazamiento del punto A al punto B, sin embargo, no se trata solo de sentarse al frente, encender el vehículo y manejar hacia el rumbo previsto. Absolutamente, todos los artefactos de esta naturaleza requieren mantenimientos periódicos y cuidados básicos para no comprometer su función básica.
Uno de los temores más recurrentes en este campo tiene que ver con las dinámicas de encendido y apagado, sobre todo, en los vehículos automáticos. Según la creencia popular, prender y apagar el motor del carro continuamente podrían derivar en determinadas complicaciones.
Daños en la batería, deterioro en el motor de arranque e incremento en el consumo de combustible son las tres consecuencias que se le atribuyen al reiterativo encendido y apagado del vehículo, pero ¿qué tan ciertos son?
Lo más leído
En términos generales, encender y apagar un carro -sea automático o mecánico- no acarrea ningún problema. Eso sí, siempre y cuando no se abuse.
¿Cuándo se eleva el riesgo?
Encender y apagar un carro es completamente normal, de otra forma no tendría dichas funciones. El debate viene en cuanto a la periodicidad, es decir, cada cuánto hacerlo o cuántas veces se puede hacer en el día.
Para comprender el ejercicio hay que ser razonables y no caer en exageraciones. Si bien es cierto que el motor de arranque se activa cuando el carro se enciende, esto no quiere decir que se vaya a dañar prematuramente. Eso sí, en escenarios extremos, un constante on-off puede acelerar el desgaste de esta vital pieza para el vehículo.
Otro miedo común tiene que ver con la posibilidad de que la batería se descargue. Pues bien, el encendido de un carro requiere de un porcentaje importante de energía, de manera que una dinámica repetitiva podría agotar la carga con mayor rapidez. En el largo plazo, podría ser necesario cambiar la batería con más frecuencia.
¿Se ahorra combustible o no?
Algunas de las razones por las que las personas apagan sus carros más de la cuenta incluye la espera en los semáforos. Bajo la creencia de que un motor en operación gasta demasiado combustible, hay quienes suspenden el funcionamiento del todo con la esperanza de que no ‘coma’ tanta gasolina.
Pero en términos de autonomía, por lo general resulta más eficiente mantener el motor en ralentí durante cortos períodos de tiempo en lugar de apagarlo y encenderlo repetidamente. En ese sentido, apagar el motor puede ahorrar combustible, pero solo si se detiene durante un tiempo más largo.
De igual manera, los vehículos modernos incluyen tecnología para optimizar el consumo de combustible, de manera que mantener el vehículo encendido en un semáforo no tendría mayores repercusiones en la autonomía final.
Otra consideración a tener en cuenta implica el confort térmico. Por ejemplo, si se apaga el motor en condiciones climáticas extremas, como un día de mucho calor o frío, se alterará la temperatura interna, ya que el sistema o calefacción o aire acondicionado dejará de operar.