El electrodoméstico que debería desconectarse para ampliar la señal wifi en toda la casa

En el mundo actual, donde la conectividad a Internet es esencial para muchas actividades diarias, las interferencias en la señal wifi pueden ser un problema frustrante. Aunque muchos factores pueden afectar la estabilidad de una red inalámbrica, uno de los electrodomésticos que frecuentemente causa problemas de interferencia, aparte del microondas, es el teléfono inalámbrico o DECT (Digital Enhanced Cordless Telecommunications).

El teléfono inalámbrico ha sido una herramienta indispensable en muchos hogares durante décadas. Estos dispositivos permiten realizar llamadas sin la limitación de un cable, ofreciendo movilidad y comodidad. Sin embargo, los teléfonos inalámbricos operan en una frecuencia que puede solaparse con la banda de 2.4 GHz utilizada por la mayoría de las redes domésticas. Esta coincidencia en la frecuencia puede provocar interferencias que afectan negativamente la calidad y estabilidad de la conexión wifi.

La tecnología DECT, utilizada en muchos teléfonos inalámbricos modernos, opera en la banda de frecuencia de 1.9 GHz en lugar de 2.4 GHz. Aunque esta banda está diseñada para minimizar la interferencia con otras frecuencias, algunos teléfonos inalámbricos pueden seguir produciendo interferencias en la banda de 2.4 GHz debido a problemas de apantallamiento o interferencias secundarias. Estos problemas pueden causar una disminución en la velocidad de la red wifi y afectar la calidad de las conexiones de datos.

La interferencia se vuelve más pronunciada cuando el teléfono inalámbrico y el enrutador wifi están ubicados cerca uno del otro. Las señales transmitidas por el teléfono pueden interferir con la señal de internet, causando interrupciones en la conexión, reducción de la velocidad de transferencia de datos e incluso desconexiones momentáneas. Esta situación puede ser especialmente problemática en hogares con múltiples dispositivos conectados a la red, donde incluso una pequeña interferencia puede afectar el rendimiento general de la red.

Para mitigar los problemas causados por los teléfonos inalámbricos, los usuarios pueden tomar varias medidas. Una estrategia eficaz es reubicar el teléfono inalámbrico y el enrutador wifi en diferentes áreas del hogar. Mantener una distancia física entre estos dispositivos puede ayudar a reducir la interferencia. Además, colocar el enrutador en una posición elevada y centralizada en la casa puede mejorar la cobertura y minimizar el impacto de cualquier interferencia.

Otra solución es optar por teléfonos inalámbricos que utilicen la tecnología DECT en la banda de 1.9 GHz, ya que estos están diseñados para reducir las interferencias con otras frecuencias. Los usuarios también pueden considerar la posibilidad de utilizar teléfonos móviles o aplicaciones de VoIP (Voice over Internet Protocol) en lugar de teléfonos inalámbricos tradicionales para evitar las interferencias de frecuencia.

Además, algunas personas encuentran útil cambiar el canal de transmisión del enrutador wifi. Los enrutadores modernos ofrecen la opción de seleccionar diferentes canales dentro de la banda de 2.4 GHz, lo que puede ayudar a minimizar la interferencia de otros dispositivos que operan en la misma frecuencia.

Aunque los teléfonos inalámbricos ofrecen comodidad y movilidad, pueden ser una fuente de interferencia para las redes wifi, especialmente cuando operan en frecuencias similares a las de la banda de 2.4 GHz. La interferencia puede afectar negativamente la calidad y estabilidad de la conexión a Internet, pero hay varias estrategias para mitigar estos problemas. En un entorno cada vez más dependiente de una conexión wifi estable, comprender y gestionar estos factores es esencial para mantener una experiencia en línea óptima.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.