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¿El 23 de abril colapsará internet? La verdad sobre la teoría de la tormenta solar
Algunos sistemas de comunicación podrían verse afectados por este fenómeno.
El mundo y casi todos los oficios que hoy en día se desarrollan se mueven gracias al internet; es casi imposible encontrar algún trabajo que no esté vinculado directa o indirectamente con este tipo de tecnología, por lo que a la hora de plantear un eventual colapso, el temor es mayúsculo, pues desde las grandes industrias, hasta los más pequeños empleados se verían afectados.
Justamente este próximo 23 de abril se avecina una tormenta solar, por lo que las alarmas están encendidas debido a los daños que este fenómeno natural podría causar a las telecomunicaciones alrededor del mundo.
Según se ha conocido, el Internet podría colapsar por las altas temperaturas que alcanzará la atmósfera, lo que podría provocar un apagón de la algunos dispositivos tecnológicos, algo muy serio que podría poner en riesgo las comunicaciones en una era donde todo depende de esta red.
En redes sociales han comenzado a circular videos e informaciones que hablan de una tormenta solar sin precedentes, lo que afectaría a los satélites que se encuentran en el espacio; algunos de ellos, según la teoría que ha aparecido en los últimos días, caerían y dejarían incomunicados a quienes dependan de ellos.
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Así mismo, hay otros aspectos más terroríficos que se explican en esa teoría que aún no ha sido confirmada y es la posibilidad de que se presentan incendios que produzcan ceniza y que nublen el cielo de todo el mundo en lo que llaman la noche infinita.
Ante este tenebroso panorama que pinta la profecía para el próximo 23 de abril, lo cierto es que la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, no ha emitido alerta alguna sobre esta posible tormenta solar; sin embargo, alertó sobre algunos daños menores que la tormenta podría causar a algunos dispositivos tecnológicos que se podrían considerar como insignificantes ante la magnitud del fenómeno natural.
Los fuertes efectos en la Tierra en caso de una tormenta solar
Vangelia Pandeva Dimitrova, más conocida como Baba Vanga, era una mujer originaria de Bulgaria que, supuestamente, tenía el don de predecir el futuro. Aunque falleció en 1996, hoy, 25 años después, sus profecías todavía llaman la atención de los curiosos.
De hecho, Baba Vanga predijo una tormenta solar que tiene la capacidad de dañar las comunicaciones en todo el planeta; esto tiene que ver con las afectaciones que suelen tener los satélites por el aumento en la radiación solar. Increíblemente, los científicos estiman que este 2023 habrá una tormenta solar, la cual se calcula se presente el 23 de abril.
A propósito, sobre los efectos en la Tierra en caso de una tormenta solar, Space Weather de la ESA indicó que estas no representan una amenaza directa para la vida humana, aunque existe el riesgo de que puedan afectar sistemas críticos para la seguridad a través de efectos electromagnéticos, desde comunicaciones espaciales, navegación y servicios de pronóstico del tiempo, hasta distribución de energía eléctrica a nivel del suelo.
Vale destacar que un estudio de la Universidad de California-Irvine de 2021 señaló que la estructura de comunicación de internet existente es vulnerable a las tormentas solares severas.
De acuerdo con Sangeetha Abdu Jyothi, autor del estudio, si una tormenta solar particularmente fuerte chocara contra la Tierra, tendría el poder no solo de interrumpir las redes eléctricas y los satélites, sino también de paralizar internet a largo plazo.
La NASA, por su parte, explicó -en su momento- que este tipo de erupciones solares tiene la capacidad de afectar el planeta cuando se producen en el lado del Sol orientado hacia la Tierra. Esto debido a que las erupciones están formadas por fotones y serían recibidos directamente desde el lugar solar donde se produjo el evento.
De acuerdo con un artículo del medio estadounidense ‘The Huffington Post’, algunas profecías de Baba Vanga habrían coincidido con hechos como el hundimiento del submarino ruso Kursk, en agosto del año 2000, el tsunami de 2004, la elección de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos y los atentados del 11 de septiembre; incluso, también habría anticipado el coronavirus.