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Encuentran a una familiar de Scrat, la inquieta ardilla de la ‘Era de hielo’; duró 30.000 años congelada y luce intacta
Científicos se plantean la posibilidad de clonarla para regresarla a la vida.
Una de las sagas animadas más taquilleras de los últimos tiempos es la Era de hielo, título que tiene como protagonistas a un mamut, un tigre dientes de sable y un oso perezoso. Sin embargo, a la par de las aventuras de estos tres personajes, hay una inquieta ardilla llamada Scrat, la cual libra una batalla por tratar de atrapar una nuez que le es esquiva.
Pues bien, científicos han logrado encontrar a la verdadera Scart; se trata de una ardilla perfectamente congelada de 30.000 años de antigüedad. El hallazgo se dio en Canadá, más exactamente en Hester Creek, en los Yacimientos de Oro de Klondike, dentro del Territorio Tradicional de los Tr’ondëk Hwëch’in, cerca de Dawson City.
El cadáver duró congelado 30 milenios en el permafrost del Ártico, muy cerca del Polo Norte, lo que permitió que los restos del animal se mantuvieran casi intactos. Fue encontrada enrollada sobre sí misma y en las imágenes que se conocieron se pueden distinguir sus patas, sus garras y su cabeza; sin embargo, lo que más se puede ver es su pelo.
Los científicos se atreven a asegurar que, según por la forma como fue encontrada, el animal murió mientras dormía. Actualmente, los restos están en poder del Centro Interpretativo Yukón Beringia, donde se estudia a fondo para poder conocer más sobre el animal y sobre la época en la que habito la tierra.
A los análisis también se han unido los miembros del Alpine Veterinary Medical Centre, quienes realizaron una radiografía detallada y pudieron confirmar que el animal se encuentra plenamente conservado.
Se cree que puedo haber estado hibernando o que probablemente fue sorprendida por una avalancha o algún fenómeno climático que le produjo la muerte súbita.
Recientemente, ha sido bastante común la aparición de animales momificados y perfectamente conservados en el permafost, zona del planeta que siempre se mantiene congelada y que ha permitido que los restos de estos seres que habitaron el planeta hace tantos millones de años sigan estando en buenas condiciones.
La razón por la que este fenómeno se ha vuelto cada día más común está ligada al cambio climático, factor que ha provocado deshielo y que ha desenterrado los cuerpos de mamuts, bisontes o lobos que llevan millones de años en el hielo. También se han conocido casos en los que los protagonistas han sido escaladores o montañistas que simplemente desaparecieron durante sus travesías y sobre los que nunca se volvió a tener razón.
El excelente estado en el que se han encontrado los restos de estos animales, ha provocado que algunas organizaciones quieran clonarlos para regresarlos a la vida; sin embargo, es un tema que aún está en el aire y que los científicos no se han atrevido a llevar a cabo.
Por lo pronto, los restos de la familiar de Scrat estarán siendo exhibidos en el Centro Beringia de Yukón, en Canadá, junto a otros ejemplares antiguos que han sido encontrados en esa misma zona.
Esta es el verdadero Scrat, una ardilla de tierra ártica de 30,000 años de antigüedad de la Edad de Hielo. A simple vista parece una bola de pelo, pero si observamos detenidamente, podemos distinguir sus patas, uñas, cabeza y cola en un estado de conservación excepcional. pic.twitter.com/mbf6iGTSRh
— Terror y datos curiosos 💀👻👿 (@cuentode_terror) April 5, 2023
Revivir animales extintos, un proyecto que sigue sonando
El biólogo Stewart Brand, fundador de The Long Now Foundation, ha sido uno de los promotores del proyecto Revive & Restore, que busca traer de vuelta a animales prehistóricos como el mamut lanudo, el tigre de Tasmania y el pájaro carpintero real, entre otros, gracias a los avances en biotecnología e ingeniería genética.
El equipo de expertos que trabaja junto a Brand propone utilizar el ADN disponible de algunas especies extintas para clonarlas mediante la transferencia nuclear de células somáticas, mismo método usado en 1996 para clonar a la famosa oveja Dolly.
Sin embargo, ese es solo el primer paso, pues en dicho caso se hizo a partir de muestras tomadas de animales vivos y para lograrlo con los que han desaparecido es muy difícil debido a que “la mayoría de los fósiles están en muy mal estado”, dijo a SEMANA Beth Shapiro, colaboradora del proyecto y profesora asociada de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de California en Santa Cruz, Estados Unidos.
Reconstruir el genoma de una especie extinta es una tarea muy difícil, pues tan pronto muere, empieza a deteriorarse su ADN debido a que entra en contacto con bacterias, hongos y otros animales. Los elementos que conforman la cadena del ADN de un ser vivo son similares a las páginas de un libro de aproximadamente 4 millones de páginas. En el caso de un animal desaparecido, las páginas están rotas o desordenadas, con algunas líneas o palabras sueltas, por lo cual resulta muy difícil reescribirlo.