Especial Automotriz
¿El Chevrolet Corsa en realidad es un Opel? 10 carros “prestados” entre marcas automotrices
Tras invertir millones de pesos en un automóvil pensando en la confiabilidad de la marca, el comprador podría decepcionarse al saber que tiene “gemelos” mucho más baratos e incluso una fabricación mediocre.
El mundo automotriz se sustenta sobre la constante competencia entre compañías, que buscan la supremacía y la reputación a través de la innovación, performance, tecnología, confiabilidad y durabilidad de sus automotores.... o al menos así era en el pasado.
El reciente fenómeno de los mega conglomerados, como la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que incluye en su paquete accionario a las marcas Alpine, Dacia, Samsung y Lada, o el reconocido grupo VAG (Audi, Bentley, Bugatti, Cupra, Ducati, Lamborghini, MAN, Neoplan, Porsche, Scania, SEAT, Škoda, y Volkswagen) abrió la posibilidad de hacer a un lado las viejas revanchas y producir vehículos “genéricos”, que pueden ser marcados y vendidos por 2, 3, 5 e incluso 10 marcas diferentes, con categorías, accesorios, lujos y segmentos totalmente diferentes.
Un gran negocio para los gigantes automotrices, sin duda, pues abarata costos de producción y diseño. Para los consumidores, por el contrario, es una verdadera decepción, pues para el comprador poco detallista o conocedor será imposible percatarse de que su flamante SUV compacto japonés es en realidad un económico sedán rumano.
SEMANA recopiló los 10 casos más particulares de vehículos que podrían denominarse como “prestados” entre marcas, que van desde lo simpático y absurdo hasta lo inaudito.
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10. Corsa: un alemán con cara de “gringo”
General Motors (GM) se hizo con la propiedad del Corsa, un automóvil de gama baja, del segmento B, desarrollado por el fabricante alemán Opel. Al ser un SUV (Vehículo utilitario deportivo, del inglés sport utility vehicle) compacto barato de producir y ensamblar, GM lo rebautizó con toda clase de marcas, desde la norteamericana Chevrolet, la pintoresca Vauxhall de Inglaterra, hasta cruzar el océano Pacífico, para convertirse en un Holden australiano.
El vehículo ha sido fabricado en España, Alemania, Sudáfrica, Argentina, Brasil, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, India y China. En su lanzamiento, se ofrecía con carrocerías hatchback y sedán, y con motores de gasolina de 1,0 (OHV), 1,2, 1,3 y posteriormente 1,4 litros de cilindrada (OHC).
La segunda generación, el Corsa B, se lanzó a la venta en 1993 y en el año 2000 llegaría su relevo, el Corsa C. En toda América latina se vendió como Chevrolet Corsa (con un valor al menos 30% inferir a su gemelo Opel, en Europa) excepto en Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Chile donde se los comercializó bajo la escudería Opel.
El Corsa B también se fabricó en Yantai, China y en Shandong China inicialmente como el Buick Sail, luego con el logo Chevrolet. El Corsa de tercera generación salió a la venta en noviembre de 1999 y su sucesor, de cuarta generación, se presentó en el Salón del Automóvil de Londres de 2006. En 2015 llegaría la quinta generación, con un nuevo diseño y un frontal parecido al Opel Adam.
Actualmente se encuentra en producción la sexta generación de este SUV compacto y vuelve a Colombia este 2021, esta vez directamente de la mano de la marca alemana, abandonando su pasado Chevrolet. Muchos entusiastas de este auto suelen retirar los logos frontal y trasero de la marca americana e instalar los clásicos Opel.
9. Clio /Symbol /Citrus: ¿japonés, rumano o mexicano?
Que dos marcas generalistas y norteamericanas como Buick y Chevrolet compartan plataformas y hasta el mismo sedán no sorprende a nadie, pues ambas pertenecen a GM y su larga tradición de vehículos utilitarios y económicos. Caso muy distinto es cuando al escoger un auto el comprador tiene en cuenta su país de origen, pues la configuración, performance y prestaciones de un carro europeo son muy distintas a las de un asiático o un americano.
Por eso este puesto en el ranking resulta tan decepcionante, ya que los compradores mexicanos del Nissan Platina (fabricado hasta el 2011) quienes se sentían orgullosos de conducir una afinada máquina japonesa, desconocían que en realidad habían pagado de más por un Dacia, vendido además en todo el mundo como un Renault.
Para completar, el negocio también funcionó a la inversa, gracias al controvertido empresario brasilero Carlos Ghosn (hasta 2018 el presidente y CEO de Nissan Motor Co. Ltd., Renault, y AvtoVAZ) pues el auto también fue vendido en Japón como Nissan Lutecia.
El Clio ha tenido más nombres y versiones que la saga “Rocky”: Symbol (versión sedán para Latinoamérica) Cytrus (versión taxi) entre muchas otras, pero su casa matriz queda en Budapest (Rumania) de donde proviene Dacia. Se ha ensamblado prácticamente en todo el mundo, teniendo como referentes a Turquía, México y Marruecos como enclaves de distribución, gracias a la practicidad de su mecánica y la variedad de motorizaciones, partiendo por la insípida 1.1. cc hasta los poderosos 2.0. Turbo.
Con cinco generaciones encima (Desde 1.990 hasta el presente) este “Hot Hatch” no decepciona, pues su relación calidad/precio es más que satisfactoria. Ahora, de ahí a considerar que un Renault/Dacia tiene la performance de un japonés como Nissan, es otra historia.
8. Aveo: el “secretito” coreano de Chevrolet
Daewoo Motors fue una marca surcoreana que en los años 90´s se ganó la confianza y credibilidad de los consumidores colombianos, gracias a su confiabilidad y bajos precios. De un momento a otro desapareció y muchos se preguntaron el porqué. Pues bien, la respuesta (como en la mayoría de posiciones de este top) es GM.
La firma fue rebautizada en 2002 como GM Daewoo, cuando General Motors se hizo con el control. Desapareció en 2011 después de que adquiriese la última de sus unidades de negocio (Daewoo Motors) y la rebautizaran como GM Korea. Aunque algunas compañías siguen llamándose Daewoo, principalmente en Seul, ninguna está hoy vinculada al histórico grupo.
Y justamente fue en la capital surcoreana donde se desarrolló en 2002 el económico Daewoo Kalos, conocido en Latinoamérica como Chevrolet Aveo. Compradores de la época destacaban sus bondades como auto americano de producción, pero en realidad estaban llevando a casa un Daewoo con otro logotipo.
Este compacto fue un éxito en ventas, pues se comercializó en 120 países bajo 5 nombres diferentes, incluyendo al Holden Barina. Si su precio era su fortaleza, su calidad fue siempre su talón de Aquiles: plásticos baratos, motorizaciones sosas, sin air bags y cero estrellas en seguridad, siendo señalado como “peligroso” por los programas independientes de evaluación de vehículos Latin Encap y Euro Ncap.
7. Captiva: la SUV de los 1000 nombres
La misma historia que el Aveo y con los mismos protagonistas: GM y su filial Daewoo. Esta SUV producida en Corea del Sur y vendida como una “Todoterreno” del segmento D sobre la plataforma Theta de General Motors, es una camioneta pequeña de cinco puertas con motor delantero transversal, que se comercializa desde el año 2006 con tracción delantera o a las cuatro ruedas, y con cinco o siete plazas.
A Colombia llegaron con la chapa Chevrolet Captiva Sport AWD, una versión desde el año 2011 con potentes motores V6 de 3.0 litros, 2.5. L y un cuestionable 2.0. L que causó más de un dolor de cabeza a sus compradores.
Con este auto GM no se quemó demasiado las pestañas, pues básicamente se le cambió solo el emblema para las versiones Daewoo Winstorm (Corea del Sur), Chevrolet Captiva (Europa, América del Sur y buena parte de Asia), Holden Captiva (Australia y Nueva Zelanda), Vauxhall Antara (Reino Unido), GMC Terrain (Medio Oriente) y Saturn VUE (América del Norte). Claro está, con variaciones de precio de hasta el 40%, dependiendo del mercado de cada país y la cotización de su moneda local.
Opel fue la única compañía en arriesgarse a darle una “lavada de cara”, desarrollando una carrocería totalmente distinta en 2006 con el nombre Opel Antara. En Colombia también se la conoce peyorativamente como la “Gastiva”, por su altísimo consumo de combustible.
6. Duster: La ciudadana del mundo
Del desierto del Megreb en Marruecos, pasando por los Cárpatos rumanos hasta los Andes americanos, esta pequeña SUV ha sido un éxito rotundo en todo mercado donde se ha introducido. Aunque los compradores poco experimentados aún creen que compran un vehículo francés, desarrollado y fabricado en algún hangar parisino, lo cierto es que la Duster es una Dacia con alma rumana y gitana.
Aunque la historia de Dacia como fabricante de vehículos para su hermana mayor Renaut ha sido larga y en su mayoría exitosa, aún carga con el estigma de ser una marca generalista y barata (En Europa sus vehículos nuevos cuestan lo mismo que los usados de marcas Premium como BMW o Mercedes Benz).
La Duster ha sido de gran ayuda para ahuyentar este mal espíritu entre los compradores, pues su bajo precio y la gran cantidad de lugares en el mundo donde se fabrica o se ensambla le ha brindado múltiples procedencias.
Como todoterreno del segmento B, la Duster fue presentada oficialmente el 8 de diciembre de 2009 y ha batido récords de ventas en Europa, América Latina, el Medio Oriente y la India. La versión Pick Up (camioneta con platón) se fabrica solo en Brasil y cambia su nombre a Renault Oroch.
En marzo de 2012 se empezó a comercializar en Colombia, en las versiones 1.6 y 2.0 L, ambas a gasolina con opción de tracción a las ruedas delanteras o a las 4, y desde la planta de Sofasa en Envigado, aún se exporta a países como México, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile, y Argentina.
Aunque suele presentar problemas en su sistema eléctrico (los cables en el motor y accesorios son de mala calidad y los empaques endebles) actualmente esta “mulita” es uno de los vehículos más vendidos tanto en Colombia como en sus mercados de exportación, gracias a su relación calidad/precio, difícil de igualar en su categoría y segmento. Rumana o francesa, vale la pena.
5. Frontier: una pick up con “estratificación”
Escoger un auto familiar tiene como prerrogativas la practicidad, el consumo de gasolina o el precio. Elegir un vehículo de trabajo es totalmente distinto, pues la durabilidad, la resistencia y la calidad son innegociables para una inversión de este tipo (que suele ser grande).
Los conocedores del mundo de las trucks y pick ups medianas se decantan casi siempre por dos procedencias: las enormes y potentes camionetas norteamericanas como Ford, Chevrolet, Dodge o RAM, o las eficientes y extremadamente confiables japonesas: Toyota, Honda o Nissan.
La Nissan Frontier se ha ganado su buena fama a pulso, siendo lanzada al mercado global en el año 1997, con un motor gasolina o diesel de 2.4 L. Luego de tres generaciones a cuestas y una fanaticada que la ha descrito como “virtualmente indestructible”, la camioneta fue víctima de su propia fama, pues todos querían una tajada de su leyenda.
Renault-Nissan-Mitsubishi la ha renombrado numerosas veces, siendo conocida como Navara, Terrano, Hardbody, NP-300, Dongfeng Rich (1ª generación), Suzuki Equator (2ª generación), Peugeot PickUp (1ª generación), Renault Alaskan (3ª generación) y Mercedes-Benz Clase X (3ª generación).
Las dos últimas de la lista (Alaskan y Clase X) han causado mayor polémica, pues para empezar Renault es celosa con el mercado que ha cultivado por décadas en América del Sur. Por esta razón, equipó a la Alaskan con mayor lujo y confort en cabina, sacrificando el peso y la performance de una camioneta tradicionalmente de trabajo y con vocación de carga como la Frontier.
Ni hablar de la Mercedes Benz Class X: El consumidor poco informado estaría comprando un vehículo Premium que de alemán solo tiene el emblema, pues su plataforma, motor y componentes son los de la Frontier, que es tres veces más barata.
4. Trooper: solo le faltó llamarse Nasa
Uno de los casos para enmarcar dentro de este listado. La Chevrolet Trooper es uno de esos productos de antaño que recuerdan las mejores épocas de GM, cuando sus autos eran sinónimo de calidad.
Este es uno de los más controversiales ejemplos de vehículos multimarca, pues la compañía norteamericana la adquirió junto a otros modelos de la confiable marca Isuzu (famosa en Latinoamérica por sus camiones y furgones) en 1981.
Desde entonces la puso en cuanto mercado halló espacio, llamándose desde entonces y hasta 2002 (año hasta el que se fabricó) como Subaru Bighorn en Japón, Acura SLX (Japón y EE.UU.), Chevrolet Trooper (Estados Unidos), SsangYong Korando Family (Corea), Honda Horizon (EE.UU.), Opel Monterey (Europa), Vauxhall Monterey (Reino Unido), Holden Jackaroo y Holden Monterey (Australia y Nueva Zelanda).
A Colombia y otros países de Latinoamérica llegó con emblema Chevrolet (mismo caso de recelo que el de Renault) convirtiéndose en una verdadera leyenda, peleando el liderato de su segmento en los años 90´s con grandes de su época como la Toyota FJ Land Cruiser 4.5, la Nissan Patfinder o la Mitsubishi Montero.
3. ¿En qué se parecen una Mazda y una Ford?
“Ni en la forma de jugar parqués” diría el adagio popular. Es difícil pensar en una colaboración más disímil y pintoresca que la lograda por las compañías Mazda y Ford en 2006, en el marco de producto del convenio AutoAlliance Tailandia.
Las camionetas “Japo-Gringas” Ford Ranger y Mazda BT 50 son en esencia el mismo vehículo, solo separados por su parrilla y emblemas cambiados. La plataforma es una versión más grande del predecesor Ford de la Serie B, y por el mismo convenio se estableció que ninguna se vendería en el mercado norteamericano ni japonés, sino que su destino sería principalmente América Latina.
A pesar de lo extraño que suena el comprar una camioneta Mazda que carga un motor Ford de 2,2 o 3,2 litros (o una camioneta Ford con la transmisión y el diseño Mazda, dependiendo de sus gustos) el resultado ha sido satisfactorio.
En cualquiera de las versiones, Ranger o BT 50, el comprador se lleva una económica y robusta Pick Up de trabajo, con 200 caballos de fuerza, doble tracción y 4 X 4 con Dual Range, caja manual de 6 velocidades, además del esquema de suspensión de eje rígido con ballestas atrás.
2. Jetta: cuando un modelo se convierte en marca
Si un automóvil es exitoso, seguro va a tener una contraparte china. El gigante asiático no solo copia los más famosos diseños automotrices del mundo, sino que también es un asiduo consumidor de marcas de renombre, como es el caso de Volkswagen o Bentley.
Para no ceder mercado a competidores más audaces, el grupo VAG decidió crear marcas “Satélite”, en China, colaborando con compañías locales como FAW o SAIC. Sin duda, la empresa más insólita de este listado es la que lleva por nombre el del legendario modelo de VW: el Jetta.
No, no es un error de redacción. El Jetta VA3 no tiene un nombre que le anteceda y es la primera vez en la historia de VW que un nombre de modelo (Jetta) ha pasado a ser una marca independiente con su propia red de concesionarios.
Aunque la parrilla y el emblema cambian, el VA3 es exactamente el mismo Jetta Mark 6, y diversifica su identidad llamándose Lamando (China), Vento (Sudáfrica), Bora (EE.UU.), Atlantic (México), SEAT Toledo (España) y Škoda Rapid (Europa).
Lo generalista del auto llega a molestar a los más puristas de la marca Volkswagen, pero es irrefutable que el nombre Jetta ya es leyenda en el mundo motor, cargando el motor 2.0. Litros naturalmente aspirado más confiable de su historia, sin cambios considerables desde 1993 hasta la fecha.
1. Forester: una leyenda manchada
Las historias de terror en el mundo motor sí existen. Al pensar en una compañía tradicional, disciplinada, rígida y exigente en Japón (con el adicional de la cartesiana cultura nipona) posiblemente la primera que viene a la mente de los consumidores es Subaru, pero hasta la escudería de las Pléyades comete garrafales errores, como la colaboración que encabeza este listado.
Durante décadas, la compañía nipona se mantuvo incólume frente a los múltiples ofrecimientos de fusión por parte de GM y otros gigantes norteamericanos, pero en algún momento de 1999, General Motors compró el 20,1 por ciento de las acciones de Fuji Heavy Industries, el conglomerado propietario de Subaru (y que pasaría a llamarse Subaru Corporation en 2017).
Mientras que GM vendió y se deshizo de toda su participación en la escudería japonesa en 2005, hubo un momento en que decidió tomar uno de los modelos emblema de Subaru, la SUV AWD llamada Forester, colocarle las insignias de Chevrolet y venderla en la India.
Es difícil saber cuántos ejemplares del Chevrolet Forester se comercializaron en el subcontinente indio, pero aparentemente estuvo disponible durante cuatro años antes de ser descontinuada, tras la desvinculación de GM de su asocio con industrias pesadas Fuji.
Como era de esperarse, Subaru retiró de su stock toda referencia posible a la mal llamada “Chevrolet Forester”, se pasó a la siguiente generación de la camioneta y nadie nunca volvió a mencionar el desagradable episodio. Toda familia tiene oscuros secretos, y este es uno que Subaru quiere enterrar muy, muy profundo en el patio de atrás.