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“En el futuro no habrá privacidad, Google y Facebook lo sabrán todo”.
Un gurú de las nuevas tecnologías habló con Semana.com sobre cómo es y cómo será la vida de los colombianos en el 2025.
Llegó el 2015 y el mundo poco se parece al que vivió Marty McFly en la película Regreso al futuro 2. Entre otras cosas, aún no llegan los carros voladores y los anuncios en hologramas tridimensionales. Eso por no hablar de los viajes en el tiempo. Y es que si bien Robert Zemeckis, director de este clásico de la ciencia ficción, le atinó a alguna de sus predicciones, así como lo hicieron en la literatura Isaac Asimov y antes que él, Julio Verne, está más que comprobado que con la imaginación no basta para predecir el futuro.
Los investigadores, en cambio, con herramientas como las encuestas y el análisis estadístico no requieren de la ficción ni de una bola de cristal para acercarse de forma más precisa a lo que depara el futuro. Tal es el caso de Homero Gil de Zuñiga, PhD. en comunicación de masas de la Universidad de Wisconsin-Madison, quien conoce como pocos los efectos de las nuevas tecnologías sobre la sociedad: ha publicado tres libros y más de 40 artículos académicos en las revistas científicas más prestigiosas, dirige el Media Lab de Innovación en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Viena y ha presentado sus investigaciones en más de 100 conferencias alrededor de mundo.
Este gurú de las nuevas tecnologías visitó el país como invitado internacional de la maestría en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia. Semana.com aprovechó para hablar con él sobre la influencia de las nuevas tecnologías sobre la vida diaria y la participación política de los colombianos en el presente y el futuro.
Semana.com: Los colombianos están todo el tiempo frente a una pantalla, ya sea del televisor, del computador o del celular. ¿Qué consecuencias tendrá esto en el futuro?
Homero Gil de Zuñiga: Seremos cada vez más dispersos y desmemoriados. Antes era común estar en la cama viendo una película al lado de la pareja, en silencio y con total concentración. Eso, con la constante avalancha de información que recibimos desde diferentes plataformas las 24 horas del día, en 10 años será imposible. Cada quien estará viendo simultáneamente varias pantallas. Lo preocupante es que está demostrado que cuando se hacen varias actividades a la vez, como mirar una película y comentarla por twitter, la mente no retiene toda la información que está recibiendo.
Semana.com: Otra posición apocalíptica sobre el futuro habla de un control sobre las personas al mejor estilo del Gran Hermano.
HGZ: Eso no es apocalíptico, es una realidad. En internet nada es gratis y pagamos un precio muy alto por la comodidad de usar Facebook o Google. Les cedemos todos nuestros datos y perdemos la privacidad. Google nos facilita un GPS que nos puede llevar a cualquier sitio, pero Google está registrando toda esa información. En un futuro, con el llamado “internet de las cosas” todos los objetos a nuestro alrededor van a estar conectados a la red enviando una cantidad ingente de datos. Por ejemplo, mi reloj inteligente va a monitorear mi presión arterial, pero también va a registrar a donde voy, exactamente qué hago, cuantas horas paso en casa y cuantas por fuera. Hasta si me sobresalto, el reloj me va a decir que me tranquilice. Así como Facebook lo sabe todo de mi vida social, Google sabrá más de mí que cualquier otro ser humano en el mundo.
Semana.com: Entonces, es inevitable perder la intimidad en el futuro.
HGZ: Hay quienes van a desconectarse para proteger su intimidad pero la mayoría va a perder la batalla y va a decir: a mí ya no me importa nada, no tengo privacidad, no hay cambio entre mi esfera privada y mi esfera pública. Para ellos, la privacidad va a dejar de existir.
Semana.com: Frente a quienes defienden a capa y espada su intimidad y quienes están dispuestos a entregarla, ¿en qué orilla están los colombianos?
HGZ: En el más reciente estudio realizado por el Centro de Investigación en Comunicación Política de la Universidad Externado, con datos de 2014, se les preguntó a los colombianos si están de acuerdo con la idea de que internet invade su privacidad. El 46,2% de la población urbana colombiana estuvo parcialmente o completamente de acuerdo. También se encontró que el 26,8% de las personas con alta sensación de invasión a su privacidad, los más desconfiados, tienden a expresarse en la red solamente con amigos y con personas de confianza.
Semana.com: Entonces, somos tan desconfiados en el mundo online como en el offline.
HGZ: La encuesta también preguntó si las personas estaban de acuerdo con que internet difunde rumores. Solo el 3,4% de los colombianos estuvo totalmente en desacuerdo con esa afirmación. Además, si se sigue observando a las personas con alta sensación de vulneración a su privacidad a internet, un 28,7% de estas personas se encuentra completamente de acuerdo con la afirmación de que es más seguro callarse cuando la mayoría comparte otra opinión diferente. Así que no solo desconfía, sino que también se autocensuran.
Semana.com: Ahora hablamos de los efectos positivos de las nuevas tecnologías en 10 años. Algunos creen que Internet será el lugar donde se viva la democracia. ¿Qué opina?
HGZ: En una asamblea municipal puede hablar uno o el otro. Es difícil que en ese edificio se reúnan más de cien personas, sin embargo a futuro la red será una esfera pública en la que podemos discutir asuntos políticos, asuntos públicos, informarnos, ayudarnos unos a los otros y generar una democracia más equitativa y más participativa, al alcance de muchos, en la que todos podemos participar a la vez.
Semana.com: ¿Eso quiere decir que los usuarios de internet son mejores ciudadanos?
HGZ: Hemos visto que cuando la gente usa los medios sociales para informarse y para discutir de política acaban participando del proceso democrático. Ese es un resultando que hemos encontrando en los últimos 10 años, no sólo con los medios sociales, sino con blogs y con fuentes de información más tradicionales pero online.
Semana.com: Pero en Colombia fenómenos como el de la Ola Verde dejaron claro que apoyar en Facebook a un político o dar un like a su campaña no equivale a votar.
HGZ: En cuanto a la expresión política cuando yo hago un like, aunque no participo, esto es un antecedente poderoso de que yo me voy a movilizar posteriormente y voy a acabar participando de un proceso más institucional, más político en el ámbito tradicional, como el de votar o el de ir a una movilización. En un futuro esta tendencia va a ser más marcada y todo el que participe online también lo hará offline y viceversa.
Semana.com: ¿Y esta tendencia cómo va a afectar la forma de hacer política dentro de una década?
HGZ: Lo que puede ocurrir es que las campañas políticas, así como solo buscaban una buena corbata y una buena apariencia cuando se popularizó la televisión, terminen reduciendo la calidad de la conversación política a 140 caracteres y se trivialice aún más esta práctica para adaptarse a las lógicas de las redes sociales, especialmente de Twitter.
Semana.com: Y en ese futuro hiperparticipativo e hiperconectado, ¿hay riesgo de que los gobiernos controlen cada vez más los contenidos y afecten la libertad de expresión de los ciudadanos?
HGZ: No, si es un gobierno democrático liberal. Si no estás en Venezuela o China no tiene porqué suceder, tú tienes tu libertad de expresión. Antes eso era imposible. O los medios de comunicación nos informaban de algo o los políticos hacían campaña y nos informaban de algo y nosotros sólo podíamos discutir de una forma interpersonal, pero en diez años –cuando todos tendrán acceso a internet– bastará con un post viral para llegar a toda la población. Al revés, los medios sociales generarán más libertad de expresión política y más potencial de que un individuo pueda afectar a muchos otros.