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El electrodoméstico que debe desenchufar en un corte de luz para evitar daños y costosas reparaciones
Estar preparado ante estas eventualidades y tomar decisiones informadas puede marcar la diferencia entre un pequeño contratiempo y un problema mayor.
Los electrodomésticos son esenciales para el día a día en el hogar. Han revolucionado las tareas domésticas, permitiendo realizarlas de manera más rápida, sencilla y eficaz. No obstante, su creciente uso ha generado inquietudes sobre el impacto de su consumo de energía.
Al incremento de luz se suman los cortes que suelen ser una situación común en muchas regiones, ya sea por tormentas, fallas técnicas o mantenimientos programados. Sin embargo, pocos consideran el impacto que estos eventos pueden tener en sus electrodomésticos.
En este contexto, hay un dispositivo en particular que puede sufrir daños irreparables si no se toman las medidas adecuadas. Se trata del refrigerador o también conocido como la nevera. Además de ser un aparato esencial en el hogar, las reparaciones o reemplazos de estos aparatos pueden resultar especialmente costosos. Por esta razón, es crucial entender por qué este electrodoméstico es vulnerable durante cortes de energía y qué medidas tomar para protegerlo.
La nevera, al igual que otros electrodomésticos, depende de un flujo constante de energía eléctrica para funcionar correctamente. Durante un corte de luz, el suministro de energía se interrumpe, pero el problema real ocurre cuando la electricidad vuelve. Este proceso puede generar picos de voltaje, que son aumentos repentinos en la intensidad de la corriente eléctrica.
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Estos picos de voltaje son particularmente peligrosos para los compresores y sistemas eléctricos del refrigerador. El compresor, que es el componente encargado de mantener la temperatura interna, puede quemarse o quedar dañado si recibe un voltaje superior al que está diseñado para soportar. Incluso un daño menor en el sistema eléctrico puede ocasionar fallas en el enfriamiento, lo que no solo afectará su funcionamiento, sino que también podría provocar la pérdida de los alimentos almacenados.
Para proteger el refrigerador y otros electrodomésticos, la medida más efectiva durante un corte de luz es desenchufarlos. Aunque esto puede parecer una acción sencilla, tiene un impacto significativo en la prevención de daños. Al desconectar el refrigerador, se evita que sufra las fluctuaciones de voltaje que ocurren cuando se restablece el suministro eléctrico.
No basta con apagar el electrodoméstico, debe ser desconectado completamente de la fuente de energía. Muchos dispositivos permanecen en un estado de “espera” incluso cuando están apagados, lo que los hace susceptibles a los picos de voltaje. En el caso de los refrigeradores, este paso es particularmente relevante debido a la complejidad y sensibilidad de sus componentes internos.
Una vez que el suministro eléctrico se haya estabilizado, expertos recomiendan esperar entre 10 y 15 minutos antes de volver a conectar el refrigerador. Este tiempo permite que la corriente en el sistema eléctrico del hogar se normalice y evita posibles fluctuaciones adicionales.
