TECNOLOGÍA
Este es el asteroide que cuesta 100 veces la economía acumulada del mundo
De acuerdo con expertos, el objeto contiene metales como hierro y níquel, por lo que podría valer unos 10.000 cuatrillones de dólares.
En algún momento todos han escuchado hablar de distintos asteroides, que probablemente caerán en la Tierra o algunos de ellos que se aproximan muy cerca a la superficie y se desintegran rápidamente, pero es la primera vez que se habla de un objeto de esta clase que en realidad no es más que una mina de oro, en términos de economía.
Recientemente, el telescopio espacial Hubble tomó una imagen clara del Psyche, un asteroide conformado por hierro y níquel, pero, ¿qué lo hace tan especial o atractivo? Estudios señalan que los metales que lo componen podrían valer unos 10.000 cuatrillones de dólares y comparando la economía mundial, que fue valorada en unos 142 billones de dólares en 2019, según Forbes, este asteroide costaría 100 veces más.
SwRI in the news: Hubble examines massive metal asteroid called ‘Psyche’ that’s worth way more than our global economyhttps://t.co/COgiL77P8j
— Southwest Research Institute (@SwRI) October 27, 2020
El objeto está ubicado a unos 370 millones de kilómetros de la Tierra y está clasificado como uno de los objetos más masivos del cinturón de asteroides principal del Sistema Solar que orbita entre Marte y Júpiter.
Tiene unos 226 kilómetros de ancho y, a diferencia de la mayoría de los asteroides, que son rocosos o helados, Psyche parece ser metálico. De hecho, es tan denso y metálico que se cree que Psyche sería el núcleo sobrante de un planeta que falló durante su formación, lo que los científicos llaman un “protoplaneta”.
Tendencias
Psyche hace parte de los asteroides que estudia la NASA. Este año el organismo espacial estadounidense anunció que en 2023 podría arrancar una misión hacia el asteroide, que tiene como objetivo el estudio de uno de los fenómenos más misteriosos del cinturón principal: el 16 Psyche
“Lo que hace a Psyche y a los demás asteroides tan interesantes es que se consideran los bloques de construcción del sistema solar. Entender lo que realmente constituye un planeta y ver potencialmente su interior es fascinante. Una vez que lleguemos a Psyche, realmente vamos a entender si ese es el caso, incluso si no resulta como esperamos. Cada vez que hay una sorpresa, siempre es emocionante”, dijo Tracy Becker, científica planetaria del Instituto Estadounidense de Investigación del Suroeste (Southwest Research Institute).
Becker también observó que la superficie del asteroide podría ser principalmente de hierro, pero señaló que la presencia de incluso una pequeña cantidad de hierro podría dominar las observaciones UV. Sin embargo, mientras observaba a Psyche, el asteroide parecía cada vez más reflectante en longitudes de onda ultravioleta más profundas. “Es algo que debemos estudiar más a fondo. Esto podría ser indicativo de que ha estado expuesto en el espacio durante tanto tiempo. Este tipo de brillo ultravioleta se atribuye a menudo a la meteorización espacial”, concluyó la científica.
Entretanto, se espera que el próximo 2 de noviembre, vísperas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el asteroide 2018VP1, del tamaño de un refrigerador, impacte contra la atmósfera terrestre, según lo dicho por el científico Neil de Grasse Tyson.
Ante la expectativa, la pregunta que surge es dónde impactará o dónde caerá este asteroide. Según lo dicho por el experto, aunque el asteroide cayera, los daños que este impacto podría causar en la Tierra son menores, pues lo más probable es que en su trayecto se desintegre a causa de la velocidad de la caída, sin llegar a causar daños mayores. Con un 0,41 por ciento de probabilidades, la NASA estima que este asteroide de la clase Apolo aterrice en nuestro planeta el 2 de noviembre. En caso de que ocurra en esta fecha precalculada, el cuerpo sería visible cerca del punto de entrada de la atmósfera, incluso durante el día, pero no “interrumpiría nuestra civilización”, añadió el astrofísico.
También dijo que “el asteroide no es tan grande como para impactar con éxito en la superficie de la Tierra. A la velocidad que va –más de 40.555 kilómetros por hora– es como impactar de frente contra un muro”.