Tecnología
Cuidado: esta es la palabra que nunca debe decir al responder llamadas desconocidas porque podría perder su dinero
Las estafas a través de llamadas telefónicas se han vuelto cada vez más comunes.
El teléfono se ha convertido en una herramienta esencial para la comunicación. Sin embargo, también se ha transformado en un medio utilizado por ciberdelincuentes para realizar estafas y cometer delitos. Estas modalidades no solo afectan a personas en América Latina, sino también en otros continentes como es el caso de Europa, generando una creciente preocupación sobre la privacidad de los datos personales y financieros de los usuarios.
Y es que, la facilidad con que la información puede ser comprometida a través de aplicaciones de mensajería, redes sociales, plataformas o servicios en línea, ha llevado a los expertos en ciberseguridad a mantenerse alerta, investigando los modus operandi de los hackers para advertir a los internautas y ayudarlos a evitar trampas que, en muchos casos, pueden tener consecuencias devastadoras.
Una de las tácticas más recientes y peligrosas involucra la utilización de una palabra aparentemente inofensiva: “sí”. Responder de manera desprevenida a una llamada desconocida puede abrir la puerta a ser víctima de fraudes que comprometan su dinero y datos personales.
¿Cómo funciona esta modalidad de estafa?
Los estafadores telefónicos han perfeccionado su técnica, aprovechando respuestas automáticas o desinteresadas de las personas al contestar llamadas. Una de las estrategias más comunes consiste en grabar a la víctima diciendo “sí”.
Lo más leído
Los delincuentes inician la llamada con preguntas simples como “¿Puede escucharme bien?”, o “¿Es usted el titular de esta línea?”. Al obtener una respuesta afirmativa, los estafadores graban la voz de la persona y utilizan este audio para autorizar transacciones fraudulentas, realizar compras o comprometer cuentas bancarias.
La clave de este tipo de estafa radica en la posibilidad de manipular sistemas automatizados o empleados de instituciones financieras que acepten grabaciones como prueba de consentimiento. En muchos casos, los delincuentes complementan esta técnica con otros datos personales que han obtenido previamente, como nombres, direcciones o números de identificación, para hacer sus maniobras aún más convincentes.
Pero, ¿cómo logran los delincuentes que las personas caigan en sus redes? El éxito de este engaño radica en su simplicidad y en la confianza inherente que muchos depositan al contestar el teléfono, ya que muchos suelen responder automáticamente sin evaluar el contexto de la llamada, especialmente si el tono del interlocutor es amable o profesional.
Además, el uso de tecnología de suplantación de identidad o spoofing permite a los estafadores hacer que las llamadas parezcan provenientes de números legítimos, como bancos, empresas reconocidas o incluso instituciones gubernamentales. Esto aumenta la probabilidad de que las víctimas confíen y contesten sin sospechar.
El problema se agrava debido a la falta de educación sobre este tipo de prácticas. Muchas personas desconocen que incluso un detalle tan pequeño como decir “sí” puede ser utilizado en su contra. La percepción común es que las estafas requieren datos más específicos, como números de tarjetas de crédito o contraseñas, lo que hace que las víctimas bajen la guardia ante preguntas inofensivas.
Por lo anterior, es importante mantenerse alerta y ser precavido al contestar llamadas desconocidas. Evitar responder con “sí” y estar atento a posibles señales de fraude puede marcar la diferencia entre proteger su información y caer en manos de delincuentes.