Tecnología
Haga esto una vez para mejorar la vida útil de su nevera y ahorrar energía todo el año
Tomarse el tiempo para realizar esta tarea puede parecer algo tedioso, pero al hacerlo una vez al año, los beneficios superarán con creces el esfuerzo.
El mantenimiento adecuado de los electrodomésticos en el hogar es esencial para garantizar su eficiencia y prolongar su vida útil. Entre las prácticas recomendadas, la descongelación periódica de la nevera y el congelador es una de las más importantes, aunque muchas veces es pasada por alto. Descongelar el refrigerador al menos una vez al año no solo ayuda a optimizar su funcionamiento, sino que también puede evitar problemas de salud y ahorrar energía.
¿Por qué descongelar la nevera?
Con el tiempo, es común que tanto la nevera como el congelador acumulen una capa de hielo en su interior. Según Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas -Nutricionistas (CGCODN) de España, es crucial no permitir que esta acumulación se vuelva significativa, ya que puede afectar la eficiencia del aparato. “El hielo quita espacio en la comida y puede hacer que el electrodoméstico deje de funcionar eficazmente”, advierte Palau, citada por la página Maldita Ciencia.
Este problema es especialmente relevante en los congeladores, donde la acumulación de hielo actúa como un aislante, lo que obliga al motor a trabajar más para mantener la temperatura adecuada. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), solo tres milímetros de escarcha en las paredes del congelador pueden aumentar el consumo de energía hasta en un 30%. Este sobreesfuerzo no solo incrementa la factura de electricidad, sino que también reduce la vida útil del electrodoméstico.
Riesgos de no descongelar
Expertos en seguridad de la industria alimentaria, señalan que la acumulación de hielo no solo representa un problema energético, al consumir más electricidad, sino que también podría convertirse en un foco de contaminación microbiológica.
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El riesgo de contaminación se debe a que el hielo acumulado puede atrapar partículas de alimentos o líquidos derramados que, con el tiempo, pueden desarrollar bacterias. Esto podría comprometer la seguridad de los alimentos almacenados y, en última instancia, la salud de los consumidores.
¿Cada cuánto descongelar?
La frecuencia con la que se debe descongelar la nevera y el congelador varía según el tipo de electrodoméstico y su uso, pero lo más recomendable es descongelar el refrigerador siempre que la capa de hielo alcance medio centímetro de espesor o cada seis meses, aunque se aconseja hacerlo al menos una vez al año.
Algunas neveras modernas cuentan con la tecnología “no frost”, que evita la acumulación de hielo mediante un sistema de ventilación que dispersa la humedad. Sin embargo, aunque estos sistemas reducen la necesidad de descongelación manual, no eliminan la necesidad de limpiar el aparato regularmente para mantenerlo en óptimas condiciones.
El proceso de descongelación puede ser tedioso, pero es fundamental hacerlo correctamente para evitar daños al electrodoméstico. Beatriz Robles, dietista nutricionista, ofrece algunas recomendaciones para llevar a cabo esta tarea de manera segura y eficiente. El primer paso es desconectar el aparato y retirar todos los alimentos, que deben ser almacenados temporalmente en una nevera portátil o en bolsas isotérmicas.
Una vez vacío, se puede acelerar el proceso de descongelación utilizando paños de agua caliente o recipientes con agua caliente para derretir el hielo más rápido. Es crucial evitar el uso de cuchillos u otros objetos punzantes para retirar el hielo, ya que podrían dañar el aparato.
Después de que el hielo se haya derretido por completo, todas las superficies internas, incluidas las gomas y puertas, deben limpiarse con agua y jabón. Luego, se deben enjuagar y secar completamente antes de volver a colocar las piezas móviles y los alimentos.
Finalmente, una vez limpio y seco, el electrodoméstico debe encenderse nuevamente y ajustarse a la temperatura adecuada: 4 ºC en la nevera y -18 ºC en el congelador. Solo cuando haya alcanzado estas temperaturas, es seguro volver a introducir los alimentos. Usualmente, lo más recomendable es desconectar la nevera y dejarla descongelar completamente mínimo unas 24 horas.