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¿En qué consiste un vehículo híbrido?
La innovación en los motores, generada en los últimos años, ha permitido que la oferta de vehículos híbridos sea diversa. Estas son algunas características para entender las alternativas del sector.
En un mundo en el que cada vez más preocupa la emergencia climática producida por los gases de efecto invernadero, la idea de darle fuerza a la movilidad completamente sostenible resulta un reto con altos grados de compromiso. De ahí que los vehículos de tecnologías limpias abran un importante espacio entre el tradicional mercado de los de combustión con el fin de emprender el liderazgo de la industria.
No obstante, además de los netamente eléctricos, la oferta también contempla a los híbridos, una categoría intermedia que se abastece de un motor eléctrico y otro de gasolina. Hoy, estos se han convertido en los preferidos por los beneficios que ofrecen. A continuación, sus características.
Microhíbridos o híbridos suaves
Apenas utilizan la electricidad para moverse, pues el motor eléctrico no sirve como único impulsor del vehículo, sino que ejerce una función de ayuda otorgando potencia extra al de combustión en momentos de necesidad.
Incluyen sistemas para reducir el consumo de combustible, como el dispositivo Auto Start/Stop, el control de la presión de los neumáticos (TPMS, por sus siglas en inglés) o el indicador de cambio de velocidades, aunque esa disminución no es sino de 15 o 25 por ciento, dependiendo del uso que se le dé al automotor.
Híbridos ligeros (mild hybrids)
Cuentan con un propulsor de combustión y otro de arranque-generador que almacena energía eléctrica en una batería de 48 voltios para dar impulso adicional a las aceleraciones; así, el motor de gasolina obtiene hasta 60 Nm de torque adicionales y recupera hasta 12 kW de energía, pero no ofrece modo ciento por ciento eléctrico.
Completamente híbridos (full hybrids)
Tienen un motor de combustible y otro eléctrico de gran potencia que lo complementa, el cual puede mover el vehículo por sí mismo a velocidades de entre 60 y 130 kilómetros; la función ciento por ciento eléctrica solamente se da en casos excepcionales, especialmente en entornos urbanos y por corta distancia, mientras que el de combustión comanda en carretera. Estos generan su propia energía automáticamente cuando ruedan, haciendo uso del impulsor de combustión, por eso no necesitan ser enchufados para recargarse. Aunque su autonomía eléctrica es limitada, ofrecen niveles de consumo bastante reducidos y bajas emisiones como ventaja.
Híbridos enchufables o PHEV (plug-in hybrid electric vehicles)
Están dotados con una avanzada tecnología de hibridación, la cual combina motores de gasolina con eléctricos y sus correspondientes baterías de acumulación de energía. Gracias a una mayor autonomía eléctrica, emiten menos emisiones y bajan el consumo de combustible. Sin embargo, al priorizar el propulsor eléctrico en la conducción, y teniendo en cuenta que la recarga por el impulsor de combustión no es suficiente, debe recargarse o conectarse a un tomacorriente doméstico o electrolinera.